sábado, 5 de noviembre de 2011

Los disidentes



Señores, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que pude dirigir mis pensamientos a este blog. El 4 de julio el lockout era una realidad, y el 5 de noviembre lo sigue siendo. Pero hay diferencias.


Demostrado queda que la unión hace la fuerza, y que la dilatación desmedida de un proceso de negociación colectivo puede provocar discrepancias en el seno de una de las partes. En eso estamos.


Los propietarios no ceden ni un ápice y sus pretensiones se mantienen firmes. Salarios desorbitados y costes difíciles de asumir suponen una complicada gestión del futuro de sus franquicias. El basket mantiene el interés del aficionado, pero los errores del pasado son golpes de maza en el presente, y la viabilidad de proyectos se tambalea. Nadie puede cuestionarle a un jugador de medio pelo que haya firmado un contrato que ni en tres vidas hubiera soñado. ¿Quién es el culpable?

Propietarios pintorescos, algún que otro general manager ambicioso, o gestores muy mal asesorados. Ya lo dijo Rashard Lewis. No fue él quien puso el cheque encima de la mesa.


Desde la pista, los jugadores piden que se reconozca en números en el banco su aportación al negocio lucrativo. Si son ellos los que hacen girar la rueda, su esfuerzo debe tener recompensa, como hasta ahora. Mayor beneficio en el reparto del BRI, esos ingresos relacionados con el baloncesto que pueden ser superiores a los cien millones de dólares.


La patronal quiere equilibrar las cosas para disponer así de un puñado de millones con los que evitar que el suelo tiemble a sus pies. Son los culpables en gran medida, e inevitablemente son los garantes de que haya una rueda que gire. Las responsabilidades deberían estudiarse seriamente.


Negociación dura durante meses y unidad que se rompe. Jugadores con peso en la liga empiezan a dudar de sus representantes y abogan por un mal acuerdo en lugar de una situación enquistada y de permanencia sine die de contratos suspendidos. La letra de la mansión no se paga sola.


Mientras tanto los equipos europeos se frotan las manos. Dígale usted por ejemplo a Maccabi que Farmar se tiene que volver. Ese plus es de difícil sustitución, y eso que no es una de las grandes estrellas.

Stern se ve obligado a seguir retrasando el inicio de la temporada, pero si el grupo de disidentes crece, como parece que sucederá, el final del lockout está muy cerca.

lunes, 4 de julio de 2011

Lo que hay tras el "lockout"

Es el tiempo de contar mentiras, medias verdades, verdades interesadas y de guardar silencio prudente. Es el tiempo en el que se gestiona en la sombra la futura temporada de la NBA.



Una vez que se ha anunciado que no existe acuerdo entre patronal y sindicatos, cada uno adopta el papel asignado.


Los propietarios, ya sea en lenguaje propio o por medio de sus portavoces, tratan de demonizar al sindicato que dicen no piensa en el conjunto del negocio, que se va a pique con pérdidas que son tan peligrosas como insostenibles para una empresa no sometida a este particular "show-business".



También se han apresurado desde los despachos a hacer desaparecer referencias en sus webs oficiales a los jugadores, sustituyendo las bondadosas noticias con fotomontaje de sus estrellas por otras en las que aparecen los que normalmente no tienen hueco. Es el momento para el fichaje del cuarto asistente del entrenador o del encargado de apilar los folios en las oficinas centrales. Nada de Lebron, Kobe, Wade o Gasol. No interesa conceder una imagen al que está al otro lado de la negociación.



Los jugadores por su parte responden a las cuestiones que les plantean sobre su futuro. Casi todos aceptarían jugar en Europa en el caso de que el cierre sea definitivo. Palabras al aire quizás, porque las derivaciones de esta decisiones están plagadas de caminos angostos.


Estamos hablando de sueldos impensables para un club europeo en este momento. Los mecenas griegos han abandonado la mesa en pleno banquete y es posible que no haya camareros para servir lo que queda de comida. Tampoco es seguro que haya algo que servir dadas las circunstancias económicas de aquel país.


Queda el recurso de algún poderoso club turco, que puede hipotecar varias temporadas para darse el gustazo de contar con una superestrella unos meses.



Vale, aceptamos que habría bajada significativa de sueldo. No creo que haya nadie capaz de pagarle 13 millones a Pau por unos meses de competición. Entonces discutimos el tema del seguro, tan costoso como el presupuesto completo de un equipo. ¿Compensa realmente? Habría que estudiarlo muy seriamente.



Luego está el interés del jugador. ¿Hasta qué punto sería capaz de arriesgarse a sufrir una lesión que ponga en peligro su futura actividad en la NBA? Es plausible su interés por mantenerse activo, pero uno se tiene que preguntar por este tipo de riesgo. Calderón ha tenido problemas con las lesiones en los últimos años. De venir a Europa no jugaría a medio gas, y si recae en alguna de sus dolencias lo pagaría muy caro.



No hemos entrado en asuntos contractuales. Se habla de firmar contratos temporales que se disolverían en el momento de reanudarse la temporada. La intención de la mayoría pasa por esperar a que se anuncie el cierre definitivo para ser libres de firmar con quien quieran y como quieran. En ese caso el jugador sería el que tendría que poner más de su parte, perdiendo muchísimo dinero y adoptando el riesgo. Damos por hecho que los equipos (como los bancos que conceden créditos) habrían meditado los pros y los contras del sueldo de su jugador estelar. Contaríamos con más letra pequeña que grande para leer en los contratos.



Como se puede ver, hay más luces que sombras.

lunes, 27 de junio de 2011

El desierto de los Raptors

Una dura travesía con escaso refrigerio y una mirada lejana al Oasis. Eso le espera esta temporada a los Raptors. Los movimientos del renovado Colangelo en la antesala y la noche del draft han sido tan poco vistosos como un helado en la Antártida.


En las oficinas de Toronto se fraguó en los días previos una estrategia que pasa por la búsqueda del refuerzo de la confianza en el progreso de los jóvenes, concediendo una vez más a Bargnani el mayor número de los lanzamientos. El italiano no tendrá nuevo amigo en posiciones interiores, entendiendo que el lituano Valanciunas no se desvinculará del Lietuvos hasta la temporada que viene. Y eso quiere decir que la fortaleza interior de los Raptors estará supeditada al posible paso al frente de Ed Davis y Amir Johnson. Que nadie espere que a Bargnani le entre el gusanillo de pelearse bajo el aro. Y que tampoco nadie espere temporadas "allstar" ni de Davis ni de Johnson.


Con Kleiza lesionado hasta bien entrada la temporada, la búsqueda de espacio para DeRozan, Weems y Weems también será crucial. Barbosa tendría que sentirse imporante en el equipo para ser la referencia auténtica saliendo del banquillo.


Calderón será líder fuera y dentro de la cancha, y sus pases serán algo más que ayudas para conseguir canastas. El extremeño en cierta manera se juega el mantener una posición de privilegio. Su contrato no admite dudas, pero sus piernas deben responder en esta temporada exigente de cara a los muchos observadores que tiene. No sobran bases de calidad en la liga, y aunque este draft esté plagado de "playmakers", no todos llegarán a salir del cascarón. Ahí es donde pueden asomar Jose y sus habilidades.


No se podrá hablar de playoff ni de lejos, y estaremos ante una nueva temporada de transición, recuperación de sensaciones y de progresión a la espera de que la pintura se llene el próximo curso.

El año II sin Bosh será duro. Puede que la perspectiva obligue a mover ficha en las próximas semanas.

jueves, 23 de junio de 2011

Laso el rescatador

Fue jugador de extensa trayectoria y con una carrera al alza como entrenador. Sus pasos desde el banquillo han sido cortos y efectivos. Poco a poco ha ampliado su aprendizaje en equipos de menor entidad hasta que el Real Madrid ha puesto sus ojos en él.


En Pablo Laso se ven cualidades idóneas para el proyecto de regeneración que se pretende, y pesa mucho el hecho de que haya sido jugador de la casa. Un valor que se pierde como el agua por el desagüe. Muchos han querido ver en el desarraigo de las aficiones, de los que juegan, de los que entrenan, un punto discordante y clave del progreso de los clubes. Hoy aquí y mañana allá. Hoy te pongo y mañana te quito. Hoy eres estrella y mañana estrellado.


El mercado globalizado admite movimientos hasta el extremo, y en escasas ocasiones podemos hablar por ejemplo de récords individuales en el mismo equipo. Laso parece que viene para convertirse en elemento de cohesión y vertebración de una unidad al servicio de la sección de basket, castigada en los últimos tiempos por una gestión sin rumbo definido.

Sorprende eso sí que Laso aparentemente haya pedido la continuidad de Velickovic, condenado al ostracismo más absoluto en su etapa más reciente en el club blanco.


Se pide carácter y eso le sobra a Laso. El problema viene con la repercusión que tiene cada pequeña decisión que toma cualquier entrenador del Real Madrid. El escenario es tan grande, que incluso lo que pasa entre bambalinas no lo puede tapar el telón. El entrenador del Real Madrid pasa a ser algo más. Es conversación de tertulias, corriente de opinión, objeto de crítica voraz. Sus decisiones son talladas en piedra y expuestas en la gran plaza pública.


Se enfrenta Laso a un "presupuesto de guerra". Se quiere mantener el status de equipo aspirante a todo con menos dinero, aunque me cuesta creer que se deje escapar a algún que otro jugador con cartel. A la hinchada ya no le vale. Se ha perdido mucho tiempo y se ha fichado mal. Las extrañas maniobras como la de Garbajosa también le escuecen al que se sienta en la grada.

miércoles, 22 de junio de 2011

Las opciones de Ricky Rubio

Bajo una cierta neblina desembarca Ricky Rubio en la NBA. Si hace justo dos temporadas la tinta de las plumas se agotaba al escribir de un talentoso joven, ahora se veía obligado en su presentación ante el gigante foco mediático a justificar la ausencia de brillo en su estadística actual.


"A veces las estadísticas no dicen lo bueno que eres..." Con estas palabras eludía la unión de su futuro NBA con el presente ACB. Abogaba por una apuesta por el colectivo en detrimento de una lupa individual.


No se le escapa a cualquiera que sepa de ésto que poco o casi nada tiene que ver el papel que se juega en Europa con las posibilidades amplias que ofrece el espectro NBA. La visión de Ricky sobre la cancha amplía sus capacidades con el ritmo que impone su nueva liga, más rápido, menos sometido a un corsé defensivo y que aplaude el talento ofensivo.


Algo ganado es su nivel de inglés, suficiente para iniciar un entendimiento con compañeros y cuerpo técnico, y fundamental para un jugador como él llamado a ser el constructor en pista de los nuevos Wolves.


Minnesota recibe con una sonrisa la llegada de su Mesías. Esa injusta etiqueta alguien se la puso en su día y con ella tendrá que convivir hasta que su propio rendimiento dictamine en que lugar se le puede ubicar, al frente del coche o en la parte de atrás. Las esperanzas hace tiempo que se depositaron en Ricky, y no ha habido base capaz de llenar el vacío que los ecos del draft´09 dejaron a un desnortado equipo.


Su paso por un equipo altamente competitivo como el Barça le da un bagaje que pocos en la plantilla tienen. La exigencia constante experimentada en los últimos años completa una formación cuidada y medida. Toca el turno de cumplir un sueño, y la respuesta será tan veloz como el ritmo de competición, que no le dará tiempo ni a quitarse las legañas.


Beasley, Love, Milicic o Johnson juntos de momento han logrado muy poco respeto. Excelsos en algunos casos como Love, pero poco efectivos en el cómputo global. Si Ricky encaja bien y logra mejorar las prestaciones de todos, quizá hablemos de un equipo mejorado, pero muy lejos de números óptimos. Otro asunto es el esquema de juego que se encuentre Rubio, si no se adaptan sistemas para él o la adaptación se hace complicada. No creo que le resulte difícil encajar en un modelo que tendría (en teoría) que casar con su personalidad. Por sus aptitudes le quieren supongo.


No veremos a los Wolves en los playoff con la configuración actual. Si cristaliza alguna de las operaciones que supuestamente están en marcha, tendríamos que detenernos con calma para analizar el futuro de la franquicia.

domingo, 19 de junio de 2011

Un rey sin reino. El futuro de Lebron

Una larga competición deportiva no siempre consiste en una ciencia exacta. Era de esperar que la magia del fútbol concediese todo tipo de parabienes al FC Barcelona, y que los dioses escogieran a Messi como ocupante de una silla vacía. Se cumplió con lo previsto.


En baloncesto las letras de la Historia se escriben con una letra distinta. La Liga la obtuvo también el Barça, no sin pasar antes por una complicada travesía. El Real Madrid se salió del camino varias veces pero consiguió encontrar una vieja brújula que le guió hasta un punto cerca del destino. Y a todo ésto la sorpresa se consumó con la irrupción del Bilbao Basket en la final. Irreverentes ante el destino, el equipo vasco destrozó todo tipo de previsión.


En la NBA el asunto parecía estar claro. Todo apuntaba a una final entre los todopoderosos Lakers y el enésimo equipo de ensueño encabezado por tres allstars sedientos de títulos. El arranque de temporada fue todo menos plácido para Miami Heat, y los rumores y la desconfianza se apoderaron de las primeras semanas de regular season.


En Los Angeles el puro ya se había encendido bien pronto. El problema es que en el momento más inesperado se apagó y no se halló ningún mechero que devolviese el humo e iluminase la ceniza.


Lebron James anunció en verano su nuevo equipo de forma torpe, poco respetuosa con su hasta entonces entorno deportivo, y en contra de los mismos principios que hicieron a Messi merecedor de su sillón. Un programa de televisión mostró la "decisión". Los dioses del deporte quizá en ese instante cubrieron con una manta el asiento que habían empezado a tallar a mano cuidadosamente tiempo atrás.


Los Heat no pudieron superar a un invitado que nadie esperaba en las Finales, y ahora la palabra decepción golpea el interior de Lebron como un chillido ahogado que quiere convertirse en triste aullido.

¿Cuál fue el verdadero problema en Miami? Difícil de clasificar. Ponderar los factores que intervinieron es complicado.


Con los años se ha demostrado que las uniones de estrellas no hacen exitoso al conjunto. Al recuerdo vienen aquellos Lakers con Karl Malone y Gary Payton, cansados de no tener anillos y que juntaron fuerzas en un equipazo sin títulos.


Bosh se perdió en su papel de secundario de lujo en un roster sin un líder definido. Pasó de ser cabeza de león en los Raptors para ser un complemento que cambiaba de percha constantemente. Lebron y Wade supieron entenderse por momentos, pero cuando el sudor más apretaba, James se disolvión como azucarillo en el café, y Dwayne viajó solo.


Mucho se critica a Lebron, por su supuesta falta de entrega, por su incapacidad de ser el guía o por dejarse arrastrar por una dinámica derrotista. Todo éso cuenta en su debe, y no le resultará sencillo superar ese muro que al otro lado del charco acostumbran a construir cuando una figura llamado al todo se queda en la nada. Lo que se haga en los despachos de los Heat en estos meses influirá en lo que será Lebron. Un rey aspirante o un rey sin corona desterrado.

domingo, 5 de junio de 2011

Los males del Madrid

Una buena temporada. Es un razonamiento objetivamente más que aceptable. Finalista de la Copa del Rey, cuarto en la Final Four de la Euroliga, finalista de la Liga. Son datos muy positivos, aunque la tradición del equipo dice que están incompletos, falta algún título.


Cualquier otro se miraría a este espejo con una sonrisa, o una carcajada, pero para el Real Madrid suena a temporada perdida. No se tiene en cuenta el pasado reciente, los problemas internos, la falta de conexión con la grada, y el amago de convulsión que casi hace estallar en pedazos un proyecto con más futuro que presente.


Es cierto que la presión de jugar en este equipo es grande. También es alta la exigencia al que se atreve a dar las instrucciones desde el banco.

Con Messina se buscaba un perfil de entrenador con carácter y caché suficiente para no necesitar el paso por la sartén mediática. Pocos dudarían del fichaje del más deseado. Acertado o no, Ettore lidió con los de arriba, con los de abajo y con los del medio...hasta que se cansó de hacerlo. Consideró que ya tenía los zapatos demasiado mojados para su gusto y que le apetecía sacarlos del charco para continuar su paso. Es muy probable que le veamos en algún que otro plano a la espalda de un entrenador NBA la temporada que viene.


Su sustituto bastante tenía con agarrar la manguera con una mano al tiempo que se sujetaba a la barandilla con la otra. Molin no seguirá, pero en su hoja de servicios habrá que ponerle en sello del club blanco sin remilgos. Cumplió con el cometido lo mejor que pudo. Un abrazo y hasta pronto Lele.


Mucho se habló de egoísmos, de jugadas marcadas para un solo jugador, y tipos fuera de forma durante tramos largos de la temporada. Sergio Rodríguez no fue el revulsivo ni aportó todo lo que se esperaba de él, y se echó en falta a Prigioni cuando no estuvo. Parece que el argentino no vestirá de este blanco madrileño el año que viene, y los hay que no le echarán de menos. No alcanzó un nivel óptimo de seguido y sus compañeros lo notaron.

La baja forma que atenazó a Llull se convirtió en un elemento casi agónico en el devenir del Madrid. Sus piernas no respondían y su destreza en el tiro se resintió. Espabiló demasiado tarde.


Le preguntaban hace unos días al jefe de todo ésto, al responsable de la sección, a Juan Carlos Sánchez. ¿Vendrá alguna estrella mediática para suplir a "medianías" como Tucker o Fischer? Más o menos esa era la cuestión. La respuesta es que hay posibilidades y que el Madrid estará siempre en el mercado. Claro está que ni Clay ni D´Or han sido ni determinantes ni han justificado sus fichajes.

En el horizonte tenemos el famoso "lockout" de la NBA. En el caso de que no prosperen las negociaciones entre el sindicato de jugadores y la patronal, el abanico será tan amplio que los bancos abrirán (nuevamente y con gozo) sus oficinas para financiar fichajes de relumbrón.


Es necesario un replanteamiento, pero no de objetivos. El Real Madrid siempre tendrá que pelear por los títulos. Es su ADN. Sólo si desde la directiva se decide que la sección no es viable se podrá hablar de otra cosa. Pero entonces no será el mismo equipo.

sábado, 28 de mayo de 2011

Invitado inesperado en las Finales

Como es tradicional por estas fechas, las Finales de la NBA irrumpen en el calendario deportivo. Mavericks y Heat finalmente han sorteado problemas propios y ajenos para adentrarse en la frenética carrera por el anillo.


Los dos equipos tienen algo en común esta temporada. Ha habido momentos de la regular season en los que pocos apostaban por ellos.


Miami empezó el curso más tarde que los demás. Se perdió las primeras clases y tardó en coger el ritmo. Se dudó entonces de la viabilidad del proyecto Lebron-Wade-Bosh, y comenzó una rumorología que apuntaba a un relevo en el banquillo e incluso a la enésima vuelta de Pat Riley a pie de pista. Los amigos de Spoelstra de repente se desvanecieron como el azucarillo en el café, y las declaraciones post-partido tampoco animaban a un optimismo claro.


El caso es que Miami fue remontando el vuelo hasta elevarse al segundo puesto de la Conferencia. Enemigo no deseado en playoffs, su paso por la segunda fase fue plácido. Tras deshacerse de los correosos Bulls con facilidad, se presentan con todas las credenciales en la pelea por el título.


Al otro lado los Mavericks, que como cualquier equipo de Carlisle, se mostraron fuertes al inicio. La mala suerte en forma de inoportunas lesiones hizo bajar el valor de sus opciones futuras. No pudo disfrutar en ningún momento del roster al completo, y la salud se convirtió en el principal enemigo de los de Nowitzki.


El final apretado de temporada podía haber colocado a Dallas en multitud de combinaciones en playoff. Eran muchos los que preferían a los Mavs frente a otros posibles rivales como Thunder. No eran demasiados los que auguraban un esperanzador camino. Contra pronóstico se deshizo de los principales favoritos, los Lakers, y la motivación creció exponencialmente.

Tienen mucho que ganar y poco que perder, porque nadie les había invitado al festín y están deseosos de dejar los platos limpios.

lunes, 9 de mayo de 2011

Regeneración en los Lakers

Se suele hacer leña del árbol caído. Es un dicho que ilustra lo que en este momento sucede en la voraz crítica baloncestítica. Se aplica a los Lakers y también al Real Madrid, después de sus sonados fracasos. En Los Angeles escuece más que en Madrid porque el objetivo número uno de la temporada señalaba el título, y poco hacía presagiar una derrota tan temprana.


Lo del Madrid invita a una reflexión cuanto menos. La huída de Messina con el tren en marcha poco tenía de positivo. Dejaba el italiano a su hombre de confianza al mando. Se dudaba de la falta de experiencia de Molin como primer entrenador, y aunque la caída de la Final Four duele, hay que otorgarle el mérito de guiar a un equipo sin dueño a toda una fase final de la Euroliga un puñado de años después. El planteamiento viene ahora en decidir qué es trigo y qué es paja.


El problema en Los Angeles es grave, con riesgo de pérdida de identidad si no se juegan bien las cartas ahora. Se echan encima de Gasol por no haber dado lo suficiente en la serie contra Dallas. Se critica sistemáticamente a Bynum, Odom o Artest. Se pone en tela de juicio la adecuada preparación de un Phil Jackson en su última temporada. Todo se cuestiona. Un traspaso a veces lo arregla, pero también puede terminar de estropearlo.


Siempre, y no soy ventajista porque está escrito, he considerado que uno de los males de este equipo viene en el puesto de base. Es cierto que Jackson prefiere "playmakers" de un perfil más bien medio/bajo, que le permita seleccionar las opciones de ataque de otros jugadores. El base de Jackson no ha sido nunca ni anotador ni asistente, y se ha limitado a subir la bola con suficiencia y a tirar sólo cuando fuese estrictamente necesario. Fisher es un tipo aseado en su juego, sin estridencias pero demasiado lento. La veteranía es la clave de su éxito.


La cuestión no creo que venga por la decisión de traspasar a un jugador alto, sino por reforzar la línea exterior. Esta sonora derrota debe hacer reflexionar sobre la necesidad de una regeneración desde la base. Entrenador nuevo con viejos planteamientos si se quiere, pero con visiones diferentes en la propia cancha.


La inspiración de Kobe ha salvado a los Lakers en multitud de partidos, pero tampoco es la solución concederle todo el éxito o fracaso a Bryant. Recuerdo una vez más que el mejor Jordan existió con el mejor Pippen, y el mejor B.J Armstrong, y el mejor Horace Grant. Todos mejores porque supieron, o asumieron, que sólo el colectivo vence. Esta fórmula no funcionó en Los Angeles, y aunque se pudieron superar dificultades, a la hora de la verdad su propio muro fue el que les impidió continuar en los playoffs.


Una pena una debacle como ésta. Dallas no ganará con esta autoridad en fases venideras.

domingo, 17 de abril de 2011

Previsiones Playoff (Conferencia Oeste)

Turno del Oeste.

Spurs-Grizzlies (4-1): Hasta el último momento Memphis no sabía cuál sería su rival de reestreno en playoff. Existían tres posibilidades con diferente proyección. Les ha tocado seguramente la más complicada.

San Antonio viene de hacer una temporada de ensueño. Popovich ha logrado distribuir minutos y protagonismo como en los buenos tiempos. Se ha encontrado con suplentes de valía y la vejez baloncestística de Duncan no ha lastrado el progreso del equipo. Los Spurs han luchado hasta el final con los Bulls por la obtención del mejor récord. Pop ha combinado veteranía y sangre joven con acierto, y el resultado le convierte a San Antonio en candidato al título.
Memphis no ha conseguido crecer al ritmo esperado. Ciertos problemas internos derivaron en un puñado de derrotas consecutivas que dilapidaron sus opciones de pasar en un puesto más alto. Con la baja de Gay, los demás tendrán que arrimar el hombro. El problema aquí se llama egoísmo. La mayor motivación que pueden encontrar los Grizzlies es el ganar su primer partido de playoff en la historia de la franquicia. Más allá el camino está lleno de piedras infranqueables.

Lakers-Hornets (4-1): Dos semanas de espanto casi se cargan el buen trabajo del resto de la temporada, y Phil Jackson tuvo que levantarse de su sillón para poner el grito en el cielo.

El guión escrito concede el pase a los Lakers, con cuentan con un cruce plácido. Los de Jackson han evitado una serie complicada con Blazers, con muchas cuentas pendientes y una mayor dificultad a priori.

En Los Angeles dependen de lo de siempre. Kobe cargará con la responsabilidad incansable de anotar, y el apoyo vendrá de la muñeca de Pau. La tercera fuerza en ataque se puede llamar Odom o Artest. Quizá en este momento no sea determinante la presencia de Bynum, aunque en próximas rondas su concurso será vital. El único desequilibrio a favor de New Orleans viene en el puesto de base, donde Paul no encontrará competencia.

Los Hornets vienen de hacer una temporada de más a menos, y la confianza no se encuentra en su punto álgido. Hay que tener en cuenta no obstante que disfrutan de unos playoffs sin presión alguna, sabiéndose perdedores de inicio, con lo que pueden poner en más de un apuro a los sobresaltados Lakers. Landry es buen sustituto del lesionado West.


Mavericks-Blazers (4-2): Aparentemente Dallas aparecía como asequible. Carlisle es experto en armar equipos fuertes en temporada regular y que se desinflan en playoff. Contra el pasado del entrenador entran en juego la experiencia en estas lides de Nowitzki, Kidd y Terry. Hay muchos que pueden subirse al carro en marcha, aunque su mayor enemigo será su propio rendimiento. Si pierden dos partidos seguidos, su moral caminará en el alambre. Chandler tiene ante sí la oportunidad de revitalizar el espectro playoff de los Mavericks. Es por dentro donde la lucha se puede desequilibrar.

McMillan ha conseguido superar todo tipo de calamidades en forma de lesión, y el cambio de planteamiento con la baja intermitente de Roy. Sin su estrella todos suben un escalón y con él las miradas se cruzan. La llegada de Wallace es un soplo de aire fresco que además otorga a Portland una versatilidad muy útil en este momento. Sin un hombre fuerte en la zona, Aldridge tendrá que doblegar esfuerzo para anotar e impedir que los pívots de Dallas impongan su ley. Toca hacer un juego imaginativo y de compensación de esfuerzo.


Thunder-Nuggets (4-3): El rival que pocos querían contra un equipo que ha tenido que cambiar su dinámica sobre la marcha, mejorando sus prestaciones sin Melo. Presumo igualdad en una serie que será muy física y en la que la diferencia se marcará en la pintura.

Oklahoma viene con dos "allstar" como Durant y Westbrook, que aglutinan todo el juego de ataque. Es una plantilla más larga que la temporada pasada y eso se debe notar. Ibaka ha crecido notablemente y será factor determinante. Perkins aporta su experiencia en un equipo ganador como Celtics.

En Denver las aguas bajan claras después de meses de incertidumbre y dudas sobre el futuro de Carmelo Anthony. El traspaso trajo de los Knicks buenos jugadores, complementarios con el roster de los Nuggets. Lawson suple con acierto al veterano Billups. Con Ty en cancha y Felton saliendo desde el banco podemos hablar de una una de las parejas de bases más potentes. Clave la defensa a Westbrook. JR Smith se ve suelto en ausencia de Melo.

Si Gallinari y Chandler están en dobles figuras, cuidado.

miércoles, 13 de abril de 2011

Previsiones Playoff (Conferencia Este)



Playoff time. En el Este las series ya están decididas. Toca analizarlas.


Bulls-Pacers (4-0): En Chicago vuelven a soñar con el título después de una dura travesía por el desierto. Derrick Rose sustituye a Jordan como figura sobre la que se cimenta el éxito de los nuevos Bulls. De su rendimiento dependerá el resultado en esta segunda ronda. Boozer aportará su experiencia en playoffs, Deng la clase y Noah el ímpetu bajo los aros.

Indiana tiene suficiente con haber obtenido plaza tras una temporada algo convulsa con cambio de entrenador incluido. Las lesiones han apartado a los Bucks de la pelea por el octavo puesto, y han favorecido a los irregulares Pacers. Como notas a destacar el buen final de temporada de Hansbrough y el reparto de protagonismo. Chicago no tendrá problemas para pasar de ronda.


Heat-Sixers (4-1): Miami ha superado sus problemas de ajuste iniciales para saltar al vacío con una red esperando al fondo. Wade, Lebron y Bosh quieren ganar y se debe notar ya mismo. Si no avanzan significará que el banquillo no ha respondido como en ciertas fases del campeonato. Bibby es veterano pero sabe de qué va ésto del playoff.

Philadelphia ha ido de menos a más y ha crecido de forma exponencial al ritmo que los jóvenes se han soltado. Interesante combinación en la que Iguodala y Brand aportan experiencia y el resto entusiasmo. Juegan sin presión al enfrentarse a uno de los favoritos, así que ojo con ellos. Si ganan el primer partido habrá que tener mucho cuidado y revisar las quinielas.


Celtics-Knicks (4-3): Una de las razones por las que habría que buscarse un vuelo barato y plantarse en New York o Boston. Una serie por todo lo alto en el Madison y el Garden. Vuelve una serie que dio gloria al pasado NBA, y lo hace con unos Celtics demasiado envejecidos y unos Knicks quizá cortos de personal. A pesar de ello, se avecina un cruce apasionante y en el que es posible que haya que esperar al último partido para descubrir el desenlace. Si New York rompe la ventaja campo inicial, derrotará a Boston.

Los Knicks se escudarán en sus estandartes Stoudemire y Anthony, y en los Celtics primará el bloque. Si se llega al séptimo partido y pasa Boston, puede que le pase factura en la siguiente ronda.


Magic-Hawks (4-2): No confío demasiado en el equipo de Atlanta, que personalmente me ha defraudado esta temporada. Han ganado un número importante de partidos y han dejado que la marea les arrastrase hasta divisar el puerto. Horford no ha hecho buena su condición de allstar y en los demás observo cierto desapego, como si su compromiso tuviese los días contados. Johnson deberá recoger todo el liderazgo que se le presupone para hacer de pegamento y no dejar que sus compañeros se despeguen de la cancha.

Orlando podría haber optado por la segunda plaza de no ser por una fase muy oscura de su temporada. Serán los vencedores en una serie en la que la fuerza de Howard se impondrá a sus rivales "hawks". La clave en el playoff será nuevamente Turkoglu. De su buen hacer se alimentará el futuro de los Magic. Por lo demás, gente confiada en sus posibilidades y con zapatillas gastadas en tiempo de playoff. Le concedo dos partidos a Atlanta siendo bondadoso.

martes, 12 de abril de 2011

Dos jornadas de infarto

Esta temporada NBA es una de las más apretadas de los últimos años. Cuando apenas restan un número insignificante de partidos, vemos cómo la picaresca viste a ciertos equipos con colores más opacos. Las posibilidades de avance en la siguiente ronda tienen mucho que ver.
En el frente dos jornadas de infarto para los aficionados y cabeza-pensantes de un puñado de franquicias, que se juegan grandes opciones de futuro de sus temporadas entre hoy y mañana.

La Conferencia Este presenta el panorama despejado, con los choques ya establecidos. Es en el Oeste donde las dudas se mantendrán hasta el último momento. Solamente Spurs y Nuggets tienen su puesto garantizado. Los demás esperan su colocación definitiva cuando la jornada del miércoles concluya. Y la importancia es definitiva.

Parece que todos pretenden esquivar a su manera a Oklahoma City, con sangre más joven y espítiru guerrero que puede desquiciar a su rival. Los chicos "thunder" aúllan a la Luna aguardando el "playoff time".

El bajón de los Lakers con cinco derrotas en fila es sospechoso. No reserva a sus mejores jugadores pero da la sensación de que juegan a menos revoluciones. ¿Cuánto de verdad tiene el enfado de Phil Jackson?

Le puede interesar una serie con los Grizzlies antes que un enfrentamiento que les lleve a Portland, con cuentas pendientes de por medio. Se abre un escenario interesante. Si Lakers se hace con el segundo puesto, tampoco se garantiza el choque deseado en segunda ronda. Y dejarse llevar no creo que sea adecuado. Lo que está claro visto desde la lejanía es que en dos semanas han echado a perder buena parte de la temporada. ¿Y por qué ahora?


Dallas sigue ganando y después de superar a los de Jackson, se ven fuertes. No obstante y a pesar de su plácido récord, muchos ven a los Mavericks como un equipo a batir en playoffs.

A priori el rival más débil es New Orleans, aunque las manos de Chris Paul pueden hacer milagros.

La dinámica es altamente positiva en todos menos para Lakers y Hornets, y también es un hecho a tener en cuenta. Esperaremos al miércoles.

martes, 5 de abril de 2011

La suerte y Sabonis

Eran otros tiempos. Los pantalones no se llevaban por debajo de las rodillas ni eran tan amplios. La NBA todavía estaba lejos de intervenir para impedir que la moda de la calle retroalimentase a los ídolos de la cancha.
La mirada hacia todo aquél que no hubiese jugado en algún ciclo de su formación educativa en el país era rara. En la etiqueta hacia los osados que buscaban su oportunidad desde Europa se podía leer "soñador".

Con un coraje a prueba de lastimeros voceros, los primeros valientes fueron recibidos no demasiado alegremente. Muchos les veían sólo como carne de banquillo y como elemento exótico sin fuste.

Glouchkov y Fernando Martín tenían un cartel en Europa digno de merecer minutos en la gran liga. Al búlgaro las lesiones primero, la falta de confianza y los excesos después significaron su adios. La buena vida, el sueldo y el brillo de la vida del deportista de élite nublaron el juicio de Glouchkov haciendo de él una sombra de lo que un día fue lejos de allí. Nunca alcanzó el verdadero nivel que pudo ofrecer, a pesar de que en Italia desplegó un juego brillante en ocasiones.

Lo de Fernando fue una mezcla de despropósitos. Le tocó a él abrir brecha en una liga no acostumbrada a lo foráneo. Su entrenador, Mike Schuler, que se regía por un manual clásico y poco dado al artificio, ni confió en el bravo Martín ni supo explotar su calidad en las condiciones más provechosas para el madrileño. Las lesiones tampoco le ayudaron en su intento. Vuelta a casa con la cabeza bien alta. Merece otro artículo.

Pocos pudieron disfrutar de la buena acogida de Schrempf, un alemán formado casi íntegramente en los Estados Unidos, y visto no como extranjero sino como producto "de casa".

Y a todo ésto había un jugador destrozando aros, rompiendo pizarras de equipos contrarios y alguna que otra cintura rival. Un tipo con aptitudes para ésto del baloncesto difícilmente alcanzables, rápido, hábil, acunado en la Unión Soviética y con pinta de leñador.

El complicado momento político de la época impidió la llegada de Sabonis a la NBA, a pesar de haber sido seleccionado por el mismo equipo cuya camiseta lució Martín. Los Blazers no pudieron disfrutar del mejor Sabonis.

La carrera deportiva de Arvydas casi se resquebrajó en pedazos al tiempo que su tendón de Aquiles se rompía. Pocos creían que lograría lucir de nuevo entre los mejores, pero su paciencia y la mejor recuperación posible, trazada en Valladolid, lo hicieron posible. Recuperó sensaciones en compañía de su amigo Kurtinaitis y devolvió en la cancha todo el esfuerzo que los médicos pusieron en su rehabilitación.

Su paso por el Real Madrid supuso el espaldarazo definitivo para los ojeadores NBA, deseosa ahora de contar con lo mejor que le ofrecía el baloncesto FIBA.

La vida da vueltas y a veces se detiene al punto deseado. Portland por fin vistió a Sabonis de blazer y enseguida la afición rindió pleitesía a uno de los mayores talentos que el baloncesto ha dado. Los apasionados del basket nos solemos hacer la misma pregunta al ver a Arvydas en su etapa NBA. ¿Y si Sabonis no se hubiese lesionado de gravedad?

Se abre una incógnita en la repuesta, con la posible irrupción de "Sabas" a mediados de los 80 en una tierra inerte para los europeos. Lo que está claro es que su rendimiento despertó tanta admiración que pronto el nombre de Sabonis formará parte del "Hall of Fame". Enhorabuena.

martes, 22 de marzo de 2011

El sucesor

Cuando las luces de la fiesta se apagan, alguien tiene que encargarse de recoger toda la porquería, los cristales rotos y fregar los suelos salpicados con la bebida ingerida en grandes dosis. No siempre es fácil.

Los Bulls encadenaron unas series de ensueño en los 90, contando con el Jordan más colaborador y con la sabiduría de un entrenador destinado a convertirse en leyenda. La historia de los Bulls ya queda ligada a dos personalidades tan distintas como agradecidas de haberse encontrado. El equipo de Chicago no habría alcanzado la gloria sin Michael Jordan, y MJ no tendría la vitrina llena si no se hubiese cruzado en su camino un técnico poco valorado en sus inicios como fue Phil Jackson.

El nexo tardó en cuajar. El egoísmo acentuado de Jordan no encajaba con los postulados participativos, el reparto de responsabilidades y la asunción de la toma de decisiones otorgada a jugadores de menor nivel. Michael no comprendía que el beneficio de todos era el bien común, y que una sola persona no podía cargar con el peso del colectivo. Sus logros individuales por momentos eran suficientes, y la competición con la estadística parecía ser el único aliciente para salir a la pista.

Algo cambió cuando Jackson asumió la silla de "head coach". La fractura entre Jordan y Doug Collins ya se hacía insostenible, y el pulso lo venció el jugador estrella. Collins dejó sus enseñanzas para la tele y el relevo recayó en un entrenador asistente.
Phil Jackson no tardaría demasiado en convencer a sus jugadores de que para ganar hacía falta crear un triángulo en el que todos estuviesen integrados. Sin embargo, el eje fundamental de ese triángulo ideado para la victoria no estaba conforme. Jordan seguía creyendo en su autoridad como la única reconocible en su equipo, y Jackson tuvo que luchar contra un ego de proporciones bíblicas. Lo que pasó en ese vestuario y las conversaciones entre Jordan y Phil darían para un film con mucho contenido.

Finalmente la alianza se forjó, y el pacto dio lugar a uno de los mayores éxitos conocidos en este deporte.

Acabado el champán, y con el cruce de caminos que separaba a MJ y Jackson a la vista, tocaba recomponer las piezas. La vieja guardia asumiría la aportación de Jordan, y para dirigir la nueva era se llamó a un entrenador sin experiencia NBA pero con sólida carrera en la liga universitaria. Tim Floyd permaneció al frente del equipo desde el inicio de la temporada 1998-1999 hasta diciembre de 2001, cuando la paciencia de la grada, de la prensa y de Jerry Krause se agotó. Fueron tiempos de una travesía oscura y complicada.

Pase lo que pase esta temporada, Phil Jackson dejará atrás su prolífica etapa en los Lakers. La decisión está tomada. Lo que no está claro es la cara que se verá en la silla de Jackson, que ha mostrado su respaldo a su asistente Brian Shaw.

Shaw, ex jugador de Lakers y a la sombra de Jackson los últimos años, es la opción más viable. Ya sea por el conocimiento de los entresijos del equipo, por la continuidad que daría a los esquemas actuales, por su vinculación a la ciudad, o por contar presumiblemente con la confianza de los pesos pesados, el caso es que cuenta con muchos apoyos.

Al contrario que lo que le sucedió al anterior sucesor de Jackson, la principal estrella del equipo no va abandonar el proyecto. Las semejanzas que se buscan entre Jordan y Kobe no llegarán a ese extremo.
Veremos la suerte que corre el nuevo sucesor de Phil Jackson. Las luces se apagarán, la neverá se vaciará y a otro le tocará tirar de mocho y fregona.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La soledad de Messina

Aterrizo después de un breve periplo fuera del país y a los pocos minutos descubro con cierta incredulidad que Messina ha dejado de ser entrenador del Real Madrid. Poco a poco mi cabeza se llena de datos, de informaciones, de opiniones sobre el pequeño terremoto que sacudió los cimientos del club blanco a final de la semana pasada.

Un mal partido, uno más, y con la paciencia del técnico italiano a punto de rebasar el límite. Fue el inicio del cataclismo. Me cuentan que desde dentro el descontento de ciertos jugadores era evidente, que no todos tiraban del carro. Este último aspecto, el del esfuerzo, fue abiertamente censurado por Messina con la complicidad de la televisión. Un pulso a los críticos del vestuario que ya no estaba dispuesto a seguir planteando. Messina, con una tarjeta de presentación difícilmente igualable en Europa, no necesita quemarse a lo bonzo. Simplemente ha optado por apartarse, y dejar que los que boicotean el reparto de minutos y la selección de jugadores devoren las migas que Ettore ha ido dejando.

Messina ya había fruncido el ceño hace semanas justo después de la disputa de la final de la Copa del Rey, con una falta evidente de apoyo del máximo dirigente del club. Que a Florentino no le preocupa demasiado la sección de baloncesto no es secreto. Los tibios intentos de revitalizar el basket han servido para rescatar algo de éxito y una pizca de entusiasmo. Poco más.

La decisión de Messina de entregar la cuchara fue fulminante y sin posibilidad de vuelta atrás. Cuando desde arriba se procuró tender la mano ya era tarde. El italiano se va y su eterno segundo se queda como entrenador interino hasta final de temporada. La herida no se cierra.

La sensación que tengo es que Messina nunca terminó de encajar en una dinámica que le arrastró a una vulgaridad que nunca soñó y que le ardía por dentro. Su categoría profesional y el orgullo por rendir pleitesía a su propio pasado fueron el combustible para seguir vivo dentro del Madrid. Ya es otro entrenador consumido por el voraz apetito de la exigencia deportiva y social de un club acostumbrado a ganar.

El graderío en el último partido en la Caja Mágica fue suficientemente explícito. Pitada general. Messina esbozará una media sonrisa lejos de allí. Los jugadores tendrán que cambiar el paso. La lupa ahora fijará su atención con mayor detalle.

martes, 22 de febrero de 2011

El impacto de Melo

No se esperó al último segundo del último día del "trade deadline". Carmelo Anthony será un "knick" en unos días. Falta la concrección técnica de ciertos detalles, lo que se suele decir en estos casos, y que se consuma el tiempo establecido para que los jugadores implicados en un traspaso puedan vestir sus nuevas camisetas.

Se deja atrás un reguero de especulaciones que iba ya para siete meses, justo cuando Melo decidió que no quería seguir en los Nuggets. Los acercamientos a los Nets eran más que una realidad, pero no fructificaban por la negativa de Anthony a jugar allí.

Como todo "trade" de entidad, una vez cristalizado tiene que pasar por el filtro de la contestación pública, del aficionado y de los medios de comunicación. Si uno repasa la esfera Internet, se puede encontrar con opiniones tan distantes como la relación entre el propietario de los Knicks y su hasta ahora director de operaciones, su general manager.

James Dolan surgió de la oscuridad mediática para convertirse en interlocutor y artífice de un intercambio que puede pasarle una costosa factura inmediata. Al ritmo que circula la NBA, lo de los pagos aplazados no se ve. Desmantelar un equipo en auge y tener en contra a la dirección deportiva no es la mejor receta en un proyecto que cambia una tranquila aceleración por una velocidad inquietante.

Los Nuggets se llevan a cuatro jugadores de los Knicks, incluidos el base Felton (con una temporada excelente a sus espaldas), el prometedor Gallinari (foco de atención de la extensa colonia italiana y atractivo para los europeos), el buen tirador Chandler y la incógnita de futuro Mozgov. Quizá demasiada carga la que pone encima de la mesa New York. A los Knicks llega un veteranísimo Billups, y los jugadores de banquillo Shelden Williams y Anthony Carter. Balkman revivirá su segunda etapa de "knick".

Paralelamente los Knicks se han hecho con el swingman de los Wolves Corey Brewer a cambio de Anthony Randolph y el voluminoso contrato del olvidado Eddy Curry.

El impacto de Melo en el Madison se verá en breve. Le ayuda en la tarea sin duda la compañía de Billups, pero habrá que ver cómo reaccionan Stoudemire y D´Antoni. El coach tendrá que reconducir la dinámica de un equipo en franca progresión para aglutinar el juego entorno a dos gallos.

En cuanto a las consecuencias inmediatas, está claro que Amar´e sufrirá la carencia de jugadores altos. El ruso Mozgov iba adquiriendo un mayor protagonismo en la rotación, e incluso disfrutaba de minutos de calidad. Ahora el juego en la pintura se queda resentido de forma muy peligrosa. Shelden Williams no ha respondido a las oportunidades que le brindaron las lesiones de los pívots en Denver a principio de curso, y su papel ha quedado en la marginalidad conforme avanzaban los meses.

La distribución del balón de Billups será más importante de lo que parece, ya que las líneas de ataque dejan de ser difusas y repartidas como hasta ahora para centrarse en dos focos. Billups será el tercer espada.

Se sustituye a un alero anotador, Wilson Chandler, por un jugador con escasas prestaciones ofensivas como Brewer. Se cambia futuro por tipos con más pasado que presente, salvo Anthony.

En verano habrá que hacer más de un retoque para acondicionar una plantilla con pocas garantías de éxito en playoff. Faltan jugadores de nivel y lo notarán. Si no hay "lockout", New York se paseará por el mercado para convencer a otro gran talento. Su futuro depende de ello.

domingo, 20 de febrero de 2011

El mercado NBA y Griffin

En unas horas las luces del Staples Center se apagarán por unos momentos para presentar a los jugadores que formarán parte de la 60 edición del partido de las estrellas.
El All-Star vuelve a Los Angeles justo cuando los Clippers pueden mostrarle al mundo a su jugador franquicia. Blake Griffin, un tipo en ebullición y con ganas de enseñarse, de acaparar miradas (no sólo las más o menos indiscretas de Rihanna) y flashes. No ha renunciado el número 1 del draft de 2009, lesionado la temporada pasada y rookie este curso, a participar en las tres jornadas a las que estaba llamado.

El viernes sufrió en el banquillo la distribución de minutos en el choque Rookies-Sophomores. Una serie de mates con marca de la casa le hicieron venirse arriba y reclamar más tiempo en pista. No obtuvo recompensa a sus plegarias y vio cómo un compañero de equipo, su máximo rival por cierto al título de "rookie del año" John Wall, levantaba el trofeo como MVP del partido. Él lo quería, por eso jugó.

La segunda jornada le tocaba vestirse de corto para afrontar el concurso de mates. Mucho se esperaba de esta edición, sobre todo después de que el año pasado la decepción tiñese de oscuro el tan celebrado certamen. Se apuntaba a un resurgir con la presencia de Griffin junto a otros jugadores jóvenes y atléticos.

Griffin en esta ocasión sí pudo vencer en un concurso en el que de nuevo unas controvertidas puntuaciones dejaron fuera planteamientos originales como los de Ibaka. Parecía todo programado para que el 32 de los Clippers ganase en el Staples. No solamente él ganaba, se supone que la NBA tiene una nueva cara con la que vender su producto.

A la liga se le da muy bien ésto de exportar su marca, de ajustarse a los tiempos, de modernizarse, de llegar a todos con chispeantes imágenes. Los mates de Griffin han rellenado muchos minutos en las teles de todo el mundo, y el que haya ganado les viene muy bien. No resto mérito a los mates de Griffin (el del coche tiene su mérito), pero sí que eché en falta un pelín más de justicia en ciertas puntuaciones.

Esta noche Blake aborda su estreno en los grandes como "all-star", y estoy impaciente por ver si es objeto del clásico boicot que los veteranos suelen poner en práctica a los nuevos que vienen pasados de vueltas o con ansias de triunfo en su primera cita.

lunes, 14 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (IV)

La Copa encara su última jornada, la decisiva. Hemos visto mucho baloncesto desde el jueves, y hemos saboreado lo bueno que deja la mezcla de cánticos, colores y de unas aficiones que no abandonan su entusiasmo a pesar de que sus equipos se han marchado ya.

Cerca de los accesos se respira el ambiente a final. Las medidas se seguridad no parecen reforzadas. No tiene pinta de que vaya a existir incidente alguno. La tranquilidad ha sido la tónica dominante en los días pasados. Los cafres reservan sus energías para otro deporte.


En algo más de media hora arranca el Real Madrid-Regal Barcelona.

Final


Salto inicial y los primeros compases resuenan en mi cabeza. El Real Madrid da la sensación de no haber salido del vestuario. El Barça enchufa el cargador de su máquina a la red y en esta ocasión es Anderson el encargado de abrir la distancia en el marcador.


Los de Messina necesitan un libertador como el comer y es cuando surge Tomic. Un tipo blando para muchos, diamante por pulir para otros, jugador irregular en el cómputo global.
Antes de que los azulgrana lleguen a una diferencia insalvable, el croata espabila y se merienda a todo el que se empareja con él. Ni Lorbek, ni Vázquez, ni Perovic ni Ndong. El primer cuarto es de Ante. Los catalanes igualan a los blancos con el afán anotador de Anderson, que encesta más de la mitad de los puntos de su equipo. Navarro está desconocido y Rubio vive un bache mental que le persigue hace tiempo. Es demasiado joven para soportar tanta presión año tras año, y la exigencia es total.


Alan Anderson se levanta una y otra vez con acierto, y el Madrid defiende su fortín como nunca. El problema es que al otro lado de la cancha se muestra falto de ideas y fallón. Llull es como un naúgrago a la deriva, y ni resuelve en ataque, ni es eficaz cuando Messina le da los galones de base. Mal partido para el de Mahón.


A Navarro le cuesta también engancharse al partido y sufre cada vez que encara la canasta. Ni los tiros lejanos ni sus "bombas" funcionan hoy. Sada sin embargo se manifiesta como un director de orquesta perfecto. Manda, ordena, anota y no suelta a su par. Gran parte de las opciones del Barça pasan por la cabeza del infravalorado base catalán.


Superado el primer cuarto de ensueño de Tomic, la zona blanca entra en un bache del que no es capaz de recuperarse. Reyes y Fischer son superados por la batería de hombres altos de Pascual. D´or no se quita la etiqueta de jugador gris. Para qué habrán fichado a Begic, me pregunto.


El empuje de Suárez, al que le cuesta horrores anotar desde el poste, y las ayudas de Mirotic y Prigioni establecen el equilibrio en el marcador. Al descanso empate a 30. Se avecina un final de infarto.


En el descanso le toca el turno a la final del concurso de triples de aficionados. Un chaval de Madrid, Amancio, derrota con suficiencia al representante malagueño, Nando. Me gustan este tipo de concursos.


La segunda parte empieza con el Barça elevando su intensidad, intentando zafarse de un entramado defensivo que mantiene con vida al Madrid. Fischer y sus largos brazos sirven esta vez de escudo y permiten a su equipo respirar. Sería buen asunto que D´or buscase el aro al otro lado.


Sergio Rodríguez suple a Prigioni, cansado y cargado de faltas. El "Chacho" se pone serio y anota cuatro puntos consecutivos. La réplica la pone Sada, que francamente es el verdadero líder del equipo catalán. Con Ricky fuera de circulación, Víctor es el MVP en la sombra. No todo es anotar, hay que poner el alma en la cancha.


Ettore se desespera en el banquillo pero sus jugadores no dan más de sí. Nadie puede frenar a Morris, que lanza triples como si estuviese en su sillón con el mando a distancia. Felipe resopla y pide un esfuerzo adicional porque el partido se escapa.


El Barça hace lo que quiere. Ya sea desde la línea de tres puntos o por medio de alley-oops, el caso es que la resistencia blanca va agotándose. Tucker desespera a la hinchada con sus amagos y el balón, sencillamente, no entra. Los azulgrana se van.


En los últimos minutos el tanteo hace imposible la remontada, a pesar de un último arreón blanco que se queda ahí. El Barcelona es de nuevo campeón de la Copa.
Ricky corta la red y los jugadores desfilan para estrechar las manos institucionales y poder levantar el merecido trofeo.


Se termina la Copa del Rey. A casa. Hasta el año que viene.

domingo, 13 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (III)


Tercera jornada de baloncesto de alta tensión que ya se nota en los aledaños del Palacio de los Deportes, en la llamada Zona Lúdica, y en los ojerosos aficionados que se acercan a Madrid a seguir a sus respectivos equipos. A algunos la noche sí que les confunde.

El fin de semana favorece un cambio de horario, y se adelanta sesenta minutos el inicio de las semifinales. Llegamos a nuestro asiento y a disfrutar de dos choques potentes. En primer lugar veremos el Real Madrid-Power Electronics Valencia.

Primer partido

Messina presenta un quinteto sorprendente, con Velickovic en pista y Suárez en el banquillo. Un experimento que no funciona. A Nole los demonios de su interior se le aparecen con cada bronca de Ettore. Por momentos parece un junior debutando. La paciencia se agota con la tercera pérdida de balón y el italiano devuelve a Carlos Suárez a su sitio natural.
La reacción de Messina llega quizá un poco tarde, y en ese tiempo el Valencia consigue adelantarse de manera significativa en el marcador. La caraja de los blancos es importante.

Rafa Martínez ve el aro enorme desde la larga distancia y rellena su casillero de anotación constantemente. Sólo las faltas y sus protestas pueden frenar al buen tirador del conjunto valenciano. Claver hace un mate de concurso y la afición "taronja" se enciende. La charanga suena como nunca en este campeonato. Messina pide tiempo muerto.

Un triple de Suárez y un par de acciones de mérito de Sergio Rodríguez levantan al graderío madrileño. Se frena en seco el despegue valenciano. Javtokas no es el mismo del día anterior y la eficacia brilla por su ausencia. Sólo ha metido tiros en el calentamiento. Ahora es Pesic el que detiene el partido.

La defensa da alas al P.E que destierra de nuevo a un Madrid en el que Tomic y Fischer son un estorbo en el ataque. Lo de D´Or es para mirárselo. Ni mira al aro estando solo ni sabe qué hacer con el balón cuando nadie le presiona.
No es hasta el último cuarto cuando el Madrid se adelanta. Entre Llull, Tucker (que de repente aprende a defender) y el talentoso Mirotic suman lo suficiente para dejar en el asiento trasero al conjunto valenciano.

De Colo y de nuevo Rafa Martínez tiran del carro para descartar de momento la victoria blanca. El francés debería jugar más minutos, señor Pesic.

En este cuarto Sergio Rodríguez compensa pérdidas de balón absurdas con un toque mágico que sube la adrenalina de los presentes y motiva a sus compañeros. Él y Suárez son los que finalmente enseñan el camino de la final. Nos hemos divertido.

El descanso lo aprovechamos para bajar a pie de cancha a ver las prácticas de tiro del Barça, hacer un puñado de fotos y proponer el diseño de las futuras zapatillas de Kobe. Su marca sabe lo que hacer para entretener al aficionado aburrido. Nos dicen que después de la final sortearán las "zapas" de Navarro y Llull. Personalmente me gustan más las de Juanqui.

Vuelta al asiento. Espera el apasionante Regal Barcelona-Caja Laboral.


Segundo partido

Un partido que suena a final. El Barça deja fuera de la convocatoria a Mickeal. El ex de Vitoria lo tiene complicado con el ramillete de extracomunitarios que presenta su equipo. La dinámica de Pascual hoy le deja vestido de calle.

El choque tiene futuro hasta que Navarro decide acabar con él. Juan Carlos juega como quiere, y anota desde donde quiere. Sabe asistir y ser complementario. Si está sano es imparable, y Dusko lo sabe.
No es necesaria la zurda de Ingles, porque el que asume la anotación aparte de Navarro es Anderson, que justifica que Pascual se haya decantado por él en lugar del eficaz Mickeal.

El primer cuarto roza lo indecente en cuanto a anotación, con los equipos apretando fuerte en defensa y calculando mal sus tiros a canasta.

Los de Baskonia se suben a la espalda de Barac, que olvida sus problemas con el juego de pies y anota con facilidad. En el Barça Ricky y Sada se turnan en la dirección, y no dejan pensar demasiado a Marcelinho, que no puede ni oler la canasta. Las líneas de pase se cierran y el ataque vasco se nubla. Ivanovic pide tiempo muerto. No se puede con el banquillo profundo catalán.

Las "bombas" de Navarro martillean una y otra vez a Caja Laboral, que se apoya en los aparecidos Bjelica y Logan. Sin los problemas de faltas de la jornada anterior, Ricky puede soltarse e incluso se apunta a lo de meter canastas.

El Barça se va poco a poco e inexplicablemente Ivanovic sienta a Barac y no lo devuelve a la cancha. Si alguien me lo explica, yo lo entenderé, pero sigo ojiplático.
Los grandes del cuadro azulgrana se comen a Batista, Sow y a cualquiera que ronde la pintura. Morris se suelta y lanza puñales desde la línea de tres. Asunto resuelto. Real Madrid y Barcelona se verán en la final.

Lo mejor del partido es sin duda la afición del Caja Laboral. No han dejado de animar en todo el encuentro, y una vez que todos se marchan al vestuario y el pabellón se vacía, sus cánticos obligan al equipo baskonista a salir a saludar. Emocionante y bello a la vez. Gestos como éste engrandecen el deporte. Gracias.

sábado, 12 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (II)

Después de una intensa jornada inaugural, turno para el derbi vasco y el catalán. Para no tener más problemas, esta vez preferimos acudir sin bocadillo. Todo fue más rápido al conocer nuestra ubicación en la grada.

Al encontrar nuestro asiento, los amigos granadinos nos comentan que en la zona del Bilbao Basket reparten camisetas negras. Como estamos tan cerquita nos acercamos y una chica simpática nos entrega dos de la talla XL. Hay que crear ambiente. En unos minutos, Caja Laboral-Bilbao Basket.

Primer partido

Los aficionados del Baskonia pueblan una gran parte del graderío, y aportan sus cánticos acompañados de una charanga que ofrece un plus al partido. Los bilbaínos, menor en número, suman entusiasmo y buen humor.

Ivanovic plantea el encuentro sin modificar su tradicional esquema. Los jugadores van entrando y saliendo en función de la intensidad que se requiere y de las faltas. Este capítulo es un lastre para Oleson, que apenas puede disfrutar de tiempo en cancha. Se desespera en el banquillo. Batista, San Emeterio y Huertas son los artífices del despegue del Caja Laboral. El Bilbao mantiene sus opciones en la lejanía gracias a los puntos de los ex madridistas Mumbrú y Hervelle.

Dusko se muestra tranquilo dentro de su hiperactividad y Katsikaris en cuclillas intenta ver qué falla en su equipo, que se desangra por momentos con un boquete en la pintura que es aprovechado una y otra vez por los de Vitoria. Si antes el uruguayo Batista ve el hueco, ahora es el gigantón Barac, que más allá de ciertos problemas de coordinación en su juego de pies, es letal.

El partido se escapa y Marcelinho le sigue ganando a su par, un Aaron Jackson muy por debajo de su estadística.

Y a todo esto despierta Teletovic, que estaba pasando completamente desapercibido y con un 0 en su casilla de anotación. Tres triples y asunto arreglado. Parece muy complicada la remontada y en la grada ya se huele a derrota del Bilbao Basket.

El final del tercer cuarto termina con un triple desde su casa en el último segundo del griego Vasileadis, que ruge marcando territorio. Los árbitros analizan la secuencia en vídeo. Triple legal.
Kostas hace suyo el ataque bilbaíno y asombra a cualquier espectador con una verdadera lección de tiro. Hace posible el milagro. BBasket se pone por delante.

Caja Laboral supera el desconcierto generado por el buen hacer del griego y se centra en lograr una victoria trabajada. Los de Katsikaris se van de la Copa con la cabeza muy alta tras poner contra las cuerdas a uno de los favoritos. Vasileadis de momento es el jugador más valioso con 31 puntos.

50 minutos y ya calientan Regal Barcelona y DKV Joventut. Navarro saluda y Ricky se hace fotos en el túnel de vestuarios.

Segundo partido

Ahora mismo pocos equipos pueden toser al Barça. En una competición como la Copa todo es posible, aunque no fue el día del Joventut. Desde que el árbitro Redondo echó el balón al aire la superioridad de los chicos de Xavi Pascual se hizo evidente.
La zurda de Ingles dinamita la zona prevista por Pepu, que ve impotente cómo se escapa su rival. El ex del Granada es un anotador lustroso con riesgo de caer en el personalismo. En el Barça sólo se admite en ocasiones puntuales.
La profundidad del banco azulgrana acaba poco a poco con las aspiraciones de la Penya. Trías le pone ganas ante su antiguo equipo, pero quizá la excesiva dependencia de McDonald hace imposible una decente selección de tiros. Todos los balones pasan por el pívot, que carece de recursos para igualar las prestaciones de un acertadísimo Ndong. El bueno de Will se juega más balones de los que merece. Se echa en falta otro tipo de jugada más elaborada. Pepu, tienes que pensar.

Descanso en el medio tiempo y exhibición de los jugadores del Fundosa. El baloncesto en silla de ruedas también es un espectáculo. Ovación merecida.

Pascual rota constantemente el equipo y la frescura, claridad de ideas y ausencia de egoísmos cimentan el triunfo. Sólo una serie consecutiva de canastas del talentoso Franch recupera el ímpetu verdinegro, que acerca distancias y se coloca a 5 puntos. En ese momento si no es Ingles es Lakovic el que impide más proximidad en el marcador. La "Bomba" ni aparece. No es necesario.

El problema para el Joventut es la cantidad de jugadores que el Barça puede poner en pista sin despeinarse. Las faltas dificultaron el concurso de Ricky Rubio, que apenas asomó el pie por detrás de la puerta.

Finalmente 86-66, una diferencia menos ajustada de lo que realmente se vio en el partido. El Barça y el Caja Laboral jugarán una vibrante semifinal.

viernes, 11 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (I)

Cuarenta minutos en metro nos separan del Palacio de los Deportes de Madrid, sede de una competición que da prestigio al baloncesto nacional, y que es una muestra de sana convivencia entre distintas aficiones. Una vez allí toca paseo por los alrededores, donde las carpas de los patrocinadores ACB ofrecen actividades con un denominador común. Todas cuentan con una canasta.

Los niños disfrutan del entretenimiento mientras que nos cruzamos con aficionados con camisetas negras, amarillas, rojas, blancas, azulgranas, verdes y moradas. Los abonos surten efecto y se notará el colorido en la grada. Una oportunidad para todos de ver buen baloncesto.

Al intentar acceder al recinto nos llevamos una pequeña sorpresa. No se puede entrar con bocadillos ni con botellas de plástico de cierto tamaño. Lo de la botella lo imaginaba, pero lo del bocata no lo esperaba. Hay grupos que utilizan las cercanías del recinto para apurar el pan juntado con chorizo, queso o jamón, y otros que sacan de bolsas de establecimientos de comida cercanos sus sandwiches. Tenemos tiempo suficiente.

Vaciados de carga "prohibida" entramos y buscamos nuestro asiento. Esquinado pero con una visibilidad excelente. Gracias Silvia. A nuestro lado dos hermanos que vienen de Granada y que viajan a los lugares donde huela a basket. La Copa es el destino perfecto.

El partido que abre la competición es Blancos de Rueda Valladolid-Power Electronics Valencia.


Primer partido

Los pucelanos ya habían obtenido su premio. El llegar a la Copa hace justicia a una temporada hasta ahora de ensueño. La hinchada morada, a nuestra derecha, grita más que una apagada afición "taronja", que aguarda su momento para más adelante.

El balón vuela y los primeros minutos reflejan un tanteo igualado, con una aguerrida defensa pucelana. Mucha pelea bajo la zona.

Los puntos de Claver sostienen a los valencianos, mientras que los argentinos del Blancos de Rueda aglutinan las opciones de ataque vallisoletanas. Las tres faltas de Eulis Báez suponen un lastre difícil de superar, como se verá posteriormente.
Stanic dirige con pundonor a los morados y el francés De Colo da muestras de su clase, sustituyendo a un Omar Cook timorato a la hora del lanzamiento pero que asistió a sus compañeros con eficacia.

Por la defensa empieza todo, y el juego interior construye o despedaza una victoria. Barnes y Slaughter no pueden frenar los minutos de gloria del lituano Javtokas, que se mueve en zapatillas y albornoz por la zona pucelana. En forma y centrado este chico es una amenaza en la pintura. No siempre ha sido así.

Los puntos van cayendo del lado naranja y sólo unos tímidos intentos liderados por Diego García hacernsoñar a los de Porfirio Fisac en una remontada que no se produjo. Los escorzos y gesticulaciones del entrenador del equipo de Valladolid no sirven para motivar a los suyos. La diferencia de tanteo es insalvable y los minutos que restan se convierten en una losa. Hay que terminar con dignidad.
Gran partido de Víctor Claver, impetuoso encarando el aro y generoso con sus compañeros. Buen líder. 60-83 y Blancos de Rueda enfila la A-6 de vuelta a casa.

Ante nosostros casi una hora de espera que aprovechamos para caminar y cruzarnos con Walter Szczerbiak, Clifford Luyk, Ferrán Martínez o Emiliano. Clásicos donde los haya.

Y cerca de los servicios contemplo una confraternización de la que muchos políticos podían tomar ejemplo. Gente vestida con distintos colores haciendo cola en los lavabos pacíficamente, desafiando las medidas de seguridad que separan aficiones, y citándose después del partido para tapear por Madrid. Lo dicho, un ejemplo.


Segundo partido

Minutos antes del inicio del Real Madrid-Gran Canaria 2014 la hinchada amarilla chilla su simpático "Pío-pío". Los canarios habían seguido en silencio el primer partido. La afición blanca, aletargada. Responderán más tarde.
Un recuerdo desde la grada para el lesionado Savané es el preludio de un gran choque. Cumplió con las mejores expectativas.

Arranca el segundo encuentro con igualdad. Los jugadores canarios aportan una intensidad al juego que les hace ponerse por delante. Wallace, Spencer y sobre todo Carroll suman puntos. La dirección deportiva del "Granca" funciona y ficha muy bien.

Messina mueve el banco buscando unas respuestas que no terminan de salir. Velickovic no toca la tecla que el italiano quiere y le sienta a los tres minutos. Mal asunto. Fischer se pierde en las protestas a los árbitros y su dominio bajo canasta simplemente no existe. El voluntarioso Wallace le come la tostada una y otra vez.
Los canarios se crecen al ritmo de las canastas de Carroll. ¿Se irá el chico de las zapatillas azules a un grande el año que viene?

La dispersión de la grada parece confundir a algún jugador madrileño, que no encuentra su sitio. Salvo un par de acciones defensivas, Tucker no suda en exceso.
Al Real Madrid le mantiene la anotación del talentoso y energético Llull, que logra despertar a la zona del graderío ocupada por los aficionados el equipo blanco.

De pronto, sucede algo que cambia el sentido del partido. Una serie de acertadas acciones defensivas de Tomic con su eco en la zona contraria y la aparición de Mirotic redirigen el rumbo del encuentro.
Con los dos equipos parejos la cosa está entre el incansable Carroll y un Sergio Rodríguez que toma el mando de las operaciones. El "Chacho" se convertirá en la clave con sus puntos para crear una distancia en el marcador que los de Pedro Martínez no pueden neutralizar.

Excelente choque digno de una ronda superior. El Real Madrid se enfrentará el sábado al Power Electronics Valencia.

martes, 8 de febrero de 2011

La cabeza de Rudy

Recuerdo una serie de televisión que se llamaba "La cabeza de Herman" y que pasaron en La 2 hace unos cuantos años. El argumento versaba sobre la diferencia de criterio que escenificaban los habitantes del cerebro del susodicho Herman, y que orientaban el sentido de sus acciones.
Cuatro personajes que representaban distintas maneras de afrontar las situaciones que al chico se le iban presentando. No siempre Herman hacía caso de la opción más razonable.

En muchas ocasiones a uno le gustaría tener acceso a la sala de control de la masa gris y mantener una pequeña charla con el jefe de máquinas o con el grupo de individuos que mueven los hilos. Difícil tarea para ellos.

Si el planteamiento de la ficción se hiciese realidad, sería muy interesante ver qué se cuece en la cabeza de un tipo antes de verle actuar. Y entrando de lleno en el contenido del blog, muchos se preguntan ahora qué pasa por la cabeza de Rudy. No demasiado atrás en el tiempo nos encontrábamos a un jugador desmotivado, ojeroso, y con intenciones claras de dejar a vista de retrovisor su etapa NBA. Primero era su agente el que hacía pública la decisión de Rudy de no volver a pisar el Rose Garden y de retomar su fructífera carrera europea.

Sin posibilidad de salir de Portland vía traspaso, fue el propio RFernández el que manifestó después sus deseos en público. Mal asunto, estas cosas no gustan en la NBA. Sanción al canto para el catalán por todo el torrente de palabras que corrieron como el nuevo Ferrari de Alonso por los mentideros y despachos de clubes en Europa.

Los grandes equipos de Euroliga modificaron sus agendas de fichajes para hacerle un hueco a un jugador de primer nivel, capaz de desnivelar encuentros y de ser un fichaje de auténtico lujo.

Cerrada también esa alternativa y siendo renovado por los Blazers, a Rudy no le quedó otra que respirar profundamente y afrontar una nueva temporada a las órdenes de McMillan.
Empezó mal, con escasos minutos y un protagonismo nulo, y para un jugador que vive de sus sensaciones en la cancha, significaba entrar en una dinámica peligrosa.

En este punto los habitantes de la cabeza de Rudy habrían pasado de pintarse en la cara señales de guerra a un enfrentamiento fratricida al más alto nivel.

La vida da vueltas, no deja de girar y tampoco de sorprender. Una nueva oportunidad se presentó ante los ojos de Rudy en forma de lesiones. Con una "injury list" a rebosar, a McMillan no le quedó más remedio que acudir al talento del número 5, con el trasero caliente de estar sentado en el banquillo.

Y Rudy regresó, eso sí de forma un tanto irregular, pero lo hizo. Cierto es que su estancia en pista ha retrocedido en cuanto a promedio se refiere, al igual que sucede con su anotación, pero las sensaciones son otras. Por fin se siente importante. Por fin ha sido el jugador clave en más de un partido aislado, y de una vez por todas se le empieza a ver como algo más que un triplista con poco más que ofrecer.

Anota, asiste, rebotea, roba balones e incluso ha llegado a desempeñar las labores de base en un partido. Impensable en el mes de noviembre.

Sin la estrella Roy en cancha, RFernández se convierte según el partido en la tercera o cuarta muñeca de la franquicia, y es mucho hablando de alguien que tenía puesto el cartel de "pasaba por aquí".

Tiene libertad en la pista y es feliz. Con eso de momento es bastante para él. Veremos si sus actuaciones le abren las puertas del mercado y los que le tienen anotado en la libreta llaman a la puerta de los Blazers.

domingo, 30 de enero de 2011

The Griffin Show

Las luces se encienden, las cámaras empiezan a filmar y la acción transcurre tal y como se había diseñado el año pasado.

La lesión de Blake Griffin supuso más que un jarro de agua fría para la "franquicia pobre" de Los Angeles. El atlético mozo había despertado más de una inquietud entre los especialistas y generado más de un abono para el Staples pintado de rojo. Todo un número 1 del draft llamado a marcar una época. Justo cuando comenzaba con un programa más exigente de trabajo se rompió, despedazando con ello los sueños de unos y borrando de un plumazo las crónicas de éxito no escritas de otros.

Un año es blanco para un novato es muy peligroso, sobre todo cuando tienes sobre tus hombros el duro peso del "show-bussiness" y la presión de los que firman los cheques a final de mes. Eso de la presión puede acabar con carreras prometedoras. Un ejemplo muy reciente es Greg Oden, un pívot con mucha clase, una fuerza terrible bajo el aro pero con una habilidad innata para lesionarse. En su época colegial demostró su espíritu de superación al cambiar su mano de tiro durante una larga etapa de la temporada tras fracturarse su muñeca derecha. Su registro con la zurda fue encomiable. Sin embargo Oden no ha sido capaz de completar ni una sola temporada desde que Stern le colocó la gorra de los Blazers. Ni está ni ya se le espera. Si vuelve a pisar una cancha para jugar más de media hora será un verdadero milagro.

En Blake Griffin sucedió algo diferente. Al enfundarse una camiseta con unas exigencias mínimas, su año en el dique seco fue más placenterio, y pudo disfutar de mayor tranquilidad en la recuperación, rehabilitación y trabajo técnico posterior. La presión de verdad llega ahora, y parece que Griffin no sólo la tolera sino que la aplaude.

El "efecto Griffin" ha hecho renacer la competitividad del base Baron Davis, a punto de ser abandonado en un cajón para siempre. El equipo corre, salta, se divierte e incluso empieza a ganar más partidos de la cuenta. Pocos podían predecir 18 victorias a estas alturas de curso, con bastantes derrotas además con márgenes de diferencia muy pequeños, lo que hace albergar esperanzas en que, con una elección buena del draft y algún que otro retoque, en años venideros el récord de los Clippers tenga más triunfos que partidos perdidos.

Los compañeros de Griffin son jóvenes, con buenas piernas y con ganas de jugar con intensidad. El coach, Vinnie del Negro, ha obtenido su segunda oportunidad como primer entrenador, y después de unos meses con dudas, parece que ha dado con la tecla que suena.

Blake sigue una línea ascendente que le convertirá en el "rookie" del año, superando a mi favorito John Wall, lastrado por lesiones y con una dinámica de juego más irregular. La trayectoria de Griffin va del menos al más, y podrá sumar puntos a su valoración en el concurso de mates. Se espera mucho de la participación del novato en el All-Star, que se juega en su casa.

Un jugador fuerte, completo, con unos porcentajes rozando el sobresaliente y con un margen de mejora muy amplio. La estrella del futuro ya está aquí.

martes, 11 de enero de 2011

El secreto de los Knicks

¿Qué hace que un equipo pase de arrastrarse por el fango en días tormentosos a planear con visibilidad en las alturas?
Los factores para el resurgir de los Knicks entran en unas variables ajenas a la matemática más avanzada.
Está demostrado que en la NBA dos más uno no son tres. Según la ocasión pueden sumar cuatro o quedarse en menos dos. Ciertos traspasos aparentemente ventajosos se tambalean o no funcionan por decadencia sobrevenida de algún jugador o por una falta de mentalidad que repercute de manera directa en el rendimiento en cancha.

Con minutos Sasha Vujacic pasa de ser un elemento extraño en la rotación de los Lakers a sentirse importante de repente en unos Nets en declive. Resulta utópico que pueda ser titular en un equipo NBA, como dice el esloveno. Por New Jersey también pulula un tal Troy Murphy, que después de atravesar su propia odisea por el desierto en forma de lesión, ni recupera sensaciones ni su sitio en el quintento inicial. Es carne de un "trade" que no termina de clarificarse y en el que entraré en un momento.

En la otra orilla del Hudson, los hasta hace poco desnortados Knicks no daban con la tecla del éxito. Dolidos en su orgullo ante la negativa de Lebron, Bosh y Wade de unirse a un proyecto de buen presente y mejor futuro, vadearon el problema con movimientos muy acertados. Stoudemire ha aportado algo más que fe a sus bisoños compañeros, Felton ha dejado su cartel de jugador triste bajo el telefonillo de la mansión de Jordan, y Fields ha sido una buena elección en el draft. Junto a todo ello, Chandler ha conseguido despegar y lucirse como venía apuntando tiempo atrás, y ha ido creciendo un efecto llamada en el resto de knickerbockers.

Las 21 victorias de New York les sitúan en un récord poco conocido en los últimos tiempos a estas alturas de curso y les colocan de nuevo en posición de playoff.

Ahora es cuando nace el problema. En la libreta de Donnie Walsh venía escrito "traspaso" en el mes de enero, y cuando se dispone a sondear el mercado y al queridísimo Carmelo, resulta que al bueno de Amar´e no le gusta. Sintiéndose más importante que nunca y siendo el símbolo del resurgimiento de los Knicks, no quiere que venga otro tipo con una gorra que ponga "Estrella" y le abarrote el protagonismo que se ha ganado. Difícil papeleta.

Realmente a New York, con sus jugadores al alza, el viento a favor y D´Antoni feliz, creo que de momento le viene bien un retoque en posiciones interiores y no marear demasiado no vaya a ser que se despisten. La personalidad de Carmelo puede ser peligrosa en un vestuario con muchas realizaciones profesionales en marcha.

Lo del traspaso inacabado de Melo es otro asunto peliagudo. Hablamos de tres equipos implicados con algún que otro disgusto en ciernes. Billups ya ha declarado que no quiere hacer las maletas y que desea terminar sus días de profesional en Denver a ser posible. Uno de los principales activos del intercambio frunce el ceño por lo que la operación se complica.
Luego Anthony no quiere que le tomen el pelo y opta por ser él quien tome la decisión y que no lo hagan por él. No firma con Denver y aguarda a que NY pelee fuerte. New Jersey está cerca pero no termina de convencerle. Y mientras, otros esperan con los brazos abiertos. Hamilton podría aplaudir una salida de Detroit que supondría una reunión con su antiguo compañero Billups en los Nets junto a Carmelo. Las posibilidades de ese equipo crecerían como la espuma. Pero todo sigue en suspenso.

domingo, 9 de enero de 2011

El italiano indolente

Una apuesta arriesgada y una realidad rozando lo decepcionante. El ceño fruncido fue la tónica general en el draft del año 2006. Un esbelto chico con informes excelentes nacido en la lejana Italia era seleccionado en el número 1.
Pronto empezaron a salir las voces discordantes, que apuntaban a pasados fracasos sonados en las elecciones en puestos de cabecera, sobre todo en jugadores por encima de los dos metros de altura.

Con unas expectativas grandes Andrea Bargnani dejó la Benetton, en la que había demostrado versatilidad y eficacia para ver aro, comenzó su andadura en unos Raptors en construcción.

La duda siempre surgió por la poca fuerza que imprimía en sus acciones bajo canasta. De hecho se había caracterizado en la Lega por un juego de alero a pesar de sus 2.13.
Si había funcionado el experimento Pau Gasol, y si en alemán Nowitzki ya era un top-10 de la liga, Bargnani podría pasar de prospecto interesante a jugador franquicia. Sin embargo, su debilidad para pelear como "cinco" se puso de manifiesto muy pronto, y Toronto tuvo que reforzar esa posición con tipos más fornidos al tiempo que Bosh se esforzaba por arrancar puntos en la pintura.

Sus porcentajes de anotación han ido mejorando año a año, e incluso figuró en algunas quinielas el curso pasado como aspirante a jugar el all-star. El que escribe siempre consideró el potencial del italiano digno de esa distinción, siempre que superase su alergia a bregar cerca de la red y no sólo utilizase la zona para girarse y tirar de tres o cuatro metros, o para fintar y anotar apoyándose en el tablero. Para ser un pívot con rango de jugador franquicia hace falta algo más que anotar. Se debe incluir el rebote en el repertorio, tal y como hizo Pau hace años. Recuerdo al joven Kukoc que llegó a la NBA con delgadez casi extrema, y al que tratamientos rápidos que no entro a valorar hicieron de él un tipo capaz de jugar también con garantías en la pintura.

Bargnani tiene un dribbling demoledor, buena prestancia en el juego de pies y cierta irregularidad en el tiro, lo que hace que necesite más de una decena de tiros para convertir cuatro de ellos, casi siempre no muy lejos de canasta. Añade a su repertorio un lanzamiento de tres más que aceptable, aunque sigue adoleciendo de una ternura descorazonadora a la hora de proteger el rebote. Si mejorase esa faceta estaríamos hablando de un jugador completo y un arma terrible para su equipo.

Lamentablemente y a pesar de ser el primer anotador de Toronto, el mayor protagonismo que la marcha de Bosh le ha concedido engrandece su escaso bagaje en el apartado reboteador e intimidatorio, no llegando ni siquiera al tapón por partido.

Imagino que los Raptors estarán siendo de las franquicias más activas en estos momentos previos al "trade deadline", con poquita cosa que ofrecer pero mucho que buscar en el mercado. Ya se han deshecho los de Colangelo de Jarret Jack, y pensándolo bien, las mayores opciones de traspaso incluyen a Calderón. Lo niegan, pero seguramente el extremeño tendrá que ir en el paquete del traspaso principal que se avecina en el equipo canadiense.