miércoles, 4 de febrero de 2009

El gato triste

Los mejores tiempos ya pasaron. La época del juego rápido, electrizante tocó a su fin. Phoenix ha ido dilapidando su crédito a medida que ha retocado el roster. Las consecuencias de una errática planificación deportiva las está pagando de forma particular el líder del equipo, Steve Nash. El ramplón rendimiento del colectivo desencadena una tristeza agónica por la falta de dirección.
Grant Hill ha elevado su nivel, pero no es suficiente. La elevada edad de Nash, Hill y Shaq es una losa que los Suns están asumiendo a un alto coste de cara a un futuro no especialmente halagüeño. Se avecina un desmantelamiento total de la estructura con el peligro consiguiente de colocarse en el vagón de cola.

Si Hill está asumiendo un papel importante en el esquema de ataque, también se puede destacar el esfuerzo de O´Neal, que ha logrado volver al All-Star haciendo lo de siempre, con su juego intenso y su intimidación. Richardson aporta puntos y una defensa razonable, y Stoudamire bastante premio ha tenido con su inclusión en el partido de las estrellas. Por lo demás, se percibe un encasillamiento del brasileño Barbosa a un tercer o cuarto papel de ataque que lejos de motivarle, le provoca una zozobra latente. Poco más hay que rascar, y el "menos bueno" de los gemelos Lopez está demostrando el motivo de que su hermano Brook tuviese doble ración en casa de los Lopez.

La pelea que mantuvieron los Suns con la directiva del TAU por los derechos de Dragic se me antoja excesiva para un bagaje tan poco reseñable del esloveno. A Goran le hubieran venido muy bien los consejos de un constructor de juego como Prigioni.

Mientras tanto, Nash, como el gato está triste, y como Phoenix no despierte, también se pondrá azul.

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