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miércoles, 9 de enero de 2013

El pasadizo oscuro del Staples


Una nueva derrota engorda la estadística negativa de los Lakers. No cuenta que Howard o Gasol estén fuera de combate, en este momento sólo vale ganar. No hay excusas. El crédito de D´Antoni ha menguado de forma proporcional a las derrotas. Con un balance más propio de un equipo con el objetivo máximo de ser octavo en su Conferencia, las voces críticas van haciendo mella en el entorno de un vestuario con más ganas de salir corriendo que de salir en la foto. Incluso Magic Johnson se ha postulado como el mayor enemigo del gestor actual del banquillo, casi arengando a una campaña contra el entrenador.
En este momento el playoff está lejos pero todavía es alcanzable. Denver marca el corte con una dinámica irregular. Por delante no tiene pinta de que se falle en exceso, y las opciones del conjunto angelino pasan por encadenar una serie de victorias dulcificadoras y que Portland o Houston (o los dos) entren en un bajón de resultados. Mientras tanto la herida, antes rasguño, se sigue abriendo y no hay apósito que impida que la sangre brote.
El paso de las jornadas no hace sino certificar lo que los detractores de D´Antoni ya aventuraban: no es el entrenador ni el estilo de juego idóneo para esta plantilla. Se ha filtrado agua en el aceite y los egos cada vez aparecen más definidos. La confirmación de la nula relación entre Howard y Bryant no ayuda demasiado ni al presente ni al futuro, ya que el pívot será libre al término de la temporada y en Brooklyn andan ya juntando dólares para convencerle. Esto se suma al bajón anímico de Pau, obligado por su entrenador a deambular por el exterior de la zona. Curioso es verle lanzar en sus últimos partidos una media de dos triples, cuando era una distancia inexplorada por Gasol en su tiempo NBA. No sabe qué hacer para aportar, y la velocidad del ataque le hace perder frescura e ideas en ataque. Ni siquiera la rebeldía ocasional de Nash para darle cobertura en el desenfreno ofensivo le beneficia. Significativo que en paralelo haya crecido la aportación del "outsider" Jordan Hill y que la ayuda de Jamison sea circunstancial. El pasillo de entrada a la cancha se oscurece por momentos y el frío se va apoderando de la instancia. Complicado atravesar ahora ese camino hacia la gloria...o el fracaso.
El aficionado parece dispuesto a dictar sentencia sin esperar a que el curso termine. El asunto empieza a oler a queso pasado que se guarda en la nevera.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Sin solución laker


El asunto ya apunta a peligroso. Por las expectativas generadas nadie apostaría a que a estas alturas los principales contenidos de las corrientes de opinión NBA girarían entorno a un calamitoso inicio de temporada como el de los Lakers. Digo peligroso pero casi podría decir dramático. En lo deportivo, que nadie se equivoque.
Los síntomas se atascan en una nebulosa cada vez más espesa. Las soluciones parece que se pierden entre tanta declaración y contradeclaración. Si ayer el problema era Pau, sus rodillas, y su falta de encaje en el sistema D´Antoni, hoy anda mutando en dirección al gestor del banquillo. Kupchack y Buss no descartaban abiertamente una operación antes del trade deadline en la que se viese implicado Gasol. Con la baja de Pau en los últimos partidos los dedos acusadores han cambiado de objetivo, y es entonces cuando Kupchack quiere dar imagen de estabilidad de un proyecto que está perdiendo contacto con el timón. "No hay previsto un traspaso de Pau" viene a contar.
Spoelstra hace unos años vivió una situación compleja en Miami, con un errático comienzo de competición. El equipo se rehizo antes de que la hiriente prensa le desarmase por completo y se instaló una velocidad propicia. Aquí no va a suceder lo mismo. Aunque estemos apenas en diciembre, ya ha habido un cambio de entrenador y las cosas van a peor. Realmente D´Antoni se está replanteando su filosofía. O al menos debería hacerlo si no quiere que el peso de la historia le pase por encima. No solicitó el puesto, el error viene de arriba, pero debe afrontar el reto más importante de su carrera. Se demuestra partido a partido que su sistema se hace pedazos en la pista. A su equipo le cuesta correr, y a pesar del cambio de base (Duhon por el bisoño Morris) nada funciona. Y Kobe se resiente de la falta de liderago en el puesto de uno. Es capaz de crearse sus propios tiros, pero cuando uno solo lanza más a canasta que el resto de sus compañeros, algo huele mal. Difícil que se traduzca en victoria. Dice Bryant que vive lo más complejo de sus 17 años de carrera. No es ningún chaval pero se pliega a la exigencia de velocidad de su entrenador. Howard no encuentra su hueco en ataque y no hay nadie que asome la cabeza con regularidad.
Escuchamos o leemos a todo un Magic Johnson pedir que se respete a Gasol, a sus galones, a su reconocido estatus y a su valor en el poste. Esto es darle una sonora bofetada a la bancada laker. Significa que el rápido sistema de D´Antoni no vale en el Staples...quizá para sus vecinos Clippers sí.
Se espera con ansia la vuelta de Nash. Una vuelta que se retrasa. El tiempo sigue pasando y el estado físico del canadiense será una incógnita cuando regrese. Dudoso que exista un acoplamiento inmediato, por lo que podemos meternos en el mes de febrero y el devenir de los Lakers permanecerá en un temblor constante.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El futuro de Pau

El agua ya está hirviendo poco a poco en la olla, y desde distintos sectores de la prensa angelina se van introduciendo los ingredientes del caldo. Deseosos algunos de quitarse de enmedio a Gasol porque les sobra hace tiempo. No ha despertado demasiada simpatía en según que cronista la presencia de Pau bajo los aros del Staples. Primero se decía que era blandito, que no bajaba el trasero en defensa y que no intimidaba lo suficiente. Con la consecución de los anillos y la estimable aportación de Gasol la crítica se fue por otros derroteros, basándose en una supuesta falta de química con Kobe y una falta de peso real en el vestuario laker. Los hay que han pretendido hacer daño al de Sant Boi, que de manera inteligente se ha alejado de la polémica. Las demostraciones sobre la cancha siempre. A un recadito picante de la prensa o una punzada de Phil Jackson les respondía con una buena actuación.
El juego NBA le ha ido acercando al aro, desterrando la imagen de Gasol tirando de más allá de cinco metros. En este tiempo ha modificado su mecánica de tiro, más arqueada, ha ganado bastante músculo y ha desarrollado un considerable juego de espaldas. La tendencia de un jugador de su talla sin la eficiencia de Nowitzki alejado de canasta es acomodarse ahí abajo. Lo del talento va por otro lado. Hemos visto una plaga de tipos de nivel bajo obteniendo una rentabilidad bancaria digna de ser estudiada. En muchos casos los kilos derrotan a la sabiduría.
No se desvela un secreto si se dice que la preferencia de Pau en el relevo de entrenador iba orientada a Jackson, que supo exprimirle, motivarle y premiarle a su manera. Y consiguió dos anillos.
Uno se puede hacer una idea del gesto facial de Gasol al enterarse de que el elegido finalmente era D´Antoni, que abandera un tipo de baloncesto que no favorece en nada las actuales cualidades y capacidades de Pau. Rapidez, gusto por los ala-pívots versátiles (Jamison encaja a la perfección en su estilo) y poco aplauso para los que gastan más de cuatro segundos en crearse su propio tiro. Howard y el español se ven claramente perjudicados. Se estorban y no producen. Si los arrastras más allá del poste los pierdes para el interés colectivo. Los porcentajes hablan por sí solos.
Ahora los rumores invaden la red. Knicks y Timberwolves supuestamente interesados. ¿Beneficio para Pau?
Evidente que una salida a cualquiera de estos dos equipos le devolvería su estatus. Adelman juega rápido pero sus pívots son consistentes. En la memoria un excelente Divac en aquellos Kings que enamoraron hace unos años, y en el presente un Pekovic que se luce de forma estable en los Wolves. Definitivamente sería una buena opción, al margen de que contaría con Ricky Rubio para nutrirle de balones donde y como a él más le gustan.
Lo de los Knicks tampoco suena mal. Ya está mayor el frontcourt del Madison, y la inclusión de Pau sumaría talento a la veteranía. Una jugada aritmética interesante.
No entro a valorar los recambios en los equipos. Si cuaja el asunto ya podremos analizar con más detalle su impacto.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

D ´Antoni el elegido


La especulación dejó paso por fin a la realidad. Muchos habrían apostado dinero a que Phil Jackson iba a recuperar su viejo sillón especial para dirigir desde el banquillo a sus queridos Lakers. Tan claro se veía que ya se comenzaba a redireccionar el viejo mensaje y los conceptos del ataque ideado por Tex Winter a una renovada plantilla aspirante a todo.
Eran pocos los que creían que D´Antoni realmente tenía alguna opción, y que no se trataba de un candidato de quita y pon a conveniencia del consumo mediático.
 Las horas que sucedieron a la destitución de Mike Brown se manejaron con una puesta en escena discretísima por parte de Jim Buss. Si es cierto que Jackson pedía plenos poderes es algo que se quedará en la famosa reunión, salvo que aparezcan grabaciones del encuentro. El "maestro zen" niega haber solicitado facultades especiales en la gestión más allá de la gestión del vestuario. Poco importa ya. La decisión se tomó al margen de lo que la prensa especializada había vaticinado.
Mike D´Antoni llega tras una errática etapa al frente de los Knicks, con más sombras que luces. Se espera que recupere el vigor mostrado en Phoenix, donde precisamente Nash se convirtió en sus ojos en pista. Uno de los principales avales, sino el único a estas alturas, es la presencia del canadiense y la facilidad que conllevaría la reconversión del difuso ataque en algo más digerible.
El juego de D´Antoni requiere piernas frescas y mente libre. Se comparte un efecto solidario con el balón, que distribuiría Nash. Ahí es donde los críticos de la elección respiran con dificultad. Kobe, Pau y Howard compartiendo tiros. No habrá equidad, básicamente porque los tres no podrán hacer más de una veintena de lanzamientos a canasta, salvo locura colectiva resumida en una pizarra con tachones. Y me refiero a esos tres sin contar con World Peace o Jamison, o el resto de acompañantes que aspiren a jugarse más de 8 tiros por choque.
La cabeza de la otrora estrella del Tracer de Milán tiene que echar humo con las combinaciones posibles de sus clásicas jugadas, retocadas en base a una nutrida colección de nombres.

sábado, 10 de noviembre de 2012

¿Qué pasó con Mike Brown?

Tenemos un finiquito por firmar y un puñado de preguntas, tantas como el aire se pueda llevar. Una decepcionante fase de preparación y una pequeña pero apabullante colección de derrotas hicieron el resto. ¿Son suficientes cuatro partidos perdidos de cinco disputados para buscar el cambio de entrenador? Es la cuestión que más pesa ahora, la duda que salpica los muros del entramado laker, arañado con dolor por los aficionados temerosos de perder de nuevo el barco.
El que Mike Brown fuese capaz de reconducir el penoso comienzo es algo que ya queda atrás. Se sabía que se contaba con un coach experto en armar el equipo desde la defensa, un especialista en este apartado. En Cleveland consiguió grandes éxitos con Lebron a la cabeza pero con jugadores de menor rango, capaces de aceptar sus roles, el liderazgo indiscutible de King James, y la ventaja que da en muchos aspectos el ser el tipo de la derecha de la foto.
Con la nueva configuración, la llegada de Howard, Nash y en menor medida Jamison, el espectro ofensivo se antojaba complicado. Se optó por introducir la "Princeton Offense", con mucha circulación, mucho pase y solidaridad en ataque. ¿Todos dispuestos a aceptar? Sí, pero con matices.
Al renovado estilo le empezaron a salir detractores como las setas al campo lluvioso. Hasta Magic abogaba en menos de 140 caracteres por una rectificación en beneficio del talento de Nash...para qué le habían traído entonces se preguntaría fuera del "tuit". Su gestión de los casi campeones Cavs fue aval suficiente, y lo seguirá siendo en próximas incursiones como técnico jefe a pesar de su mediocre papel al frente del equipo angelino. La vida es así. Volverá a entrar en las quinielas a aspirante a uno de los jugosos banquillos de la NBA, de eso no hay duda.
Y ahora toca hacer caso a la rumorología, sabiamente dispersa entre el mundo on y off line. Se va poniendo la chaqueta laker a D´Antoni por el hecho de estar conectado al juego de Nash. Aislará la ofensiva de Carril y le entregará el balón al canadiense para que lo reparta convenientemente entre el resto, sin que Kobe se enfade. Eso si le toca al bueno de Mike, desterrado de la Gran Manzana por Carmelo.
La perla mediática la encontramos en la enésima búsqueda de Phil Jackson, sonriendo desde su atalaya y esperando acontecimientos. Esta situación tampoco le viene mal. Volver como rescatador al servicio de un roster que poco le podrá reprochar, y que tendrá que bajar la mirada ante la avalancha de críticos que les respiran en el cogote.
Nombres hay muchos. Esperemos a conocer la identidad del escogido.