domingo, 14 de noviembre de 2010

Frío polar en Miami

Muchos pensaban que este año sería un auténtico paseo para el enésimo "equipo de ensueño" en la NBA. Tres all-star como Wade, Bosh y Lebron decidían unir sus talentos en un proyecto destinado exclusivamente a que estos dos últimos lograsen su primer anillo y quién sabe si iniciar una saga.

Nada más lejos de la realidad. La historia de la liga está plagada de fracasos. A la memoria me llega el intento de Lakers en la temporada 2003-2004. Echando un vistazo al roster es como para echarse a temblar de la tremenda calidad que en aquel equipo había. Se juntaron Kobe, Karl Malone, Gary Payton, Shaq y Horace Grant. También pululaban gente experimentada como Bryon Russell o Rick Fox. El costalazo fue sonado. En su última oportunidad, Payton y Malone rebajaron sensiblemente sus sueldos para convertirse en "laker" pero no lograron hacer fuerza para derrotar a unos Pistons que literalmente les barrieron en las series finales.

Ahí estamos hablando de toda una colección de grandes jugadores. En los Heat son tres las estrellas y el resto jugadores accesorios. Salvo casos puntuales las individualidades no han hecho equipo ni han servido para ganar títulos. El mismo Jordan tuvo que claudicar ante el reparto de minutos y de galones previsto por Phil Jackson para pasar a la historia como campeón.

A Miami le cuesta mover el juego, e incluso han tenido que recurrir a un olvidado para las lides NBA como Arroyo para conducir el ataque. La pelea interna con Spoelstra ha relegado a Chalmers a un tercer plano, aunque está por ver que Mario pueda ser el canalizador de talento en los Heat.

Los nervios y las voces críticas han empezado a aparecer, aunque parezca mentira con los primeros pasos de la temporada, y no es descartable que en un par de meses Pat Riley decida sustituir a su "delfín" Spoelstra para terminar la temporada con decencia y con opciones.

Otra cuestión que se plantea es algún tipo de traspaso de jugadores de banquillo que lleve a Miami a un auténtico director de juego que se complemente con el trío mágico. No debe desdeñarse la opinión de Bosh para "colocar" en el ramillete a Jose Calderón, un tipo profesional, fiable y que no levanta la voz. Perfecto para los intereses que ocupan. Además, acaba de hacer un partido muy bueno en Miami y eso cuenta.

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