viernes, 20 de noviembre de 2009

Nuevos bríos

Pau vive ajeno a las críticas, a las que vienen de dentro del propio equipo y a las expresadas malintencionadamente por un rancio sector de la prensa yanki. Regresa como si nada y se mete en dobles dígitos y aporta al equipo la fuerza que necesitaba desde el poste.

Los tiempos en las lesiones son lentos en la NBA. Nada que ver con otros deportes, especialmente el fútbol, donde la premisa es adelantar los plazos de recuperación. El ejemplo lo tenemos por ejemplo en el "warrior" Azubuike. Ni a los médicos ni a él se le pasa por la cabeza el retornar a la competición esta temporada. Se despide hasta el curso que viene y a volver sano. Y punto.

Exhibe Gasol poder con siete rebotes ofensivos y destroza al hijo de Yannick Noah. Tampoco se esperaba al de Sant Boi esta madrugada, pero hizo su trabajo. Tiró de oficio y eso le bastó.
Se coloca en la línea marcada por su hermano Marc, que este año se reivindica como un valor seguro, y elemento esencial en los egoístas grizzlies. El rendimiento del pequeño de los Gasol incluso está provocando una sensible reducción de tiros en la cuenta de Mayo y Gay. Cierto es que la presencia de Randolph limita el acceso a la canasta del dúo, pero también debe tenerse en cuenta que Marc ofrece una buena referencia en el esquema de ataque. Es sólido en su juego y eficaz en su faceta ofensiva, aprovechando los ocho o nueve tiros que se le conceden.

El aprendizaje de Marc corre por derroteros diferentes a los experimentaos por Pau, que surgió desde el primer momento como estrella emergente. MG aparece de entre las sombras para establecer un protagonismo creciente y con un desarrollo sin límite.

De momento hay una circunstancia que difiere en el bagaje Gasol. Mientras que quince puntos de Pau casi garantizan una victoria, veinte puntos de Marc todavía son escasos para sacar a sus Grizzlies de su peligrosa senda.

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