miércoles, 22 de junio de 2011

Las opciones de Ricky Rubio

Bajo una cierta neblina desembarca Ricky Rubio en la NBA. Si hace justo dos temporadas la tinta de las plumas se agotaba al escribir de un talentoso joven, ahora se veía obligado en su presentación ante el gigante foco mediático a justificar la ausencia de brillo en su estadística actual.


"A veces las estadísticas no dicen lo bueno que eres..." Con estas palabras eludía la unión de su futuro NBA con el presente ACB. Abogaba por una apuesta por el colectivo en detrimento de una lupa individual.


No se le escapa a cualquiera que sepa de ésto que poco o casi nada tiene que ver el papel que se juega en Europa con las posibilidades amplias que ofrece el espectro NBA. La visión de Ricky sobre la cancha amplía sus capacidades con el ritmo que impone su nueva liga, más rápido, menos sometido a un corsé defensivo y que aplaude el talento ofensivo.


Algo ganado es su nivel de inglés, suficiente para iniciar un entendimiento con compañeros y cuerpo técnico, y fundamental para un jugador como él llamado a ser el constructor en pista de los nuevos Wolves.


Minnesota recibe con una sonrisa la llegada de su Mesías. Esa injusta etiqueta alguien se la puso en su día y con ella tendrá que convivir hasta que su propio rendimiento dictamine en que lugar se le puede ubicar, al frente del coche o en la parte de atrás. Las esperanzas hace tiempo que se depositaron en Ricky, y no ha habido base capaz de llenar el vacío que los ecos del draft´09 dejaron a un desnortado equipo.


Su paso por un equipo altamente competitivo como el Barça le da un bagaje que pocos en la plantilla tienen. La exigencia constante experimentada en los últimos años completa una formación cuidada y medida. Toca el turno de cumplir un sueño, y la respuesta será tan veloz como el ritmo de competición, que no le dará tiempo ni a quitarse las legañas.


Beasley, Love, Milicic o Johnson juntos de momento han logrado muy poco respeto. Excelsos en algunos casos como Love, pero poco efectivos en el cómputo global. Si Ricky encaja bien y logra mejorar las prestaciones de todos, quizá hablemos de un equipo mejorado, pero muy lejos de números óptimos. Otro asunto es el esquema de juego que se encuentre Rubio, si no se adaptan sistemas para él o la adaptación se hace complicada. No creo que le resulte difícil encajar en un modelo que tendría (en teoría) que casar con su personalidad. Por sus aptitudes le quieren supongo.


No veremos a los Wolves en los playoff con la configuración actual. Si cristaliza alguna de las operaciones que supuestamente están en marcha, tendríamos que detenernos con calma para analizar el futuro de la franquicia.

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