miércoles, 8 de abril de 2009

Fuera de la lucha

Los peores augurios se han confirmado. El argentino Manu Ginóbili se pierde el resto de la temporada, con lo que deja a su equipo en una situación francamente complicada.
A pesar de que Popovich ha estado manejando diferentes opciones de cara a tener cubierta una presumible baja permanente del escolta, la noticia ha caído como un jarro de agua fría.
No hay nadie en los Spurs capaz de asumir el protagonismo estelar en momentos en los que el Sol más calienta. Mason está cumpliendo con su papel de un modo encomiable, siendo además utilizado indistintamente en los últimos tiempos como base o escolta. Se le ha venido preparando toda la temporada para obtener réditos en playoff, pero ese plus que ofrece Ginóbili está lejos de su alcance.
El argentino había sido reservado hasta el límite y se habían cuidado con mimo los plazos. Nada de eso importa ya. Ahora toca esperar al curso que viene.

Los Spurs notarán de inmediato la baja. Justo cuando las voces que dudaban del devenir de la franquicia texana se apagaban, se produce la lesión del argentino, generando de nuevo las dudas incluso entre sus propios compañeros. Duncan empieza a evidenciar síntomas de agotamiento, Finley, Bowen y Oberto ya planean su jubilación dorada en algún lugar cálido y costero y sólo Parker aparece en la lista de meritorios. Es muy poco bagaje para un objetivo como las Finales, tan lejano como la distancia entre un hincha de Boca y otro de River.

Mucho jugo tendrá que extraer el sabio Popovich de una plantilla demasiado veterana. Entre los activos sí que se debe tener en cuenta el grado de compromiso que el roster tiene con su entrenador y con la organización de San Antonio.

De todas maneras, parece que el dilema del anillo es cosa de tres: Cavaliers, Celtics y Lakers, y no necesariamente por este orden. Todos tienen sus problemas y la clave estará en cómo sepan gestionarlos.

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