domingo, 14 de marzo de 2010

Recta final al playoff

El playoff por el título ya vive en el piso de al lado. Llega con los recibos pagados aunque todavía no tiene claro el nombre de los ocupantes de las habitaciones.

El asunto en el Este anda un poquito más nítido. A día de hoy el octavo puesto de Toronto sólo lo amenazan los Bulls, que no divisan un buen horizonte con la lesión en la muñeca de Derrick Rose. Detroit no termina de carburar y al resto sólamente vienen para mirar y se irán sin comprar nada. Sólo una descomunal caraja haría cambiar la situación actual.

Los Lebron Cavs navegan a velocidad de crucero, y la llegada vía traspaso de Antawn Jamison les dota de una artillería mayor de cara a la segunda ronda. Orlando, Milwaukee y Charlotte se están mostrando muy competitivos últimamente, y el crecimiento de estos dos últimos equipos esta temporada es digno de elogiar. Brown ha convertido a unos tristes Bobcats poco a poco en una masa con forma esponjosa.

En New Jersey, al igual que hacen los equipos de Fórmula 1 cuando las cosas no funcionan, deben ya pensar en la temporada que viene, intentando eso sí salvar los muebles en el aspecto estadístico.

La pelea en el Oeste se aventura más encarnizada por abajo. Memphis puede que no llegue a tiempo pero lo intenta, y no sería desmerecedor en absoluto de una plaza en playoff. Portland bastante ha hecho con mantenerse con un pie dentro de los 8, teniendo en cuenta la plaga de lesiones y diversos encajes que ha tenido que ingeniar McMillan (pero que no le den el premio al mejor entrenador, por favor).

La novedad la aportan los Thunder, que liderados por un Durant a ritmo de MVP y con un equipo bisoño y un banquillo escaso suben peldaños. Ya comentaremos más adelante la remontada de los Mavericks desde la mejor operación de cambio de cromos de los tiempos modernos, pero se puede destacar que en su casillero suman trece victorias seguidas y le soplan al cogote a los Lakers.

Asistiremos con atención al devenir de las próximas semanas.

sábado, 6 de marzo de 2010

El oficio de la NBA

El sueño NBA a veces ofrece un sabor demasiado agrio para los que osan cruzar el charco en busca de una aventura rentable tanto a nivel profesional como personal.

Desde los primeros tiempos, desde la época del búlgaro Glouchkov y de nuestro Fernando Martín el trasvase europeo ha llenado butacas de avión. Experiencias más o menos afortunadas. En el recuerdo queda el sufrimiento de una estrella sin precedentes en el viejo continente como Petrovic, que asumió un rol demasiado alejado del verdadero papel que el universo del baloncesto le tenía reservado. Un desgraciado accidente nos privó del mejor Drazen en la NBA.

Ahora podemos disfrutar de un puñado de jugadores que disfrutan cada uno a su manera de la "american way of life". Pau Gasol ya luce su anillo y un estatus trabajado en años de una irregular relación mediática. Pasó de ser "rookie del año" a pasear en las tinieblas periodísticas como líder de un proyecto incierto. La llegada a los Lakers arrojó luz y algo más a una carrera jalonada de una profesionalidad más que demostrada. Como los mejores, ahora goza del beneficio de la duda.

Los tiempos de Marc Gasol los marca su ritmo de adegalzamiento. La línea cada vez más delgada de su figura es correlativa al nivel que exponencialmente va mejorando. Es valorado por la prensa, por el aficionado y por sus compañeros. Todo un mérito para el que se acerca al galardón de jugador más mejorado del año.

José Manuel Calderón sale de una lesión y lucha tanto contra su falta de confianza como las dudas que algunos quieren esparcir sobre un sólido rendimiento. Ya lo decía Daimiel anoche, los promedios del ahora titular Jarret Jack son similares a los del español. Lo que está claro es que la fluidez ofensiva de los Raptors es sensiblemente mejor con Calderón al mando.

Rudy no está a gusto y se nota. A un guerrero como él le cuesta acoger de buen grado su papel como tirador. La directiva no obstante ha dejado un mensaje claro con los traspasos de Blake y Outlaw, apostando por Batum y por Rudy. En la NBA el pago no se hace en la barra con la consumición, sino que se hace en la vuelta al bar, con lo que en este caso los minutos otorgarán los futuros rangos en unos blazers dependientes de Roy.

Y Sergio Rodríguez. La desazón del canario como elemento decorativo del banquillo de McMillan se prolongó en cierta medida con un poco valiente Westphal, que no dejó circular sus planteamientos internos en los que Sergio figuraba en lugar preferente en los Kings. Con su traspaso a los Knicks al menos puede desarrollar un juego más acorde con su talento. Llamado a ser titular, ese privilegio le fue arrebatado demasiado pronto por no se sabe muy bien que razonamiento. Visionando el partido de anoche ante los Raptors, se entiende muy poco lo que pretende D´Antoni en un equipo en el que el liderazgo se lo lleva un jugador fuera de forma, de peso, y sobredimensionado en el campo. En sólo diez minutos "El Chacho" asentó a los Knicks y dotó al ataque de una frescura rara vez vista en Manhattan. No es suficiente para un entrenador arrastrado por una marea que trae consigo gran cantidad de agua turbia y de mensajes en botellas con nombres de agentes libres este verano. Es difícil convivir con todo eso. Es el oficio de la NBA.