martes, 14 de septiembre de 2010

Repaso a la ÑBA

Lejos del horno mediático en el que se sumió la participación de la selección española, se puede hacer una lectura más sosegada de lo que muchos llaman fracaso.

En el recuerdo, y las hemerotecas, quedan las poses fatalistas tras el anuncio de Pau Gasol de renunciar al Mundial para dedicarse al reposo veraniego. Pocos pusieron en duda la decisión del laker, cargado de partidos y con una exigencia deportiva muy a tener en cuenta. Ahora ya hay quien pone el foco sobre la ausencia de Pau.

Debemos anotar en negrita la lesión de José Manuel Calderón, llamado a ser el líder en pista. Ricky ha tenido que cargar con un peso demasiado grande para el todavía bisoño base. No era su momento. Ni ha funcionado Rubio ni el sustituto de Calde ha sido el más afortunado. Sigo pensando que el tren de la selección se largó sin retorno hace ya tiempo dejando en tierra a Raúl López. La ventaja de conocer al dedillo los deseos de Scariolo no ha sido un valor suficiente.

La mala forma de Llull también ha sido un condicionante extremo para el rendimiento de la segunda unidad, que ha dado el paso al frente solamente en situaciones puntuales. Convertir en especialista con minutos contados a Felipe tampoco ha sido un acierto. Mumbrú puede asumir ese papel, pero para el bravo Reyes es síntoma de desconfianza.

En el transcurso del campeonato Rudy se desquició, con su futuro profesional NBA en el aire, por la cercanía de McMillan, por su errático inicio, todo se hizo trizas en la cabeza del mallorquín. Pero se encontró, como hacen las grandes figuras. Encontró su sitio, recuperó las buenas sensaciones y desterró por unas horas los fantasmas que le atormentan. Si un tipo gris como Batum juega más que tú en Portland, ¿no merezco yo arrancar algún minuto más? La respuesta como siempre en la cancha.

El hueco de Pau tenía que cubrirlo en gran medida su hermano pequeño. El esfuerzo de Marc no se vio acompañado por sus compañeros sobre todo al inicio, y entonces serpenteó con una vulgaridad que está a años luz de su verdadero nivel. Necesita que todos en el barco remen para que su trabajo a veces oscuro y otras reluciente despliegue toda su intensidad. El relevo en el "cinco" apunta maneras, aunque Vázquez debería adquirir mayor protagonismo en ataque y mantener la calma en defensa. Buen dúo interior que ha estado muy por debajo de lo que puede dar.

Garbajosa ha escrito su último capítulo como jugador de la selección. Homenaje y a casa con el deber cumplido después una década en una brillante hoja de servicios.

Y Navarro. La vida sería otra sin Navarro, sin su coraje, su liderazgo, su desparpajo y su valía cuando el agua te llega al pecho. Si fuese nacido en los Balcanes su juego no habría admitido ningún fruncimiento del ceño al otro lado del charco.

Creo que sería bueno un relevo en el banquillo, pero por lo que parece las voces y las instrucciones desde el borde de la pista tendrán el mismo protagonista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo me juego contigo lo que quieras a que hay relevo.

Enhorabuena por el análisis sosegado.