martes, 14 de diciembre de 2010

Salida de los infiernos

Ni el más veterano de los aficionados del Madison recordaba una racha de victorias semejante. Ocho triunfos en línea para colocarle a los Knicks el cartel de equipo revelación de este inicio de temporada. Tampoco entre los jugadores habría una incertidumbre especial entorno al nuevo curso. La realidad supera cualquier tipo de predicción optimista.

Si repasamos de un modo veloz "La Divina Comedia" de Dante Alighieri, podemos hacer una comparación más que amistosa con esta realidad "knick".

Del éxito más pomposo, y casi irreverente en algunos extremos, se llega al hundimiento, al descenso a los infiernos de NY. Un pago por los pecados cometidos estando en lo más alto de la burbuja de un champán bebido hasta consumirse. Cuando no había gota que llevarse a la boca, el encargado de limpiar el cristal simplemente se dedicó a ensuciarlo más. Contratos excesivamente elevados para jugadores con dudoso merecimiento, la entrega del poder total a un desnortado Isiah Thomas y cantidad de decisiones serpenteantes que dejaron en la absoluta ruina el crédito de una franquicia acostumbrada al brillo.

El paso por las brasas hizo arder la llama del desconsuelo de los aficionados fieles. Y parecía poco probable que alguien se atreviese a descolgar una escalera desde la que poder ascender de lo más profundo. Se llamó a Donnie Walsh, a la espera de convertirse en el hacedor de milagros. Trabajo en la sombra a medio plazo, contratación de un entrenador vistoso pero hasta la fecha poco eficaz (D´Antoni), y planteamiento de renovación para hacer acomodo a estrellas de verdad. Se ganó algo de tiempo para afrontar su nuevo plan.

Falló la opción más deseada, y Lebron hizo las maletas para encontrar acomodo en otro destino más cálido. En Nueva York le aguardaban sonrisas de satisfacción, miles de brazos completamente abiertos y un mercado listo para ser explotado. Pero no. "King" James acudió a la llamada de la soleada Miami al grito de guerra lanzado al unísono por Wade y Bosh.

La sorpresa vino con agradecimiento a otro tipo de mercado con etiqueta Lebron. El mercado de los agentes libres trajo a Amar´e Stoudamire, que renunció a ser complemento necesario en un contendiente al título para luchar junto a su antiguo coach en un proyecto de futuro.

Stoudamire lidera el paso por el purgatorio de los Knicks, asombrando a muchos y consolando a los pocos que resistían el calor de las brasas.
El efecto Amar´e arrastra a sus compañeros que mejoran sus prestaciones cada día e incluso un triste Felton recupera sus mejores sensaciones. Pocos recordaban más de una quincena de pases de canasta del ex jugador de North Carolina.
La explosión de los chicos de D´Antoni es vista como un ascenso a un Paraíso liberador de todo pecado que no obstante todavía tiene que ser escrito. De momento contamos con un boceto aproximado y con buena letra. Ahora sólo falta plasmarlo en una serie de folios en blanco.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Crisis de identidad

Hay equipos que de pronto despegan fulgurantemente para darse un golpetazo doloroso contra el suelo. El presagio escrito en alguna parte le daba a los Grizzlies un margen de mejora importante esta temporada, después de haber deslumbrado en fases del curso anterior.
Alguien sentado en cuclillas ahora mismo se pasa la mano por el pelo buscando respuestas ante un decepcionante arranque.

Una excelente pretemporada no dejaba ver la fragmentación que la lucha de egos ha ido creando de las mejores prestaciones enseñadas hace tan solo unos meses.

La película sigue el mismo guión aunque los protagonistas principales gozan de mayores tomas y nadie duda de sus primeros planos. Gay se lanza sus dos zapatillas y las de algún compañero y no guarda para sí ni un ápice de voracidad anotadora. Randolph es aparentemente el pegamento de las piezas sueltas, pero la lucha por un contrato alto puede hacer que abandone la colaboración y negocie en verano con la estadística en la mano.

Sumanos un elemento hasta ahora disperso como Conley, al que el cambio de temporada le ha pillado en plenitud de facultades anotadoras y de presencia en cancha. Más balones y menos opciones para los demás.

Perjudicado como siempre Gasol, que picando piedra termina sacando oro del poco espacio que le conceden sus compañeros. Raro es de nuevo el partido en el que se juega más de una decena de lanzamientos. A pesar de todo, sus porcentajes son plausibles, su cartel sigue intacto y su imagen va en progresión ascendente. Una tarjeta de presentación en la que se puede leer su buena relación con el balón, su entrega, su capacidad de sacrificio y su visión del colectivo. Rara avis en la liga sin duda.

Otro de los damnificados por la avalancha es Mayo, que ha "pactado" su puesto de sexto hombre para comprobar si saliendo en la segunda unidad es posible rascar un poquito más. Lo malo es que si la dinámica no es ganadora su planteamiento puede acabar en una completa frustración.

Sobre el papel, con la incorporación de Tony Allen, el buen hacer del rookie Henry y las de momento esporádicas apariciones con eficiencia del venezolano Vasquez, el esquema cuadraba perfectamente dentro del grupo llamado a ocupar las plazas de arriba. La práctica demuestra que la química funciona con la proporción adecuada de los elementos, y aquí alguno sobrepasa el límite.
Bueno, otros no llegan, como Thabeet. Una decepción a nivel personal, que esperaba un pívot atlético, rápido y un pelín más ágil en sus movimientos. Requiere trabajo, y eso es quizá por lo que hay que apremiarle. Incluso Mutombo, con escasos recursos en sus primeros pasos baloncestísticos, logró altas cotas en su carrera NBA. Un ejemplo y un espejo en el que mirarse.

Pero todo va tan deprisa que quizá no haya tiempo. El negocio devora al ritmo de las pirañas. Y no sólo el tanzano, sino todo el equipo debe salir del lago antes de que no queden ni los restos. Sólo se conseguirá si hay cesión y se aparcan individualidades.

lunes, 22 de noviembre de 2010

El corazón de Monty

Un prometedor alero de la universidad de Notre Dame soñaba con ser uno de los diez primeros en estrechar la mano de David Stern en el Draft del 94. Finalmente tuvo que esperar a ser llamado en el vigésimo cuarto lugar. Los Knicks le eligirían en esa primera ronda, aunque aquel equipo nada tiene que ver con el despojo de los últimos tiempos que poco a poco va adquiriendo cuerpo.

Poco afortunado en New York, sembrado de jugadores de clase y con mucha competencia en su puesto, su camino NBA le reservó un espacio de anexo en el banquillo como hombre de refresco. La fortuna sonrió a Monty Williams cuando se le detectó una seria afección cardiaca, la misma que se llevó por delante al all-star celtic Reggie Lewis en la cumbre de su carrera. El mismo tipo de dolencia que segó la vida de la famosísima estrella de instituto Hank Gathers, con algo más que visos de ocupar el Olimpo.

Se le advirtieron los peligros a los que se enfrentaba, pero Monty decidió luchar contra su destino en la cancha. Con un tratamiento de por vida pudo completar una sólida carrera jugando una veintena de minutos por partido y colgó las botas dando las gracias a la suerte convertida en ángel de la guarda.

La visión del baloncesto que le otorgó su condición de suplente, unido a la madurez y templanza que consiguió a la fuerza para mantener a raya a su corazón, le hicieron desarrollarse mentalmente como entrenador. La táctica y los galones los fue adquiriendo a la sombra de Nate McMillan en los Blazers, donde permaneció cinco temporadas como asistente.

La oportunidad como primer entrenador le llega ahora en un proyecto a la deriva, con cambios en todas las líneas horizontales de dirección y gestión. New Orleans Hornets. Coge el juguete roto, busca pegamento e intenta hacerlo funcionar, le dicen. Y para sorpresa de todos, el bueno de Monty no sólo hace funcionar lo que otros habían casi echado a la basura, sino que lo convierte en el juguete de moda.

Cierto es que el talento de este equipo es innegable, pero ya había dado muestras de un desgaste casi fatal el curso pasado. Demostrado queda que en la NBA con un par de buenos traspasos se puede pasar de no ser nada a ser algo tremendamente competitivo.

Chris Paul se ha recuperado para la causa, y hace buena la teoría de que no ofreciendo tus mejores números y jugando con perspectiva puedes sacar lo bueno de tu equipo. West luce su mejor cara y Ariza encaja de nuevo como hombre de equipo.
La nota de color la pone el italiano Belinelli, que ha pasado de la marginalidad a desempeñar un papel decisivo en dos temporadas. Después de lograr unos excelentes registros en su primera pretemporada en Golden State fue relegado de forma inexplicable y no pudo asomar la cabeza en todo el tiempo que fue ocultado en lo más profundo del banco "warrior". Marco no pudo brillar tampoco el año pasado en Toronto, quizá jugando demasiado encorsetado al estilo Rudy en los Blazers. Ahora le llega el momento.

Los Hornets acaban de apuntalar el edificio en construcción con la llegada de un hombre interior como David Andersen exportando la negatividad que podría sugerir la suplencia de Stojakovic. El milagro de Monty, que deja en el empeño parte de su castigado corazón y toda la fe que le llevado hasta aquí.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Frío polar en Miami

Muchos pensaban que este año sería un auténtico paseo para el enésimo "equipo de ensueño" en la NBA. Tres all-star como Wade, Bosh y Lebron decidían unir sus talentos en un proyecto destinado exclusivamente a que estos dos últimos lograsen su primer anillo y quién sabe si iniciar una saga.

Nada más lejos de la realidad. La historia de la liga está plagada de fracasos. A la memoria me llega el intento de Lakers en la temporada 2003-2004. Echando un vistazo al roster es como para echarse a temblar de la tremenda calidad que en aquel equipo había. Se juntaron Kobe, Karl Malone, Gary Payton, Shaq y Horace Grant. También pululaban gente experimentada como Bryon Russell o Rick Fox. El costalazo fue sonado. En su última oportunidad, Payton y Malone rebajaron sensiblemente sus sueldos para convertirse en "laker" pero no lograron hacer fuerza para derrotar a unos Pistons que literalmente les barrieron en las series finales.

Ahí estamos hablando de toda una colección de grandes jugadores. En los Heat son tres las estrellas y el resto jugadores accesorios. Salvo casos puntuales las individualidades no han hecho equipo ni han servido para ganar títulos. El mismo Jordan tuvo que claudicar ante el reparto de minutos y de galones previsto por Phil Jackson para pasar a la historia como campeón.

A Miami le cuesta mover el juego, e incluso han tenido que recurrir a un olvidado para las lides NBA como Arroyo para conducir el ataque. La pelea interna con Spoelstra ha relegado a Chalmers a un tercer plano, aunque está por ver que Mario pueda ser el canalizador de talento en los Heat.

Los nervios y las voces críticas han empezado a aparecer, aunque parezca mentira con los primeros pasos de la temporada, y no es descartable que en un par de meses Pat Riley decida sustituir a su "delfín" Spoelstra para terminar la temporada con decencia y con opciones.

Otra cuestión que se plantea es algún tipo de traspaso de jugadores de banquillo que lleve a Miami a un auténtico director de juego que se complemente con el trío mágico. No debe desdeñarse la opinión de Bosh para "colocar" en el ramillete a Jose Calderón, un tipo profesional, fiable y que no levanta la voz. Perfecto para los intereses que ocupan. Además, acaba de hacer un partido muy bueno en Miami y eso cuenta.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Lotta Love

Hace casi tres décadas que Moses Malone logró lo que parecía impensable en un partido de baloncesto, anotando 32 puntos y capturando 38 rebotes con la camiseta de Houston en un partido ante los desaparecidos Supersonics. De talento indudable y de trabajo constante, Malone tuvo una prolífica carrera en la NBA adornada con un anillo de campeón y tres premios como MVP. Hizo méritos suficientes para formar parte ya del Hall of Fame.
Pasados 14 años de la gesta de Malone, Charles Barkley logró barrer de los aros 33 balones, aunque en su apartado estadístico no pudo sumar la treintena de puntos.

Son dos anotaciones en la historia de la liga a la que hay que añadir un asiento más. El fornido pívot de los Wolves Kevin Love merece ese honor después de anotar 31 puntos y recoger 31 rebotes (12 de ellos ofensivos) en su partido ante los Knicks.

Love es uno de esos tipos que con un tamaño sensiblemente inferior al de sus rivales tiene que bregarse con astucia debajo del aro para ganarse las habichuelas. Demonizado por los "scouts" debido a su talla, suficiente para hacerse con un nombre en la etapa colegial y universitaria pero dudosa para la NBA, ha callado muchas bocas en su carrera como profesional. Fue el número 5 del draft de los Rose, Westbrook, Mayo, Beasley y Gallinari, y algún cronista le colocaba en sus previsiones más arriba.

De familia acomodada, se integró en una universidad de renombre con un prestigioso programa de baloncesto como UCLA. No esperó a completar su ciclo estudiantil pensando que ya había enseñado que era merecedor de jugar con los grandes. Una decisión que despertó inquietud en una comunidad que pensaba contar con Love y Westbrook para llevar otra copa de campeón NCAA a la llena vitrina de galardones. Nada que hacer, los dos emprendieron un viaje hasta ahora exitoso. El base de los Thunder es serio candidato a allstar y Love ya figura con nombre propio en el historial estadístico de la liga.

En el anecdotario queda que Love es sobrino del cantante de los Beach Boys, Mike Love, aunque sus prestaciones en la cancha hacen pequeña esa referencia en su hoja de servicios.

martes, 9 de noviembre de 2010

El furgón de cola

Un puñado de partidos ya clarifican gran parte del devenir de muchos equipos. Aunque todavía es pronto para coger el ritmo y agarrarse al grupo de arriba, ya hay descolgados a los que no les va a valer ni con "hacer la goma", usando terminología ciclista.

Ni Wizards ni Clippers esperaban una temporada brillante ni mucho menos. En el caso de Washington, lo suyo empezará a notarse a partir de la temporada que viene. Ahora es el tiempo para que Wall asimile de forma adecuada el vertiginoso camino de la fama, luzca galones de líder y se juegue unos cuantos tiros cuando las piernas y las manos tiemblen a pocos segundos del final. Por lo demás sus bisoños compañeros tendrán partidos para foguearse y coger confianza útil para futuras gestas.

El caso de Clippers es el de la definición de mal endémico. Tirarán este año a la papelera y cruzarán los dedos para que Griffin no se lesione y les salga rentable. Baron Davis no debería resignarse a estar nuevamente viendo llenarse el casillero de derrotas. Mientras el dueño Sterling no desespere, pueden estar tranquilos.

Sorprende el mal resultado de Bobcats, donde ni Wallace ni Jackson se encuentran a su mejor nivel. La apuesta era liberar a Felton para no cargarse de un pesado sueldo más y darle más minutos al prometedor Augustine, al que Larry Brown pulirá a su imagen y semejanza. Tampoco es rival para profundizar en playoff, pero se asomaba un repunte del rendimiento desde el banquillo de Henderson junto con el despegue definitivo de Tyrus Thomas. Veremos si su motor carbura.

Tampoco el resultado de Rockets refleja la previsión, quizá mediatizados por el "ahora sí, ahora no" del tiempo de Yao en pista. ¿Desconcentrados este año o sobrevalorados el pasado? Demos un para de meses para comprobarlo.

Lo de Toronto seriamente me preocupa, por el estado anímico de Calderón y porque tiene pinta de ser un proyecto abocado al fracaso. Parece que Jack le ha ganado la partida a Jose, y eso no son buenas noticias para los Raptors, que van sin rumbo ni guía.

En Minnesota le han dado una nueva oportunidad a Milicic y eso quiere decir mucho de dónde quieren ir esta temporada. Se dejarán llevar buscando ganar algún que otro partido que nos les hunda en una clasificación negativa histórica y pelearán por un número 1 del próximo draft sobre el que construir el futuro junto con Ricky.
Del resto que pululan por la zona baja, poco espero de Pistons o Sixers. En el Oeste las cosas estarán más igualadas.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Previsiones (Southwest Division)

Equipos muy experimentados y veteranos que buscan el bálsamo de la eterna juventud y un equipo con sangre muy joven que tiene que aunar talentos.

Hornets: Han superado un proceso complicado de cambio de identidad. La nueva personalidad del equipo de New Orleans sólo conserva a West y Paul. Le faltan centímetros pero tiene gran calidad en el perímetro. Belinelli tiene ante sí la oportunidad de ocupar la plaza de Stojakovic, en progresivo retiro. Llegarán al playoff con seguridad, el límite se lo marcarán ellos mismos.

Mavericks: Nowitzki se ha mostrado fiel a un equipo que no le dará la opción de ganar anillo, al menos este año. Las piernas van a pesar más que nunca en el ecuador de la temporada. Hay poderío y pasarán sin problemas de fase. Lo de avanzar más de dos rondas ya es otra cosa. La respuesta del banco no parece que vaya a ser la adecuada. Beaubois tiene que enseñarse más.

Spurs: Popovich siempre hace funcionar la maquinaria. Aunque desgastada, se le han hecho algunos retoques interesantes. Si Splitter funciona, será complicado ganar la partida debajo del aro a los Spurs. Jefferson verá más el aro y tanto Hill como Neal serán importantes en la rotación. Pasó el momento de ser inexpugnables, ahora deben ser prácticos y dosificar la carga de partidos.

Grizzlies: Tiempo para afianzar lo conseguido el curso pasado. Conley será crucial para hacer un reparto lo más equitativo posible del ataque entre Randolph, Gay y Mayo. Gasol rebañará nuevamente lo que pueda y se encargará de hacer equipo. Deberían pelear por el segundo puesto de la División. El papel de Tony Allen será trascendente. No parece que Thabeet vaya a ser un pivot dominante ni en el presente ni en el futuro.

Rockets: Han estado tan pendientes de Yao que se han olvidado de barrer en casa. Adelman tiene mucho trabajo por delante para hacer que sus jugadores crean en sí mismos. El veterano entrenador es experto en hacer rendir a equipos con escasos mimbres, y aquí hay más talento del que se quiere ver a priori. Optarán al puesto octavo en el Oeste. ¿Se hablará por fin de Scola en la NBA?

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Previsiones (Pacific Division)

Dominio laker en una división en la que habrá muchas esperanzas rotas.

Lakers: Se juega un año más con la presión de ganar un nuevo título. Pau repetirá en el all-star y será el auténtico pegamento de un equipo que aspira a ser menos dependiente de Kobe. Odom, Artest y Brown tienen que aportar más en la primera parte del campeonato y descargar de responsabilidad a Gasol y Bryant. Muy interesante la llegada de Barnes para sumar intensidad a la segunda unidad.

Suns: Los minutos del esloveno Dragic serán este año más determinantes. Sin Barbosa, ahora le toca crecer con la ayuda del muy veterano Nash, en los últimos coletazos de su dilatada carrera. Devuelven a la NBA al "griego" Childress al tiempo que intentan recuperar para la causa a Turkoglu y espabilar a Warrick. Robin Lopez querrá quitarse la etiqueta del "gemelo malo". A la caza de alguno de los últimos puestos que dan derecho a jugar el playoff.

Warriors: La apuesta es nuevamente el sumar más puntos que el adversario. Para ello se cuenta con la incansable capacidad de generar tiros de Monta Ellis y el equilibrio desde el exterior que ofrece Curry. Equipo muy vistoso que añade al rocoso y útil David Lee, que dotará de mayor fuerza a la siempre olvidada pintura en Golden State. Se quedarán fuera del playoff aunque lucharán hasta el final.

Kings: Tyreke y más Tyreke. Todo el juego pasará por el rookie del año, que tendrá que demostrar que está llamado a coronar grandes gestas en el futuro quien sabe si lejos de Sacramento. De la juventud y las piernas frescas surgirán buenas noches de baloncesto en contraste con otras sesiones horribles. Faltan por definir los roles definitivos de ciertos jugadores como Casspi o Landry.

Clippers: El impacto del por fin rookie Blake Griffin no será suficiente para evitar que "el pariente pobre" de L.A caiga en la más absoluta desidida allá por el mes de marzo. Agotadas las neuronas al intentar convencer a Lebron de unirse al proyecto, su objetivo de crecer no está en el corto plazo. Gordon será el máximo anotador del equipo. Si no quiere convertirse en jugador ramplón, Baron Davis debería irse.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Previsiones (Northwest Division)


Buen nivel y competición a priori igualada con tres aspirantes claros a playoff.

Thunder: Cuando la máquina está engrasada en Oklahoma City es simplemente demoledora. Durant como comandante y Westbrook como jefe de campo al mando de unas operaciones en las que cada vez son más importantes las aportaciones de Green y Harden. Han reforzado la línea exterior con un experimentado Peterson y un tirador como Daequan Cook. Atención a Serge Ibaka, que crece muy rápido.

Blazers: Rudy seguirá un año más en una franquicia que pese a reproches y cambios seguirá optando a meterse en la segunda ronda de playoff. Roy reclama más balón y es el deber de McMillan no enfadar a Aldridge y Miller dándole poderes absolutos a su "ojito derecho". Interesante la incorporación de Matthews. ¿Veremos a Oden este año?

Nuggets: Pese a los rumores y deseos confesados de Carmelo de abandonar Denver, Anthony liderará una vez a los Nuggets a una carrera por el título en el Oeste. Han ganado la tremenda capacidad de anotación de Harrington. Shelden Williams intentará aprovechar sus minutos y Lawson seguirá siendo el fiel aprendiz de Billups.

Jazz: Williams, Jefferson, Millsap, Kirilenko y Bell. Un gran quinteto que podrá apagar muchos fuegos que vayan apareciendo. Mucho músculo y altura se ha reunido junto a Sloan para paliar la ausencia de cenímetros de Millsap y los despistes defensivos de Jefferson. Se depende del rendimiento saliendo del banquilo de Miles, Price y alguno de los que jueguen por dentro. Si hay motivación pueden superar las previsiones.

Wolves: Nombres de perfil medio se unen al eléctrico Flynn, al voluntarioso Love y al triste Beasley. Este último tendrá que arrimar el hombro o la condena de su futuro incierto caerá sobre él. Rambis hará lo que pueda en una temporada en la que se verá un franca mejoría de Ellington, desplazado hasta ahora en un equipo que espera a Ricky Rubio.

domingo, 31 de octubre de 2010

Previsiones (Southeast Division)

Sin duda la división más apretada de todo el Este, con el Big Three y dos bloques sólidos.

Heat: Wade, Lebron y Bosh. Tres talentos que unen sus voluntades para ganar el anillo que a James se le escapa y que estuvo siempre muy lejos del alcance de Bosh. Válidos escuderos al servicio de la causa como Ilgauskas, Miller o House y leales como Haslem, Anthony y Jones serán el verdadero termómetro del calor en Miami. Demostrado queda que tres estrellas solas ni hacen equipo ni ganan títulos. ¿Qué pasará con Chalmers?

Hawks: Atlanta este año será un poco menos de dominio absoluto de Joe Johnson, que cederá una parcela mayor a Horford. Sus aspiraciones pasan por la salud mental de Josh Smith y los buenos números de Marvin Williams y de Crawford refrescando el ambiente desde el banco. Sigo pensando que Bibby necesita un recambio, y ahí es por donde pueden venir gran parte de los problemas. Darán guerra por el primer puesto en la Southeast. Estrenan entrenador.

Magic: Equipo muy equilibrado que viene de hacer una buena pretemporada. Han apuntalado puestos clave y a poco que remen con el viento a favor podrían deja atrás a todos. Howard ha trabajado para mejorar sus rudimentos de ataque y parece a priori que todos tienen claro cuál es su papel. Redick tendrá que justificar el gran contrato firmado en verano.

Wizards: Juega en Washington el que será rookie del año. Wall concentrará más atención que la dirigida el año anterior a Tyreke. Es lo que tiene vestirse la camiseta del equipo de la ciudad capitalina. Se espera una temporada más plácida que la anterior, en cuanto a disgustos, en la que sin presión se podrá afianzar el proyecto de cara a la temporada que viene. Entonces tendríamos que ver el despegue definitivo.

Bobcats: Luchará con Wizards por no ser el último en la división. Paciencia. Eso es lo que se volverá a pedir al sufrido hincha. Wallace apurará sus opciones de all-star y Tyrus buscará la anotación como argumento contra los que dudan de su valía. Jackson tampoco se cansará de sumar puntos. Dicho ésto, no les será suficiente para ver de lejos la lucha encarnizada por el primer puesto.

jueves, 28 de octubre de 2010

Previsiones (Central Division)

Nivel ligeramente superior a la Atlantic Division pero muy lejano al de la aplastante Southeast. No hay Lebron en el que fijarse.
Cavs: Hay que sobreponerse a la marcha de Lebron, y será el momento para los que han vivido al abrigo del líder absoluto. La pretemporada ha servido para cambiar el chip de dependencia por otro que lleva el término "solidaridad". El colectivo deberá respaldar el año I sin King James. Que nadie espere una temporada all-star de Mo Williams.

Bulls: El cotizado asistente durante años de los Celtics Tom Thibodeau es el encargado de escribir en la pizarra las jugadas de los nuevos Bulls que se presentan sin su siempre útil Hinrich y con la mirada puesta en la segunda ronda de los playoffs. La experiencia de Boozer y el buen hacer de Rose, Deng y Noah hacen de Chicago un candidato claro a ganar la división.

Bucks: Pequeños ajustes en un roster que apuesta por la continuidad y la confianza en Skiles para dar un paso definitivo a la segunda ronda con mayores garantías. La diferencia la marcarán la salud de Bogut y la salida del banquillo de Maggette. Jennings tendrá que jugar para el equipo y es obligado que tanto Gooden como Ilyasova aumenten su frencuencia anotadora.

Pacers: Expectativas diversas según sea el que lo plantee. Collison contará con minutos suficientes para confirmar lo que empezó a enseñar el año pasado. Dunleavy, McRoberts y Hansbrough se repartirán un trozo del pastel que no puede, ni debe, comerse en soledad Granger. En los partidos previos al inicio de temporada se ha visto a un muy fortalecido mental y tácticamente Hibbert. Dejamos sus opciones en barbecho.

Pistons: Un no rotundo por respuesta a la pregunta de si se les podrá ver luchando por puesto en segunda ronda. Será una travesía por el desierto con oasis inexistente. La lesión del prometedor sueco Jerebko ha sido un auténtico mazazo. No se esperará demasiado a McGrady.

martes, 26 de octubre de 2010

Previsiones (Atlantic Division)


Un nivel más flojo que otras temporadas en una división en la que se tendrán que emplear a fondo para colocar a más de un equipo en playoff.

Celtics: El núcleo duro es un año más viejo y las oportunidades de arrebatar la supremacía a los Lakers con este bloque se agotan. Con buen criterio se ha decidido respaldar a Perkins con un peso pesado como Shaq (en su último servicio en la liga) y el otrora rutilante Jermaine O´Neal, aunque a veces el criterio no ve la ganancia en la pista. Por lo demás, vuelta a casa de Delonte West y el descubrimiento para el público NBA del turco Erden. Serán primeros en la división.

Raptors: Las miserias de Toronto no se van a aliviar fácilmente. Si la respuesta a las plegarias es el lituano Kleiza, que ni siquiera formó parte de la liga el año pasado, cuando se repase el roster hay por lo menos que fruncir el ceño . Bisoñez y una inútil lucha por minutos en el puesto de base son los aspectos destacados. Calderón no debe sumirse en la desesperación. Se busca con fruición al mejor Bargnani.

Sixers: Jugadores de clase, bregadores y talento a explotar. Iguodala será de nuevo, aunque muchos se empeñen en relegarle, la referencia. Brand puede haber superado sus achaques y ser importante. Nocioni tiene que encontrar la motivación para sentirse uno más y Hawes da un toque de vitalidad bajo los aros. Si alguien ve a Evan Turner debe decirle que ya está con los profesionales.

Knicks: Desgraciadamente para los fieles del Madison, Stoudemire no será el remedio para los males de una franquicia que no ha logrado convencer a Lebron para ser un "newyorker". Será difícil de asimilar para Amar´e la colección de derrotas que irán apareciendo. Felton, Fields, Chandler, Mason y Gallinari tendrán que eludir el egoísmo si no quieren echar al respetable de las gradas. El ruso Mozgov aspira a ser algo más que un toque exótico para la hinchada de origen ruso.

Nets: Está en duda la capacidad de este equipo para revertir la dinámica perdedora que arrastró todo el curso pasado. Brook Lopez y Devin Harris comparten un liderazgo que será compartido por los impulsos anotadores de Murphy y Morrow. La clave para ser más competitivos puede ser Farmar, acostumbrado a ganar y con ganas de correr. Hay cierta descompensación entre la línea exterior y la interior que difícilmente será corregible. No echarán de menos al chino Yi Jianlian.

lunes, 25 de octubre de 2010

El espejo griego

Los acontecimientos que tuvieron lugar en Grecia este fin de semana dan para unos minutos de reflexión. Una huelga efectiva en protesta por el silencio de la patronal ante una serie de reivindicaciones laborales ha masacrado la credibilidad de una liga en franca decadencia.

Las amenazas finalmente se cumplieron y una mayoría de jugadores griegos profesionales no se calzaron las zapatillas. Luego llegó la escenificación de la tremenda desunión que existe en el colectivo, sobre todo por parte de los que más cobran. Panathinaikos y Olimpiakos pagan muy bien y los nacionales de estos equipos decidieron que les era más rentable estar del lado del patrón que de sus compañeros. Respetable.

Una mezcla de extranjeros y amateurs poblaron las canchas pero la pantomima estalló con la actuación del presidente del sindicato de jugadores, Lazaros Papadopoulos. El fortachón pívot heleno se enfrentó a los "esquiroles" e incluso se dice que agredió a un policía. Tremendo. El caso es que se ha decretado una orden de busca y captura contra Lazaros, que se encuentra desaparecido. Por cierto que los que le buscan se pueden unir a los que todavía intentan encontrar desde hace años en Madrid al desnortado Papadopoulos.

Todo ésto viene muy bien cuando se habla de conflictos entre trabajadores y patronal, y el nivel de tensión y violencia que se puede generar. Ni que decir tiene que tenemos muy cerca el caos francés.

En la NBA el convenio colectivo tiene vigencia hasta el año que viene, y ya hay quien se apresura a decir que el "lock-out" está próximo. Las posturas de liga y jugadores se encuentran a años luz de posibilitar un acuerdo. Stern aboga por una reducción del treinta por ciento de los salarios para evitar la quiebra de las franquicias y nadie parece dispuesto a rebajarse un céntimo del sueldo ni a recortar prestaciones adquiridas a lo largo de unos fructíferos años.

Se sabe que Stern es un tipo duro de pelar, y de hecho se mantuvo firme hace diez años cuando los jugadores dieron el plantón. Tras meses de negociación y de aproximaciones se terminó disputando una descafeinada liga de cincuenta partidos. Pocos quieren que se repita lo sucedido.

El ejemplo griego es una piedra de toque. No imagino a ninguna estrella NBA zurrando a un policía precisamente sino que tengo la visión de una mansión, una piscina y una siesta sin fin. Sin embargo no se puede desdeñar el efecto negativo para la imagen de marca de la NBA y el desplome de una serie de contratos de temporeros y jugadores de pelaje menos llamativo. Al tiempo. Showtime.

sábado, 23 de octubre de 2010

Toronto sin Bosh


Muchos en Toronto siguen conteniendo la respiración después de la marcha de Chris Bosh en busca del anillo en el enésimo equipo de ensueño.

Cuando el principal baluarte abandona hay que encontrar respuestas en el bloque. Calderón es líder en pista a pesar de que se intente ver a Jack como el impulsor del ataque raptor. Las limitaciones de Jarret existen y no creo que haya dado ejemplos de liderazgo ni en Portland ni en Indiana. Otra cosa es que hablemos de un tipo de jugador más accesorio que anota y pasa. Entonces sí nos acercamos a su perfil.

Jose es querido por el público y está mejor que bien considerado en Toronto por lo que he podido comprobar en primera persona. Hace jugar, piensa y actúa. Es de los que sube el nivel de sus compañeros. Que le pregunten a Bosh quién le da el pase dónde y cómo le gusta. O al mismo Bargnani, que entre caraja y caraja ha mejorado sus prestaciones hasta casi colocarse en la línea all-star.

El escenario ahora es diferente. La figura de un nunca comprometido Turkoglu se cambia por un renacido Kleiza. Al lituano el paso por Europa y el Mundial le han fortalecido mentalmente y se ve como la primera opción de ataque. Cierto es que en su anterior etapa no fue un jugador oscuro, pero en este momento cuenta con mejor conexión cerebro-manos.

Por lo demás, y fuera de la pelea por el puesto de base, la cosa ofrece sus dudas. En esta pretemporada se ha querido repartir muy equitativamente el pastel de los minutos en pista, aunque sería extraño que Barbosa no gozase de la condición de titular. El saltarín DeRozan está entrando en el cinco en detrimento del bueno de Leandrinho.

Julian Wright tendrá su última oportunidad para ser chico del calendario entre los fans. Apuntaba a estrella y de momento es un mero relleno de banquillo y su tiempo de agota.

Es en la zona donde la salsa es más espesa. Bargnani debe dar otro paso al frente y espera ser escoltado por el fornido e impulsivo Evans, tan buen bregador como poco mordedor en ataque. Un toque de clase se verá saliendo presumiblemente del banco. David Andersen es mejor que la mayoría de "cincos" que pueblan la NBA sin verdadero nivel, y tiene que vivir con la etiqueta de pívot blanco, lo que se traduce en trabajo sin brillo.

Pocas opciones de entrar en play-off. Si todos reman en la misma dirección y Kleiza y DeRozan son sólidos, quizá puedan ver de reojo el octavo puesto.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Kobe y el trash-talk

Tierras lejanas, inicio de pretemporada, falta de forma y relajación. Con todos estos elementos se presentó un poco retocado ganador de la NBA.

La motivación viene por la cantidad de miradas y la responsabilidad de llevar el nombre asociado de "campeón del mundo". Aunque esta consideración se establece por aquellos lares de manera unilateral, es cierto que admite poca duda. Nadie fuera de la exigente liga puede contrarrestar el alto nivel de los Lakers. Salvo un equipo de la calidad del Barça en circunstancias como las planteadas.

El arranque de la temporada es bastante liviano en sus primeras semanas, con entrenamientos para recuperar el tono que en muchos casos siguen al partido de estreno. El ejemplo es que el calendario ofrece hasta 12 partidos diarios tras solamente una semana de entrenos.

Sin más que una mirada de soslayo a las pesas, los chicos de Phil Jackson cumplen con el trámite impuesto por Stern de pasearse por puntos clave del mercado NBA fuera de los Estados Unidos. La presencia de Pau en Los Angeles obliga a rescatar el pasado de Gasol para elegir contendiente. Otros viajarán todavía más lejos para enseñar las bondades de un baloncesto con posibilidad (y necesidad) de crecimiento.

Los jugadores del Barça rinden a las mil maravillas y obligan a Kobe a esforzarse más de lo inicialmente previsto. Aquí el compromiso de Pau está fuera de toda duda.

Y tenemos que introducir un elemento importante en el juego sucio NBA. El "trash-talk" se espolvoreó hace años y gente de distinto pelaje y calidad se encargó de hacerlo suyo. Distracción, cabreo y opción de descentrar. Con estas premisas la eficacia del lenguaje basura se expande como una plaga. También crece como recurso en la defensa de un jugador en mejor forma. Este es el caso que nos ocupa.

Kobe se ve sorprendido por el nivel de juego de un desconocido para él Pete Mickeal. Un tipo que, con aspiraciones justificadas de ser NBA, se queda fuera de la fiesta. Dallas le invita a participar después de seleccionarle en el draft hace diez años, pero rompe la tarjeta. Sueños rotos y a buscarse la vida.

La maleta de Mickeal guarda enseguida uniformes de equipos de ligas menores y a lucir pegatinas de distintos países. El pasaporte de Pete se sella en lugares tan insólitos como Filipinas.

Su talento anotador le hace aterrizar en Lugo, donde se convierte en ídolo. Pocos alicientes en un equipo acostumbrado a la derrota y acepta un nuevo rol, el que le ofrecen en Vitoria. Chaval, tendrás que mirar menos a canasta y ser uno más. Anotarás cuando haga falta. Firma y se recicla.

Mickeal encaja a la percepción y sus pasos siguientes le llevan a Barcelona. El trabajo le recompensa con un papel importante en el mejor equipo europeo del momento.

Con poco que demostrar tiene que aguantar las "sobradas" de Kobe, se pica y gana. Después de sufrir, sudar y machacarse durante años no acepta la palmadita en la espalda de Bryant, y por eso el desafío es algo más que una victoria. Una reivindicación para alguien que soñó con ser uno más en la NBA.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Lebron: Un problema de racismo o publicitario

Ser sectario va aparejado a un extremismo incomprendido salvo para el que asiente el discurso. El racismo es un hecho no superado, comprendido pero no asumido en una parte de la sociedad anclada en unas ideas tan caducas como el colonialismo.

Cuando es un dirigente político el que encabeza este tipo de historia, el asunto se hace enorme y se nos cubre de información más o menos interesada. ¿Y qué pasa cuando es un deportista de élite el que asoma el pie por detrás de la puerta?

Se supone que la sociedad entiende que la opinión del deportista se ciñe a los cuatro tópicos de la rueda de prensa posterior al entrenamiento o al partido. Pocos son los considerados por su ágil verbo o su capacidad de análisis. Muchas veces no se quiere ver que hoy en día el espejo para las generaciones más jóvenes son los que visten un determinado calzado o lucen aquellas ropas atractivas. Su valoración puntual de temas de calado se convierte en referencia por falta de costumbre.

Lebron James se pone delante de un micrófono deja entrever que su huída al sur, a Miami, obedece a criterios no sólo deportivos y que tanto las críticas como la falta de popularidad sobrevenida con su decisión tienen ciertos matices "raciales".

Claro, ésto lo dice en horario de máxima audiencia y las alarmas se encienden. Es difícil meterse dentro de la masa gris de Lebron, pero si de verdad lo piensa, creo que no ha calculado la dimensión de sus palabras.

En un mundo lleno de mentiras, de trucos publicitarias y estrategias de mercado de dudosa calificación moral, una argumentación así cae a plomo. Quizá la ausencia de focos durante unas semanas haya magnificado las ideas en el interior de la cabeza de James, y aunque no se tengan demasiado en cuenta sí merecen una reflexión.

¿Con qué objeto alguien que está acostumbrado a vender su talento, sus pies, sus manos y hasta sus sueños realiza una declaración de este calado? Entre todos se debe luchar para que los pensamientos rancios, antiguos e inhumanos como el racismo queden en el destierro, pero pongo en duda que Lebron quiera ser el abanderado de la causa. O quizá sí. Si es así, tendría que dar más recorrido a sus palabras.

martes, 21 de septiembre de 2010

La indefinición y Rudy

Con Rich Cho intentando poner un poco de orden en el gallinero y McMillan desperezándose y quitándose las últimas legañas, la pretemporada de los Blazers va encontrando una calma no demasiado estable.

Rudy se ha incorporado con ansia de enseñarse después de semanas de dudas y declaraciones sinceras poco correctas de cara a su actual hinchada. Un amago de lesión y una palmadita en la espalda del bueno de Nate han sido las primeras notas del diario de la nueva temporada para el mallorquín.

No se apagan las brasas del traspaso, que se removieron a concienca en época estival. Ahora cobra fuerza el rumor que le sitúa en España, donde tanto Madrid como Barça se lo rifan. Los dos grandes de nuestro baloncesto preparan la chequera aunque no está nada claro, al menos para el que escribe, que Rudy quiera huir.

El castigo al insurgente se paga caro en la NBA, sobre todo si no eres nacido en el país de las barras y estrellas. Carmelo puede poner condiciones, imponer silencios sobre su futuro, tachando pretendientes, tensionando a los dirigentes de los Nuggets y de media liga y se queda tan tranquilo. Rudy simplemente tiene que caminar descalzo sobre las brasas como penitencia.

El crédito uno se lo gana en pista con sudor, y en el exterior con una buena imagen. Pau tuvo que esperar años hasta que el reconocimiento fuera mayoritario. La sombra acompañó siempe a Gasol y terminó de desvanecerse en el momento en el que trinufó como laker.

Me consta que Toronto rinde tributo a Calderón, pero un base extranjero no goza de especial predicamento en determinados lugares. Un fallo de Calde se mira con una lupa más grande.

El talento de Rudy es innegable, y si bien es cierto que tendría hueco y mayor importancia en el roster de casi todos los equipos, la "herencia McMillan" le reserva un papel secundario como excelso triplista. Poco que ver con sus verdaderas capacidades.

Lo que toca ahora es entrenar fuerte, jugar duro y esperar a que Cho se decida por alguna de las ofertas que todavía están en vigor encima de su mesa. El fichaje de Wesley Matthews y el progreso de Bayless no ayudan, y el futuro de RF pasa por empezar de 0 en otro lugar. Eso sí, si le dejan.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La ingratitud de los medios

El reloj biológico me dice que ya ha empezado la liga de fútbol y que cualquier destello de deporte "alternativo" será tratado en la televisión a modo de pequeña reseña pintoresca.

Se habla del aumento de la oferta deportiva, de más horas de espacio, pero en el fondo seguimos anclados en la misma vieja historia. El entrenamiento de turno de los tres equipos con derecho de pernada en la tele, la rueda de prensa con los tópicos de siempre y las preguntas "punzantes" a los entrenadores con quite para el titular. Y ya está.

El baloncesto se estrella en el Mundial y ya desaparece cualquier atisbo de noticia. Si los nuestros hubiesen vuelto con el oro después de un gran partido ante los Estados Unidos de Durant, estaríamos hablando del recibimiento, homenajes, entrevistas y toda clase de embalajes de reconocimiento.

Mucho se podría estar debatiendo en los foros abiertos con los nuevos canales sobre el futuro de la selección, con propuestas, analistas y un seguimiento de lo que creo se acerca al desmembramiento interno. ¿Quién será el arquitecto del nuevo rascacielos en la zona asolada? Lo tendremos que saber por la prensa especializada, que no es mucha pero por lo general, rigurosa y de fiar.

Si Scariolo sigue, si el follón quizá desencandene una fuga de jugadores de cara a las próximas citas no es tan importante como el que a Cristiano Ronaldo le vayan a dar una "hostia" en el próximo partido. ¿Qué se sabe de Jose Calderón? ¿Podrá empezar en plenitud la temporada con los Raptors? Tendremos que acudir a los reductos de siempre para poder enterarnos.

La declaración de intenciones de la nueva tele MarcaTv, de informar y no quedarse en la mera retransmisión está muy bien, sólo espero que no se deje llevar por la corriente contaminada del río del fútbol, que sólo deja que naden los peces de siempre. Hacen falta abrir más caminos para que el deporte no se quede sólo en la Olimpiada, Europeo o Mundial de turno. Es un paso el haber retransmitido el Mundial. Mucha suerte y que dure.

martes, 14 de septiembre de 2010

Repaso a la ÑBA

Lejos del horno mediático en el que se sumió la participación de la selección española, se puede hacer una lectura más sosegada de lo que muchos llaman fracaso.

En el recuerdo, y las hemerotecas, quedan las poses fatalistas tras el anuncio de Pau Gasol de renunciar al Mundial para dedicarse al reposo veraniego. Pocos pusieron en duda la decisión del laker, cargado de partidos y con una exigencia deportiva muy a tener en cuenta. Ahora ya hay quien pone el foco sobre la ausencia de Pau.

Debemos anotar en negrita la lesión de José Manuel Calderón, llamado a ser el líder en pista. Ricky ha tenido que cargar con un peso demasiado grande para el todavía bisoño base. No era su momento. Ni ha funcionado Rubio ni el sustituto de Calde ha sido el más afortunado. Sigo pensando que el tren de la selección se largó sin retorno hace ya tiempo dejando en tierra a Raúl López. La ventaja de conocer al dedillo los deseos de Scariolo no ha sido un valor suficiente.

La mala forma de Llull también ha sido un condicionante extremo para el rendimiento de la segunda unidad, que ha dado el paso al frente solamente en situaciones puntuales. Convertir en especialista con minutos contados a Felipe tampoco ha sido un acierto. Mumbrú puede asumir ese papel, pero para el bravo Reyes es síntoma de desconfianza.

En el transcurso del campeonato Rudy se desquició, con su futuro profesional NBA en el aire, por la cercanía de McMillan, por su errático inicio, todo se hizo trizas en la cabeza del mallorquín. Pero se encontró, como hacen las grandes figuras. Encontró su sitio, recuperó las buenas sensaciones y desterró por unas horas los fantasmas que le atormentan. Si un tipo gris como Batum juega más que tú en Portland, ¿no merezco yo arrancar algún minuto más? La respuesta como siempre en la cancha.

El hueco de Pau tenía que cubrirlo en gran medida su hermano pequeño. El esfuerzo de Marc no se vio acompañado por sus compañeros sobre todo al inicio, y entonces serpenteó con una vulgaridad que está a años luz de su verdadero nivel. Necesita que todos en el barco remen para que su trabajo a veces oscuro y otras reluciente despliegue toda su intensidad. El relevo en el "cinco" apunta maneras, aunque Vázquez debería adquirir mayor protagonismo en ataque y mantener la calma en defensa. Buen dúo interior que ha estado muy por debajo de lo que puede dar.

Garbajosa ha escrito su último capítulo como jugador de la selección. Homenaje y a casa con el deber cumplido después una década en una brillante hoja de servicios.

Y Navarro. La vida sería otra sin Navarro, sin su coraje, su liderazgo, su desparpajo y su valía cuando el agua te llega al pecho. Si fuese nacido en los Balcanes su juego no habría admitido ningún fruncimiento del ceño al otro lado del charco.

Creo que sería bueno un relevo en el banquillo, pero por lo que parece las voces y las instrucciones desde el borde de la pista tendrán el mismo protagonista.

domingo, 5 de septiembre de 2010

La nueva oportunidad de la ÑBA

Ventajistas metidos en la piel de comentaristas, pesimistas reconvertidos en fans apasionados al calor de las victorias y enemigos temporales de la selección enfudados ahora en armadura de cruzado. Todos ellos ahora cambian un discurso que era muy diferente hace unos días.

Muchos pensaban que España no iba a tener un camino de rosas después de la baja conocida de Pau y la inesperada de Calderón, y otros se subían al carro de la final sin saber que en este tipo de equipos es el ritmo de la competición el que engrasa las tuercas oxidadas.

Nunca he sido un seguidor especial de Scariolo, por su histrionismo del pasado ni por sus métodos en pista. Es un buen entrenador, quizá con mérito suficiente para dirigir a un exitoso grupo, y la victoria en el Eurobasket le dio crédito para afrontar el Mundial.

Sin embargo creo que ha estado lento de reflejos en ciertas ocasiones clave y esos errores, junto por supuesto a los cometidos en pista por los jugadores, han colaborado a crear un clima de ansiedad que ha agarrotado el juego hasta el sufrimiento casi extremo. Personalmente hubiese optado por Sergio Rodríguez para sustituir al "todavía" Raptor, por su experiencia NBA que también le ha obligado a acostumbrarse a jugar estático y lento.

Al rescate Navarro y Gasol, y a tener en cuenta la paulatina resurrección de Llull, tan fundamental en las eliminatorias como las toallas en el banquillo.

Ahora ya contamos con un tapete y unas fichas nuevas, y la partida da la tranquilidad de que no nos encontraríamos con el rival más peligroso hasta la final. Sobre Estados Unidos me reservo mi comentario para más adelante.

jueves, 26 de agosto de 2010

Levantando de nuevo la mirada

De vez en cuando es bueno el descanso, aclarar conceptos e ideas, y dejar que el aire limpio entre por la ventana. Los viejos recuerdos no necesitan una limpieza exigente para eliminar las motas de polvo.

La emoción del arranque del nuevo curso sigue en "stand-by", y mientras tanto podremos entretenernos con una serie de partidos que pondrán en el mercado un puñado de aspirantes a estrella, fichajes de diverso pelaje, algo de caspa y mucha imaginación a la hora de cerrar presupuestos en los equipos europeos.

Una descafeinada representación de la NBA pisará las canchas turcas con el ansia de arrollar a todo el que se cruce en su camino hacia el campeonato. Sin duda alguna no es el mejor de los llamados "Dream Team", ya que ni siquiera puede acompañarse en este caso del calificativo de "ensueño", pero la lógica nos advierte de que llegará a la final.

La sorpresa es un factor a tener muy en cuenta en este tipo de competiciones, y no hay que olvidar fracasos del pasado, que sin duda viajarán en paralelo al transcurso de las jornadas. La selección española ya ha dado un susto al principal candidato, y ello servirá de acicate para las propuestas que aporten sus rivales en la cancha.

Habrá tiempo para el análisis. Más allá del Mundial, la NBA ofrece una nueva imagen, rediseñada después del deseo de Lebron James de obtener anillo de campeón lejos de Cleveland. Finalmente todo ha girado entorno a la decisión de King James, y todo dirigente ha esperado con la calculadora encendida y unas cuantas combinaciones y nombres escritos en un viejo cuaderno de notas. Miami será contendiente y todos estarán pendientes de cómo mezclan sus talentos Wade, Lebron y Bosh.

Las pataletas de Doc Rivers abren la puerta a una pretemporada que promete ser jugosa en los comentarios y en los últimos coletazos de los retoques de las plantillas. Estaremos aquí para contarlo. Bienvenidos.

martes, 1 de junio de 2010

La final más deseada

La suerte de los campeones, y un empujoncito de las almas que lucieron las camisetas que cuelgan de sus pabellones han ayudado a que de nuevo el clásico Lakers-Celtics sea una realidad.

Nada hacía presagiar que unos envejecidos Celtics y unos descompensados Lakers llegasen a ser la última pareja de baile. Las rondas previas habían enseñado distintos desencuentros con la previsión. Parecía que las fauces de los cachorros hambrientos de pasar a la gloria iban a alejar del camino al equipo de Phil Jackson. La sorpresa no se consumó y los Suns despetaron de un sueño que nunca aspiraron a tener. Sin embargo los chicos de Jackson no llegan frescos y además lo hacen con alguna que otra dentellada de consideración.

El caso de la franquicia de Boston es diametralmente opuesto. Lejos de un óptimo rendimiento en la primera parte de la temporada, con muchísimas dudas apuntando a ciertos jugadores, en esta segunda fase han arrancado de cuajo el cartel de favoritos que colgaba de sus rivales. Primero echaron a la cuneta al proyecto ganador de Lebron James, y luego destrozaron el inmaculado curso firmado por los Magic.

Ahora las fuerzas están supuestamente igualadas. Gasol se olvida de su reunión con viejos colegas para luchar por el campeonato del mundo y se centra en la pugna que le aguarda debajo de los tableros con el rudo Perkins, el cuasi retirado Wallace y el mermado Garnett.
Las leyendas volverán a pintar un cuadro en el que Pau está invitado a figurar en un primer plano.

Showtime...

sábado, 22 de mayo de 2010

El pistolero contra el muro

El retorno a la competición de Gilbert Arenas no será plácido ni mucho menos. Se supone que ya ha pagado el peaje por unas acciones que surgieron de una escasa lucidez mental.

El anteriormente conocido como "Agent Zero" ha dejado de ser un ejemplo de entrega, de liderazgo, para ser condenado a la soledad. El aficionado "wizard" no le mirará con la misma intensidad esta temporada. Habrá en Washington otra figura a la que idolatrar los próximos meses. Todos los pronósticos, avances y previsiones apuntan a que será John Wall el elegido como número 1 del draft. Los Wizards tendrán de nuevo la oportunidad de seleccionar al mejor de entre la clase colegial, y Wall por lo visto será quien asuma el papel de guía de la franquicia de Washington.

Está por ver el encaje que se haga en el seno de un equipo con una herida sangrante que necesita muchos apósitos. Para el optimismo se cuenta con una plantilla en la que la juventud fluye como la hipocresía de nuestros políticos. Wall, Blatche, McGee, Young, Thornton o incluso Howard suponen algo más que una esperanza, eso sí, si se sabe gestionar su tiempo en pista. El base a elegir es enérgico, con elasticidad y capacidad de salto. Suficiente para aglunitar a las gentes a su alrededor. Está por ver si podrá poner orden dentro del caos.

Con el asunto de la pistola, Arenas perdió más que su condición de líder y el beneplácito del público. Nadie le verá del mismo modo, ni siquiera los que se dejaban ver con la camiseta del O en la cancha de la ciudad capitalina.

Wall, joven a rabiar, con la presión como compañero de habitación los últimos años, y con la exigencia de pilotar un bólido caro como es siempre el equipo de la universidad de Kentucky, estará obligado a rendir desde el minuto uno para no verse cegado por unos focos que han desviado del camino a unos cuantos aspirantes a estrellas en tiempos recientes.

miércoles, 19 de mayo de 2010

El auténtico orgullo verde


Los Celtics ganan sus partidos y enteros de cara a una presumible final contra los Lakers. Roto por completo el factor cancha, la final de conferencia en el Este lleva consigo una sorpresa en mayúsculas.

Ni los expertos más críticos podían digerir una derrota de los Cavs en la ronda previa, teniendo en cuenta que el liderazgo de Lebron había originado un clima muy bondadoso para la franquicia de Cleveland. Una inoportuna lesión ha mermado la capacidad de "King" James, aunque es indudable que la confección del equipo podría dar a entender que algún otro asumiese parte de la responsabilidad. Nadie ha dado el paso al frente y el futuro de Lebron se aventura lejos de Cleveland.

La eficacia de los Celtics arrastra por el fango los papeles con crónicas en contra de una temporada que parecía abocada al fracaso y que olía a fin de ciclo. Con Garnett lastrado, Pierce, Rasheed y Allen en franco retroceso, y con el único empuje del "crecido" Rondo, pocos podíamos pensar que los inquilinos del Garden harían suyas las viejas proclamas de Auerbach. El "viejo Red" estaría orgulloso del rendimiento contra pronóstico de sus chicos.

En Orlando todavía siguen buscando respuestas, tanto en la cancha como fuera del pabellón. Todo estaba bien atado, con un equipo medianamente compensado y no tan desgastado como otros aspirantes. Una temporada que deja ciertos interrogantes en los Magic, como el tremendo peso que el nuevo contrato ha supuesto para el sustituto de Howard. Gortat no ha sido merecedor de un reconocimiento que le pilla grande. La ausencia de un "cuatro" dominante resta credibilidad al juego interior, a pesar del buen hacer de un falso ala-pívot como Lewis.

Un ejercicio de pedagogía no iba tampoco a servir para explicar de manera pormenorizada las razones que convierten desde ya a Boston en claro candidato a acompañar en la final a los Lakers. Siento que la verdadera sorpresa de la temporada, los Suns, se quede en el camino, pero intuyo que Phil Jackson no dejará escapar un nuevo enfrentamiento con el eterno rival.

Si no hay un vuelco anímico importante, la reedición del clásico será un hecho. Por el bien de la competición sin embargo necesitaríamos esperar un poquito más, con finales de conferencia más ajustadas. Veremos.

domingo, 11 de abril de 2010

Los mejores del año

MVP. Fuera del trío básico de los últimos años, Lebron, Wade y Kobe, debe anotarse un candidato fundamental para esta temporada. El crecimiento de Kevin Durant y de sus Thunder ha sido exponencial y notorio. Alejados de valoraciones basadas en hechos pasados, mi voto es sin duda para Durant, por un presente consolidado y un futuro con tope poco predecible. Elasticidad, explosividad, mejora evidente en el tiro lejano, liderazgo y compromiso con el juego colectivo, ésa es su tarjeta de presentación.

Rookie del año. Hace unas semanas se despejaron las dudas. Si Brandon Jennings comenzó de manera fulgurante con una serie de exhibiciones de pase y anotación, pronto emergió una figura inesperada hasta por los cronistas más avezados. Tyreke Evans no se encontraba en ninguna quiniela inicial. Su "training-camp" fue bastante bueno, pero no dejaba asomar la tremenda temporada que en números individuales ha supuesto para este base-escolta llamado a hacer grandes cosas en la liga. Ni el arreón final de otro joven a tener muy en cuenta, Stephen Curry, le arrebatará el gran honor de ser el mejor entre los rookies.

Mejor sexto hombre. Ni la mopa del Madison dará una respuesta diferente. El "hawk" Jamal Crawford recibirá el premio por su contribución saliendo desde el banquillo. El equipo de Atlanta ya experimentó el curso pasado una aportación destacable con Flip Murray, y este año Mike Woodson ha potenciado el papel de su "sixth man". Crawford capitaliza gran parte del juego en sus treinta minutos en pista, y ha sido determinante en un puñado de partidos. El progreso de los Hawks en el playoff dependerá en gran medida del empuje de su sexto hombre.

Jugador con mayor progresión. Marc Gasol tendrá sus votos, aunque la baja en el último tramo de la temporada va en su detrimento. También Memphis lo ha notado. A su favor cuenta el español con la mejora de los Grizzlies y el reconocimiento de prensa y jugadores a su valía. Sin embargo me inclino a pensar que finalmente será Andray Blatche quien reciba la consideración. Los Wizards han vuelto a tener un año para olvidar, con reaparición y sanción gravísima para su líder Gilbert Arenas. Dentro de la dificultad ha emergido desde lo más profundo del banquillo un tipo alto, atlético y con mucho baloncesto por desplegar. Blatche ha sido el "tapado" de Washington. Ojalá me equivoque y Gasol se lleve a casa el premio.
Mejor defensor. Siempre he pensado que este premio es muy relativo, porque entran en valor otras consideraciones aparte de las meramente estadísticas y de impacto en el juego. Jugadores tan ofensivos como Jordan lo han recibido, así que el espectro es más amplio que el del mero especialista defensivo. Por poder reboteador, taponador y sus labores de intimidación mi voto es para Dwight Howard.

Mejor entrenador. Será de justicia que el entrenador de Oklahoma City Thunder, Scott Brooks, consiga este preciado y valioso reconocimiento. Una mejora que supera las veinte victorias con respecto al año pasado, el equipo en playoff, y una sabia dirección de un conjunto muy joven. No creo que otro "coach" se lo haya merecido más.

domingo, 14 de marzo de 2010

Recta final al playoff

El playoff por el título ya vive en el piso de al lado. Llega con los recibos pagados aunque todavía no tiene claro el nombre de los ocupantes de las habitaciones.

El asunto en el Este anda un poquito más nítido. A día de hoy el octavo puesto de Toronto sólo lo amenazan los Bulls, que no divisan un buen horizonte con la lesión en la muñeca de Derrick Rose. Detroit no termina de carburar y al resto sólamente vienen para mirar y se irán sin comprar nada. Sólo una descomunal caraja haría cambiar la situación actual.

Los Lebron Cavs navegan a velocidad de crucero, y la llegada vía traspaso de Antawn Jamison les dota de una artillería mayor de cara a la segunda ronda. Orlando, Milwaukee y Charlotte se están mostrando muy competitivos últimamente, y el crecimiento de estos dos últimos equipos esta temporada es digno de elogiar. Brown ha convertido a unos tristes Bobcats poco a poco en una masa con forma esponjosa.

En New Jersey, al igual que hacen los equipos de Fórmula 1 cuando las cosas no funcionan, deben ya pensar en la temporada que viene, intentando eso sí salvar los muebles en el aspecto estadístico.

La pelea en el Oeste se aventura más encarnizada por abajo. Memphis puede que no llegue a tiempo pero lo intenta, y no sería desmerecedor en absoluto de una plaza en playoff. Portland bastante ha hecho con mantenerse con un pie dentro de los 8, teniendo en cuenta la plaga de lesiones y diversos encajes que ha tenido que ingeniar McMillan (pero que no le den el premio al mejor entrenador, por favor).

La novedad la aportan los Thunder, que liderados por un Durant a ritmo de MVP y con un equipo bisoño y un banquillo escaso suben peldaños. Ya comentaremos más adelante la remontada de los Mavericks desde la mejor operación de cambio de cromos de los tiempos modernos, pero se puede destacar que en su casillero suman trece victorias seguidas y le soplan al cogote a los Lakers.

Asistiremos con atención al devenir de las próximas semanas.

sábado, 6 de marzo de 2010

El oficio de la NBA

El sueño NBA a veces ofrece un sabor demasiado agrio para los que osan cruzar el charco en busca de una aventura rentable tanto a nivel profesional como personal.

Desde los primeros tiempos, desde la época del búlgaro Glouchkov y de nuestro Fernando Martín el trasvase europeo ha llenado butacas de avión. Experiencias más o menos afortunadas. En el recuerdo queda el sufrimiento de una estrella sin precedentes en el viejo continente como Petrovic, que asumió un rol demasiado alejado del verdadero papel que el universo del baloncesto le tenía reservado. Un desgraciado accidente nos privó del mejor Drazen en la NBA.

Ahora podemos disfrutar de un puñado de jugadores que disfrutan cada uno a su manera de la "american way of life". Pau Gasol ya luce su anillo y un estatus trabajado en años de una irregular relación mediática. Pasó de ser "rookie del año" a pasear en las tinieblas periodísticas como líder de un proyecto incierto. La llegada a los Lakers arrojó luz y algo más a una carrera jalonada de una profesionalidad más que demostrada. Como los mejores, ahora goza del beneficio de la duda.

Los tiempos de Marc Gasol los marca su ritmo de adegalzamiento. La línea cada vez más delgada de su figura es correlativa al nivel que exponencialmente va mejorando. Es valorado por la prensa, por el aficionado y por sus compañeros. Todo un mérito para el que se acerca al galardón de jugador más mejorado del año.

José Manuel Calderón sale de una lesión y lucha tanto contra su falta de confianza como las dudas que algunos quieren esparcir sobre un sólido rendimiento. Ya lo decía Daimiel anoche, los promedios del ahora titular Jarret Jack son similares a los del español. Lo que está claro es que la fluidez ofensiva de los Raptors es sensiblemente mejor con Calderón al mando.

Rudy no está a gusto y se nota. A un guerrero como él le cuesta acoger de buen grado su papel como tirador. La directiva no obstante ha dejado un mensaje claro con los traspasos de Blake y Outlaw, apostando por Batum y por Rudy. En la NBA el pago no se hace en la barra con la consumición, sino que se hace en la vuelta al bar, con lo que en este caso los minutos otorgarán los futuros rangos en unos blazers dependientes de Roy.

Y Sergio Rodríguez. La desazón del canario como elemento decorativo del banquillo de McMillan se prolongó en cierta medida con un poco valiente Westphal, que no dejó circular sus planteamientos internos en los que Sergio figuraba en lugar preferente en los Kings. Con su traspaso a los Knicks al menos puede desarrollar un juego más acorde con su talento. Llamado a ser titular, ese privilegio le fue arrebatado demasiado pronto por no se sabe muy bien que razonamiento. Visionando el partido de anoche ante los Raptors, se entiende muy poco lo que pretende D´Antoni en un equipo en el que el liderazgo se lo lleva un jugador fuera de forma, de peso, y sobredimensionado en el campo. En sólo diez minutos "El Chacho" asentó a los Knicks y dotó al ataque de una frescura rara vez vista en Manhattan. No es suficiente para un entrenador arrastrado por una marea que trae consigo gran cantidad de agua turbia y de mensajes en botellas con nombres de agentes libres este verano. Es difícil convivir con todo eso. Es el oficio de la NBA.

domingo, 28 de febrero de 2010

Jordan al frente de los Bobcats

Se confirmaron los rumores que venían apareciendo con una intensidad especial en los últimos días. Michael Jordan se convierte en el propietario de una franquicia NBA, tal y como era su deseo manifestado una vez que colgó las zapatillas.

El hasta propietario, el millonario Robert L. Johnson, ya se había cansado de que el dinero se fuese por el desagüe sin remisión. La inversión de Johnson había sido cuantiosa. No sólo había tenido que hacer frente a un pago de 300 millones de dólares que garantizase la viabilidad de la compra, sino que a esta cantidad se añadían una serie de gastos complementarios y necesarios para afianzar el proyecto. En total el bueno de Robert habría desembolsado una cantidad cercana a los 335 millones de dólares, y se estima el volumen de deuda desde que adquiriese los Bobcats en el año 2004 en unos 150 millones.

MJ nunca mostró interés en proyectar su conocimiento del juego como entrenador, y quiso emplear su influencia desde el sillón en algún equipo de la liga. Primero surgió la oportunidad de formar parte del staff directivo de los Bobcats, y Jordan no pudo renunciar a integrarse en un equipo de su estado, del que se siente muy cerca.


Jordan consolida con la compra un poder que ejercía en la sombra, y que le había llevado a la toma de decisiones importantes, o al menos de sugerencias, en cuanto a operaciones y traspasos. Aciertos y algún desacierto. Muy clara es la influencia de MJ en la contratación de su amigo Sam Vincent como entrenador jefe, decisión controvertida y finalmente fallida.



A Michael le queda un equipo en crecimiento, con un jugador all-star como Gerald Wallace, jóvenes prometedores y entrenador como Larry Brown que sabe lo que hace. Han ido subiendo peldaños poco a poco en las últimas temporadas y es posible que la imagen y los contactos de Jordan les ayuden a sanear la economía y a reflotar la franquicia.

El comisionado de la NBA, David Stern, se ha mostrado "satisfecho", entiende que con la llegada de Jordan Charlotte Bobcats "continuarán su crecimiento". Veremos cuáles son los primeros pasos y las primeras decisiones de Jordan como dueño absoluto de los Bobcats.

viernes, 26 de febrero de 2010

Fracaso del draft

Es un tipo muy alto en horas bajas. No es posible entrar en la cabeza de Hasheem Thabeet, pero seguro que tampoco estará viendo en la asignación a un equipo de la liga de desarrollo, la NBDL, la oportunidad de su vida.

Frecuentemente se habla de los "grandes robos" del draft, de fracasos y de aciertos, y en este caso de momento por lo menos apuramos el término "inquietud". Inquietud porque no se puede prejuzgar una carrera que acaba de comenzar, y porque no todos los jugadores tienen un impacto inmediato en la NBA.
Hace unos meses nadie dudaba de que el pívot tanzano iba a entrar dentro de las cinco primeras elecciones. De hecho a medida que se acercaba la cita del draft su valor iba subiendo enteros.
El scouting general otorgaba a Thabeet unas excelentes credenciales como defensor, siendo una auténtica referencia como intimidador y taponador. Suficiente quizá como prospecto de futuro, como muchos le veian, pero que no basta para saciar la sed de inmediatez en el éxito que prima en la NBA. No es habitual que se concedan demasiados meses de aprendizaje, y se espera que una elección tan alta ofrezca resultados tan pronto cuando se calza las zapatillas.

La previsión inicial de los Grizzlies era la de hacerle un hueco junto a Gasol, e incluso la de robarle muchos minutos a Marc. Ya en las ligas de verano se demostró que el tanzano estaba muy verde, así que tomó la decisión de ir introduciendo a Hasheem escalonadamente y sin prisas. Tampoco funcionó, con minutos en pista sus prestaciones no fueron las deseadas, y de repente a las cabezas pensantes de Memphis les dio por correr.

No hay duda a estas alturas de que la progresión de Gasol se ha visto favorecida tanto por la candidez de Thabeet como por la falta de confianza de Lionel Hollins en Haddadi. Aquí no obstante aparece un punto de inflexión para el iraní, que disfruta en los últimos partidos de un buen puñado de minutos. La temporada quizá sea más larga de lo planificado y todos los puestos tienen que quedar bien cubiertos.

Ha trascendido que el GM Chris Wallace ha estado tanteando a más de una franquicia para hacer un cambio de cromos con Hasheem en la operación. Nadie se atreve ahora a apostar por un jugador que despierta más dudas que ilusiones.

Los Dakota Wizards son el próximo destino del tanzano. Comprobaremos enseguida si puede responder al perfil de futurible o se convierte en un juguete roto en manos del marketing y de la escasez de jugadores altos en la liga.

viernes, 19 de febrero de 2010

La gran esperanza blanca

El desenlace del "trade deadline" nos deja unos movimientos que abren un espacio interesante. La partida de los agentes libres que se desarrollará este verano comienza a jugarse desde ya.

Sorpresa o no, el canario Sergio Rodríguez termina en New York después de hacer una breve escala en Houston. La NBA es así. Sin ni tan siquiera presentarse ante Adelman se pone a las órdenes de D´Antoni, recogiendo todo el tiempo en pista que ha esparcido un backcourt infrautilizado y nunca deseado. Ni Larry Hugues ni Nate Robinson fueron del agrado del técnico, y Duhon hace tiempo que se ha convertido en sospechoso. En su ficha ya no contabiliza notas positivas.

Hugues es un tipo con tanto talento como capricho. Su mejor rendimiento ha dependido siempre de la total liberación del "run-run" de su cabeza. El juego del controvertido base se iluminó por un corto periodo de tiempo, el que casi le convierte en all-star. Ahí comenzó su declive.

Robinson ha sufrido el mal de alturas. Las alturas se las dio su primera victoria en el concurso de mates. Su buen hacer en pista a menudo fue difuminado entre el recuerdo de sus vuelos en el fin de semana de las estrellas. Poco que hacer además cuando el entrenador no confía en tí. El desasosiego termina venciendo en la masa gris y te hace realizar acciones estúpidas como la de encestar en tu propia canasta y jugar sin tensión alguna. Mal asunto. Se une al clan "celtic" para darle minutos de descanso a Rondo. Es un buen jugador.

Duhon es un caso raro donde los haya. No demostró gran cosa en los Bulls, ejerciendo su función como suplente y logrando un buen contrato en una franquicia sin rumbo. Sus galones nunca fueron merecidos ni tampoco su puesta en escena fue especialmente meritoria. Juega porque no hay otro.

En este escenario se presenta Sergio Rodríguez, que deja un prometedor equipo para embarcarse en una aventura cuanto menos ilusionante. Por lo visto hace tiempo que es mirado con buenos ojos en New York, y su juego es del gusto de D´Antoni. Quizá necesitaban ver al "Chacho" con más minutos en pista antes de decidirse. Para el canario esta temporada ha habido de todo. Ha habido partidos con muchos minutos y una fase de la temporada donde ha vivido más de mismo.

Se dice que Westphal tenía especial predilección por el español, pero la presencia de tanto jugador ocupando puestos exteriores le cerraba el paso. Digo yo que a veces uno tiene que ser valiente y el coach de los Kings no lo ha sido. Creo que echará de menos al español.
Sergio ya ha debutado con los Knicks, con más de una veintena de minutos. Poco brillo estadístico pero buenas sensaciones de cara al futuro. Mucha suerte Sergio.

jueves, 4 de febrero de 2010

En el caos no hay error

Es posible que en situaciones de crisis un liderazgo no se manifieste, ni que adquiera el suficiente vigor como para sumergir la estima de otros en su propio icono.

La condición de líder es una virtud que requiere de una cobertura que le sirva de estímulo. Jordan no pudo llevar a su equipo a ganar todos esos campeonatos sin un patrón de juego, un guía que fuese capaz de conjugar el talento con el esfuerzo. Phil Jackson repartió la tarta entre el abanderado y los llamados a ser sus escuderos. Es posible que Pippen no hubiese sido allstar sin el aliciente de ser el segundo objeto punzante de los Bulls de MJ.

Esta temporada está siendo nefasta para los Nets. Derribado Lawrence Frank, las penurias del equipo de la otra orilla del río Hudson llenan un pozo sin fondo. El GM Vandeweghe bajó al banquillo para intentar reconducir una situación que ya es insostenible. Lo peor es que los propios jugadores no están nada convencidos y su rendimiento así lo refleja. Las derrotas minan la confianza y no ayudan precisamente a encender la mecha del optimismo.

Se pretendió desde los despachos dar un nuevo rumbo con el traspaso de Carter, para otorgarle plenos poderes a Devin Harris, que estaría rodeado de buenos jugadores en progresión. Aquí se suceden una serie de auténticos golpes de efecto, como la lesión de Harris, la no adaptación de Courtney Lee y la enésima pataleta del chino Jianlian. Se fue cociendo el caldo de una sopa amarga.

La NBA tiene sus peculiaridades. No existe presión por el descenso, y la única motivación pasados tres meses es la lucha por un puesto de playoff. Bueno, ahora los Nets luchan contra la propia historia de la liga, para no batir récords negativos de derrotas en una temporada.

Muchos tienen puesta su mirada en el paralizado cambio de sede, mordiéndose las uñas ante el nerviosismo de que el ansiado traslado a Brooklyn no se produzca. En este momento se complica, y más en la perspectiva de un equipo perdedor.

El nivel de los Nets ha descendido alarmantemente. Incluso un jugador mediocre como Kris Humphries ha tenido sus minutos de gloria. Tampoco ha sido difícil superar a sus compañeros. El talentoso Brook Lopez sigue pensando en la permisividad que el bueno de Kiki tiene con Yi, que ahora tiene vía libre para tirarse hasta las zapatillas. Lopez piensa que ha tirado del equipo en los malos momentos, y que ahora que está en el mejor escenario para ser el líder tiene un escollo que superar. Vía libre para Jianlian y menos importancia en ataque para Brook. Las rencillas no son buenas ni en una situación perdida.

A pesar de todo, en la actual circunstancia ya no hay lugar para los errores, porque cuando un pez se queda sin agua lo único que quiere es buscar un reducto para poder subsistir. En cuestiones de supervivencia el error no es posible, porque sólo se contemplan las salidas sin detenerse en el camino. Los Nets hace tiempo que se equivocaron.

domingo, 31 de enero de 2010

All-Star Dallas

Ya conocemos tanto los quintetos iniciales como los jugadores que saldrán desde el banquillo en la nueva edición del Partido de las Estrellas. Como siempre las elecciones han despertado más o menos discrepancia.

Este
El cinco inicial este año no desentona tanto como en anteriores ediciones. Me sobra Allen Iverson, que a pesar del enésimo desplante a uno de sus equipos, sigue albergando el cariño de los aficionados. La inclusión de Kevin Garnett no tiene el mismo trasfondo que el de A.I, ya que en este caso hablamos de un jugador mermado seriamente por una lesión pero con un inalterado espíritu de sacrificio por los Celtics. Wade, Lebron y Howard no merecen ninguna duda.

El análisis se hace más crudo al hablar de los suplentes. Muy injusta me resulta la no elección de David Lee, líder absoluto de unos mejorados Knicks. En su debe está precisamente el que la franquicia de New York no esté en posición de playoff. No entra Lee pero sí Al Horford, que está completando una buena temporada pero que entiendo insuficiente para lograr el status concedido por los entrenadores. Incluso me atrevería a apuntar el nombre de Bargnani, con registros anotadores mejores que los del dominicano y con un notable aumento en la faceta reboteadora. No está el italiano pero sí su compañero Bosh, que rinde a un nivel muy alto.
Veremos el debut de Rondo y Derrick Rose, haciendo justicia para los dos bases que son pieza esencial en sus equipos.
Gerald Wallace acude como premio a la buena temporada de los Bobcats, y sirve de acicate al grupo de jugadores vistos con un perfil inferior al de las grandes estrellas.
Nada que decir que clásicos ya en esta cita como Paul Pierce y Joe Johnson.

Oeste
El quinteto del Oeste es equilibrado y no hay verdaderos "robos". Muchos de los suplentes se presentarán en Dallas con la ilusión por bandera. Llamativo es el caso de Zach Randolph, con una actitud criticada por el que escribe, y que ha sabido granjearse el respeto de sus compañeros y convertirse en el líder de un equipo sólido. El alemán Nowitzki es el único "local", aunque francamente ningún otro compañero de los Mavericks hubiese merecido estar presente.

Decir Kevin Durant es decir futuro y a la vez presente, ya que se postula como un auténtico candidato a MVP. Versátil y completo, es una de las caras de la liga desde ya.
Deron Williams también debuta, aunque ciertamente lo podría haber hecho con anterioridad.
El lesionado Brandon Roy mantiene una línea regular en unos Blazers que han sabido reponerse a las adversidades. Chris Paul tampoco ofrece dudas, y me quiero detener en Pau. El mayor de los Gasol ha desafiado una campaña en su contra y jugará su tercer allstar con todas las de la ley. Las declaraciones de Chris Kaman las dejaremos a un lado.

Todo está listo...

martes, 19 de enero de 2010

Rigor y esperpento

La realidad siempre puede tener varias caras en función de la forma en la que se cuente. Muchos aspirantes a ser líder de opinión divagan sobre la importancia de aspectos a la postre tan míseros de contenido a efectos prácticos como un codazo a destiempo.

Un frustrado Baron Davis soltó el codo sobre Pau, y ésto levantó cierta polvareda en un sector de la prensa que parece estar más interesado en lo difuso que en lo global. Cierto es que se trató de una reacción impropia de un jugador de la talla de Davis, y tampoco es una actitud irreprochable, pero de ahí a considerarlo como motivo de apetura informativa es pasarse.

La NBA se ve salpicada de hechos lamentables, como la vinculación de Shawne Williams con el tráfico de drogas o el posible paseo de Gilbert Arenas por la cárcel. El todavía base de los Wizards se enfrenta a cargos por posesión de armas y puede ver peligrada no sólo su temporada sino su carrera. En una sociedad como la americana se pasa de héroe a villano en un suspiro, y si no que se lo pregunten a Tiger Woods, que de yerno ideal ha pasado a ser un personaje de lo más despreciable. Aquí eso no sucedería mientras convertimos en reyes del "prime-time" a seres de lo más inclasificable o a Belén Esteban.
Mucha culpa la tenemos los medios, que a veces no le damos la vuelta a los datos que se nos presentan y los servimos sin la debida claridad informativa o con acelerada visión. Los que escribimos nos debemos a un valor básico como es el rigor.

Fuera del discurso de intenciones, contamos con una liga que ofrece una tremenda igualdad, con posibilidades de playoff muy abiertas sobre todo en la Conferencia Oeste. Es destacable que los Knicks en temporada de transición estén a estas alturas a un partido del octavo puesto con 17 victorias. La segunda fase se paga un poco más cara en el Oeste. Seguiremos contando...

miércoles, 6 de enero de 2010

Deseos de Reyes

Mañana de ilusiones para los niños y para algún que otro adulto, que rememora su espíritu más infantil al abrir los regalos. Me da por pensar en los deseos de los equipos NBA en este día tan especial.

Conferencia Este

En Boston lo que pueden pedir es sobre todo salud. Ante una plantilla con tanto achaque, es crucial llegar sano a la segunda fase.

Cleveland clama por un mayor acople del equipo a Shaq, que ralentiza la transición, no permite la evolución de Varejao y lleva al precipicio a Ilgauskas.

Orlando y Atlanta llevan en sus peticiones el conseguir una mayor estabilidad en un juego inestable. Mejoran ligeramente sus prestaciones iniciales.

Miami y Toronto piden encontrar un rumbo definido. El problema lo tienen en la creación. Chalmers ha sido condenado al banquillo y Calderón sigue lesionado.

Charlotte y Milwaukee desean mayor fuerza interior. Sus posiciones exteriores están más o menos cubiertas y adolecen de apoyos debajo de la canasta.

En Chicago quieren de una vez por todas despertar del letargo. La excepcional última temporada les está pasando factura.

El deseo de New York llegará envuelto y con lazo el próximo verano. Mientras tanto, superan los objetivos para los que estaban llamados.

El siguiente paquete de equipos, formado por Washington, Indiana, Philadelphia y New Jersey, está marcado por el mismo patrón llamado decepción. Será complicado que lo superen. Un poco de carbón para ellos.


Conferencia Oeste

En el Oeste la palabra ilusión es la tónica dominante.
Los Lakers le piden al nuevo año que sus estrellas se queden al margen de las lesiones.

Dallas está a un buen nivel y genera menos dudas de las previstas.

Denver, Phoenix y San Antonio navegan en un mar de tranquilidad, y en sus deseos albergan esperanza de ser contendientes de nivel en playoff.

Portland ha pedido de palabra, por carta y por cualquier medio posible un antídoto para librarse del término "dique seco". Esperan aligerar su enfermería para afrontar lo que queda de curso con garantías.

Houston, Oklahoma City y Memphis han pasado de la indefinición a un proyecto de futuro serio. Quieren que sus jóvenes progresen.

Utah propone que Sloan inicie por fin un proceso de reconstrucción, al igual que Golden State y New Orleans.

Sacramento tiene suficiente con haber demostrado que puede luchar sin sus estrellas del presente (véase Kevin Martin).

Los Clippers están desesperados por ver a su flamante número 1 vestido de corto. Blake Griffin debe liderar a la franquicia pobre de Los Angeles.

Minnesota mira de reojo la evolución de Ricky. Muchos creen que será el base del futuro. Poco más pueden ofrecer.

sábado, 2 de enero de 2010

Promesas y virtudes

El nuevo año arranca con una victoria "in extremis" de los Lakers ante los bravos Kings, que van desterrando poco a poco la imagen de equipo perdedor y sin garra. Algo que ha hecho Westphal es dotarle al juego de una alegría impropia en años pasados.

El año 2010 va a ser complejo no sólo por su pronunciación en inglés (ya empiezan a existir ciertas dudas en ese sentido en zona anglosajona), sino por toda la cantidad de promesas y retos que se plantean. En el plano estrictamente deportivo, y reduciendo el campo de acción a la NBA, nos encontramos por ejemplo con un Pau pletórico, que despedía 2009 con un nuevo contrato mareante y con unas declaraciones en las que apuntaba que sería un fracaso no ganar el anillo.

No le falta razón a Gasol. El principal rival de los Lakers es su propio miedo a ser mejor que los demás, a no saber romper el partido jugando a medio gas, no ponerse las pilas y ofrecer segundas oportunidades a equipos menores. Ayer quedó palpable tanto su cierta falta de espíritu de inicio como su capacidad de pasar por encima del contrario.

Sacramento hizo bueno su patrón de juego de este año: el desparpajo. Brilló en los dos primeros cuartos y no se desmoronó en los dos últimos, simplemente sufrió el achuchón del campeón.

Y Kobe es mucho Kobe. Domina el dribbling, los tiempos y el lanzamiento bajo presión, como Jordan. Igual que MJ es capaz de aglutinar todo el ataque, de no dar bola cuando se le pone la canasta entre ceja y ceja y de ganar un partido él solo. A veces se equivoca, pero en noches como la pasada, justifica los desvelos de Phil Jackson, que ya retiró privilegios a Jordan en beneficio del conjunto. De momento Kobe sigue teniendo carta blanca en pista.

La promesa de Pau será posible si los Lakers aprovechan su mejor virtud, que es la habilidad de combinar el talento de Kobe, la clase de Pau y el trabajo del resto, que a veces no se asoman a la ventana y se quedan envueltos en la manta.

No me olvido de los Kings. Mucho se rumorea acerca de un traspaso. Demostrado que no necesitan a Kevin Martin, pueden conseguir a cambio de su antiguo líder un refuerzo para la zona interior, que les hace mucha falta. Esto acaba de empezar.