viernes, 28 de noviembre de 2008

Oportunidad


Los Lakers han puesto la directa y no miran atrás. Distintos analistas ya sitúan como objetivo el conseguir las 72 victorias logradas por los Bulls hace 13 años. Sinceramente es todavía muy pronto si quiera para pensar en que pueden terminar la primera fase con el mejor récord, aunque la verdad es que tienen mucho a su favor. Cuentan con el mismo equipo que la temporada anterior con retoques que mejoran las prestaciones del curso pasado. El francés errante Turiaf cede su plaza en el banquillo al otrora titular Lamar Odom, y en el quintento se incrusta el recuperado Bynum, que le va cogiendo el tono de nuevo a la competición. Ariza aporta más de lo esperado desde el banquillo y el resto de suplentes con tiempo de juego se muestran satisfactoriamente competentes.
Si nos ponemos a comparar los dos equipos, sin duda en apariencia en Los Angeles se recoge más talento, sobre todo en la línea interior. Salvando a Rodman, en aquellos Bulls poblaban esa zona troncos escasamente móviles como Wennington o Simpkins. En los Lakers encontramos más versatilidad y posibilidades de anotación.

Los anteriormente conocidos como "jordanaires", por la excesiva dependencia de MJ, supieron conjugar la experiencia de Kerr y la conversión en jugador de equipo de un anotador rutilante como Harper en beneficio del colectivo. Si sumamos la eficaz participación de Pippen y Kukoc, el gran paso ya estaba dado.

Exactamente igual que sucedió con Jordan, Kobe ha tenido que aplacar su ansia de gloria personal tras un duro enfrentamiento con Phil Jackson, que tampoco tuvo precisamente un camino fácil a la hora de construir a los Bulls campeones. Jackson se empleó duro en convencer a Jordan de que un menor protagonismo personal y una mayor implicación de sus compañeros en el juego serían fundamentales para conformar una coraza casi indestructible. Funcionó.

El mismo trabajo psicológico fue aplicado sobre Kobe, que reduce su importancia en momentos medidos. En este punto también se aprecia alguna coincidencia entre Jordan y Bryant, como la falta de tiros en los primeros cuartos de partidos concretos.

Quedan muchos meses por delante, y la carga de partidos y las bajas en forma de lesiones pueden mermar la capacidad del aspirante al récord. Otro aspecto a tener en cuenta es el que determinados jugadores puedan dar el salto de calidad, de acuerdo con el grado de responsabilidad que Jackson les puede otorgar a medida que avance la temporada y su equipo realmente les necesite. Me refiero al propio Ariza, a Vujacic, Walton o el requerido liderazgo de Odom. Si despejan las dudas estaremos ante una amenaza real a la marca de los Chicago Bulls.

No hay comentarios: