sábado, 31 de octubre de 2009

Previsiones (Southwest)

Cerramos el círculo en el análisis de la Conferencia Oeste. Turno para la Southwest Division.

Spurs: La experiencia del curso pasado ha servido de acicate para no perder del todo las raíces sobre las que creció este equipo. A pesar de que Duncan esté en una evidente cuesta abajo, retiene gran parte del potencial que le hizo MVP. Parker sigue llevando las riendas y el rendimiento de sus compañeros depende en gran medida del buen hacer del francés. Muy acertada la adquisiciones de Jefferson, McDyess y Bogans, que dotarán de mayor versatilidad el juego de los chicos de Popovich. La clave será de nuevo Ginóbili.

Hornets: El mejor momento de New Orleans ya pasó. Chris Paul debería haber huído por piernas pero fue fiel, y eso la hinchada lo valora. David West no demuestra su presunto nivel all-star y Stojakovic piensa ya en un buen plan de jubilación. Okafor no es el tipo de jugador que necesitaban, y tampoco ayudará a remontar el vuelo. Con un base suplente como Devin Brown que no es capaz de dar asistencias, poco más que se puede decir.

Mavericks: Es un equipo notablemente envejecido y no hay plan a corto plazo de rejuvenecimiento. Entre Nowitzki, Kidd, Dampier, Terry y Marion suman más de 69 temporadas NBA. Dato positivo por la experiencia acumulada pero que evidencia un cansancio físico y mental que arrastrará Dallas un año más. El empuje de la franquicia se sostiene en las ganas de Nowitzki y Kidd de ganar un título.

Rockets:Sin Yao todo va a ser más difícil. Si McGrady consigue volver al quinteto quizá ganen algún partido más, pero se frenará la evolución de los jóvenes. Ariza tiene ante sí la oportunidad de demostrar que se le pueden conceder más de una decena de lanzamientos a canasta. Scola progresa adecuadamente y la aportación del "europeo" David Andersen ha sido recibida con muy buenas críticas en Houston.

Grizzlies: El hecho de contar con Gay, Mayo y Randolph en la misma rotación equivale a "nada para los demás". Si encima le unimos al grupito al bueno de Iverson, ya es para echarse a temblar. A pesar de ello, Marc Gasol se las volverá a ingeniar para arañar 8 ó 9 tiros por noche. La elección del tanzano Thabeet se presume como un desastre para la franquicia. Poco bagaje ofensivo y peor consistencia. Veremos cuándo salta la chispa entre las "estrellitas".

viernes, 30 de octubre de 2009

Previsiones (Northwest)

En nuestro repaso por las divisiones NBA nos detenemos en la Northwest, con un nivel aparentemente igualado.

Nuggets: Denver aguarda una temporada tranquila. Billups dirige y Carmelo dispone. Los únicos problemas en este equipo se los pueden crear ellos mismos. Centrados en el juego y con ansias reales de lucha, los Nuggets pueden obtener un puesto de mérito en el Oeste. La aportación del brasileño Nené y del recuperado Andersen será importante para compensar los excesos del juego exterior. Atención a la progresión del rookie Ty Lawson.

Blazers: Hace tiempo que todo el peso del rumbo deportivo recae en el sobrevalorado McMillan. El entrenador de Portland ha entregado el poder en pista a Brandon Roy. Aunque la estrella de Oregón es todo un all-star, es muy peligroso conceder tanta libertad a un solo jugador. Si Oden no explota este año, quizá se quede en el camino como otros llamados a ser estrella. Entre tanto "swingman" al español Rudy Fernández le tocará arañar un merecido tiempo en pista. Con Blake todavía de titular no llegarán lejos.

Jazz: Los chicos de Sloan jugarán a lo mismo de siempre. Kirilenko apunta a entrar de salida en el quinteto, algo que venía reivindicando. La nueva situación del ruso ha perjudicado a Millsap, que buscará sus opciones desde el banquillo. Con Boozer olvidándose del dinero del banco, Deron Williams motivado y con el turco Okur sano, podrán soñar con un segundo puesto en la división.

Thunder: Una de las plantillas con más proyección de toda la liga. Durant emerge sobre el conjunto de jóvenes que aspiran a construir un futuro sólido en Oklahoma. Westbrook apuntó la última temporada algo más que buenas maneras. El novato Harden tendrá minutos para aprender. La debilidad de este equipo está en su línea interior, a pesar de que el serbio Krstic sume dobles dígitos en puntos y rebotes. Sorprende la confianza en el suizo Sefolosha.

Wolves: El ¿futuro? equipo de Ricky se encuentra ante una temporada de transición. Los gestores agotaron su paciencia y fulminaron a McHale, que con plenas facultades no supo invertir la dinámica negativa. Experimentan en Minnesota con el misterioso Kahn como GM y con el imprevisible Rambis en el banco. La puesta en marcha del nuevo proyecto es toda una incógnita. De momento el deseado Sessions deberá entrenar mucho y jugar mejor para robarle minutos al rookie Flynn. Al Jefferson seguirá siendo el líder.

jueves, 29 de octubre de 2009

Previsiones (Pacific)

Con la temporada recién comenzada y sin llegar todavía a la primera curva, es momento de sumarse a los distintos análisis sobre el devenir del curso 2009-2010. Siendo respetuosos con el campeón, empezamos con la Pacific Division.

Lakers: Defensores del título, aspirantes y grandes favoritos a engordar su palmarés. Cuando quieren todos, o cuando quiere Kobe, juegan de memoria. Pocos cambios, el más relevante la aparición del díscolo Artest en el lugar del aprovechable Ariza. Se gana en intensidad y se pierde en equilibrio en pista. Artest puede ser pieza clave en la segunda fase a la hora de arañar puntos en momentos de "caraja" colectiva. La pretemporada ha regalado un buen puñado de minutos al querido Mbenga, y no ha permitido la resurrección de Morrison. Se espera que Bynum sacuda su desasosiego con tintes adolescentes y sume cosas positivas al grupo. Pau dará el barniz a una mesa con pocas rozaduras.

Suns: Los de Phoenix no serán cómplices de la última temporada en activo de Shaquille O´Neal, y les vendrá muy bien. Sin Shaq podrán recuperar un juego más alegre y del gusto de Steve Nash. Grant Hill ha bebido de la fuente de la eterna juventud y se ha olvidado de las lesiones que lastraron su carrera. Stoudamire quiere ser el que era y ha trabajado para ello. Richardson y Barbosa forman una más que aceptable combinación exterior, y el esloveno Dragic aprende rápido de Nash. No harán sombra a los Lakers, pero mejorarán.

Clippers: Dependerán y mucho de lo que pueda hacer su flamante número 1 del draft. Se espera que Blake Griffin lidere al "hermano pobre" de Los Angeles y saque del sopor a la mermada hinchada del Staples pintado de rojo. Es un equipo descompensado en sus líneas, con mucha gente en la zona exterior y poco recurso en la pintura. Camby hace lo que puede y Kaman a veces tiene bastante con pisar la cancha. Si Griffin, Eric Gordon y Baron Davis conectan, subirán un peldaño.

Golden State: Asumen con resignación los Warriors su condición de perdedor. La rebeldía se ha apoderado de un vestuario francamente prometedor. Stephen Jackson se saltó la cadena de mando desquitándose a gusto en verano con peticiones de traspaso. La buena sintonía que había conseguido Don Nelson empezó a agrietarse cuando Monta Ellis mintió al eludir su resposabilidad en la lesión que le mantuvo fuera tanto tiempo. El futuro se supedita a la buena salud mental de los jugadores y a poder agarrar un número apreciable de victorias.

Sacramento: Nada nuevo bajo el Sol californiano. La derrota será el sino del equipo un año más. Si Westphal es capaz de controlar las ansias anotadoras de Tyreke Evans, Kevin Martin y Francisco García, quizá haya un poquito de luz al final del túnel. Sergio Rodríguez tiene ante sí la oportunidad de demostrar que es algo más que relleno de banquillo NBA. El estilo del entrenador encaja con el buen hacer del "Chacho", que algo habrá aprendido más allá de la espalda de McMillan. Nocioni debería tener muchos minutos y protagonismo en este equipo. Ojo al israelí Casspi.

lunes, 26 de octubre de 2009

Mientras el gigante duerme

Una pretemporada cargada de partidos ha tocado a su fin, y es el momento de la reflexión, de la tensión, de planchar el uniforme antes de iniciar una nueva aventura.
En algo más de veinte horas las luces de los pabellones se encenderán y las probaturas de estos meses darán paso a un torbellino de estadísticas y pronósticos. En días sucesivos intentaré ofrecer unas líneas de pensamiento sobre lo que será el devenir de este nuevo curso.

Solventadas con éxito las negociaciones con el gremio arbitral, en el horizonte está el complicado acuerdo con el sindicato de jugadores. La fecha de caducidad del actual convenio parece todavía lejana, pero el comienzo de la temporada 2010-2011 traerá muchas sorpresas. Los agentes libres más codiciados habrán firmado sus contratos y Lebron habrá desvelado su destino (¿Nueva York?), aunque todo ello rodeado de un clima de incertidumbre. Justo al término de esa temporada vence el actual convenio colectivo, y en ese tiempo se tendrá que haber alcanzado una "entente cordiale" que resuelva y ajuste los planteamientos contractuales de los jugadores.

La crisis hace mella en los ingresos publicitarios y la economía doméstica de los equipos se resiente y hace aguas en muchos casos, por lo que estará por ver cuál es la postura de las dos partes en este escenario.

Hay un temor latente ante el más que presumible cierre patronal. Hace 10 años se produjo un retraso de cuatro meses que adulteró la competición, y de esa experiencia negativa nacen los miedos a un posible bloqueo.

La situación de algunas franquicias es insostenible a día de hoy, mirando los propietarios de reojo a posibles compradores. Los jugadores son recelosos a una renuncia a los derechos adquiridos, mientras que los salarios han engordado y se han cuadruplicado en relación a las ganancias de los años 80. La negociación será complicada. Son divagaciones antes de que el gigante despierte.

sábado, 24 de octubre de 2009

El pulso

David Stern ha demostrado con el paso de los años que es algo más que un buen negociador. También ha hecho alarde el sempiterno gestor de la NBA de una frialdad a prueba de los peores augurios.
Los aficionados de la NBA que crecimos con su nombre siempre presente, nos dejamos de preguntar hace mucho la razón por la que este señor con apariencia de director de banco lleve tanto tiempo manejando los hilos en la liga. Las dudas que uno puede albergar en su interior se despejan en circunstancias como las actuales. En plena época de crisis galopante, que ha cercenado aspectos fundamentales del deporte, y que hecho prevalecer el marketing sobre todo lo demás, David Stern ha podido cuidar la imagen de la NBA en todo el mundo.

En este escenario se volvía a enfrentar a la enésima problemática seria. Los árbitros se plantaban hace meses reivindicando prebendas y mejoras vitales para poder seguir adelante. Pero el comisionado de la NBA no se puso nervioso. El movimiento de respuesta fue un auténtico contraataque. No sólo se garantizaba el comienzo de la liga en tiempo y forma sino que se sacaba de la manga a un puñado de árbitros para hacer frente a la temporada si no se llegaba a un acuerdo con el colectivo. Todo un golpe de efecto.

Acostumbrado Stern a manejarse con agentes avariciosos, estrellas caprichosas y buscadores de migajas, siempre ha limpiado la casa y recogido la basura en silencio. Los vecinos cotillas nunca han sido de capaces de saciar su ansia de saber cómo el menudo abogado convertido en rey del baloncesto lograba efectuar esas operaciones discretamente.

En pleno proceso de negociación colectiva en España, con un gran número de convenios en pañales y sin acuerdo, es bueno tener presente que los conflictos se resuelven. Sólo hay que tener un buen negociador y un talante abierto.

Se espera que los árbitros vuelvan a las canchas ya el martes. Stern agradecía el trabajo de sus sustitutos y espera que formen parte del proyecto futuro de la liga. Todos contentos.
Y David Stern ganó una vez más el pulso.

sábado, 17 de octubre de 2009

La vida puede ser maravillosa

Hoy los amantes del baloncesto guardamos un luto especial en memoria de alguien que supo transmitir a su manera la intensidad de un deporte cruelmente atacado a nivel mediático en nuestro país.

Andrés Montes apareció en mi vida una buena tarde hace muchos años en una retransmisión de un, si no me equivoco, Partizán de Belgrado-Real Madrid. En la extinta Antena 3 Radio descubrí a un narrador peculiar trazando líneas argumentales inimaginables de lo que sucedía sobre la cancha del entonces equipo yugoslavo. Del mismo modo logró Montes echarle esa pizca de sal a sus intervenciones en la COPE.

El seguimiento televisivo de la NBA en España se ahogaba en sus carencias. Atrás quedaban los "refritos" aderezados por los también irrepetibles comentarios de Ramón Trecet. Con la compra de los derechos por parte de Canal +, las madrugadas pasaron a convertirse en espejo cómplice de todo lo que pasaba en la gran liga. Acertada la decisión de ofrecer partidos NBA con una periodicidad más que adecuada, y acertada la elección de los protagonistas de la puesta en escena.

No hay nada mejor que satisfacer almas voraces de información fiel y fresca sobre el basket que contar con gente preparada y dispuesta. Antoni Daimiel ponía la cordura, el saber enciclopédico, y la salsa al picante. Andrés Montes era el encargado de mezclar ese picante, de la narración poco académica pero efectiva, de los motes imposibles y del entretenimiento.

El estilo de Montes sumó detractores pero también un incontable número de apoyos. La demostración del éxito de la fórmula fue el empuje que las retransmisiones de la pareja supusieron para la NBA en un territorio con una nula oferta de baloncesto nocturna. Canal + todavía se intenta recuperar del duro golpe que supuso el desmembramiento del dúo Montes-Daimiel.

En la Sexta, Andrés repitió el guión narrativo. La diferencia con respecto a lo ya conocido, a lo clásico, chocó con un mundo, el del fútbol, corrompido por la herencia de un pasado con esquemas cuadriculados. Y aquí es donde encajó Montes, con sus incorrecciones, con su despiste intencionado y el mejor de los humores para sacar del abatimiento y el aburrimiento las tardes y noches de fútbol.

Nos quedamos sin saber qué ocurrió en aquel verano, Daimiel. Descanse en paz.

sábado, 10 de octubre de 2009

Nivel irreal

No hay nada mejor que ver las cosas desde la lejanía. Apartado de la urbe la reflexión se hace calmada y relajada. A la vuelta a las zanjas, el cemento, la tierra seca y las obras inconclusas pre-olímpicas uno se encuentra con que el Real Madrid no ha podido con los Jazz de Utah. Tampoco sorprende demasiado. La previa apuntaba a una indeterminación en el resultado final, a la posibilidad de que el equipo español acariciase el cogote de los "mormones". Nada más lejos de la realidad. La lógica se impone y en una nueva ocasión hablamos de niveles diferentes. Aunque aquí podríamos tener en cuenta varios factores que sirven para explicar lo sucedido.

A pesar de estar justo en el inicio de su temporada, el Real Madrid todavía tiene por delante mucho trabajo para ajustar una plantilla remozada casi hasta el extremo por obra y gracia de Antonio Maceiras.
Ettore Messina debe aclarar el rol de determinados jugadores, decidir el sobrante de la rotación (la situación de Hervelle, ídolo de la afición, preocupa), y aplicar su brillante concepto de juego a un equipo acostumbrado a llevar otro ritmo.

El incombustible Jerry Sloan dijo al término del partido que al Madrid "le faltó altura para competir". Una verdad irrenunciable, ya que no se contó con el concurso fundamental de Felipe Reyes y del belga Van der Spiegel. Con la participación de los dos, sobre todo de Felipe, quizá estaríamos ante otro resultado.

Sloan reconocía la debilidad de su rival en la pintura. El coach de los Jazz sabe muy bien de lo que habla, ya que él mismo ha tenido que lidiar en su carrera con plantillas flojas de nivel y recursos en esa zona, sacando petróleo de jugadores como Ostertag.

Otro elemento a tener en cuenta es el hecho de que los chicos de Sloan juegan de memoria. Los cambios no son significativos de una temporada a otra, y salvo alguna incorporación y pequeños movimientos puntuales, los esquemas son los mismos.

Ni los tiempos ni las preparaciones son equiparables. Con las plantillas al completo y a mitad de temporada se igualaría todo.