sábado, 23 de octubre de 2010

Toronto sin Bosh


Muchos en Toronto siguen conteniendo la respiración después de la marcha de Chris Bosh en busca del anillo en el enésimo equipo de ensueño.

Cuando el principal baluarte abandona hay que encontrar respuestas en el bloque. Calderón es líder en pista a pesar de que se intente ver a Jack como el impulsor del ataque raptor. Las limitaciones de Jarret existen y no creo que haya dado ejemplos de liderazgo ni en Portland ni en Indiana. Otra cosa es que hablemos de un tipo de jugador más accesorio que anota y pasa. Entonces sí nos acercamos a su perfil.

Jose es querido por el público y está mejor que bien considerado en Toronto por lo que he podido comprobar en primera persona. Hace jugar, piensa y actúa. Es de los que sube el nivel de sus compañeros. Que le pregunten a Bosh quién le da el pase dónde y cómo le gusta. O al mismo Bargnani, que entre caraja y caraja ha mejorado sus prestaciones hasta casi colocarse en la línea all-star.

El escenario ahora es diferente. La figura de un nunca comprometido Turkoglu se cambia por un renacido Kleiza. Al lituano el paso por Europa y el Mundial le han fortalecido mentalmente y se ve como la primera opción de ataque. Cierto es que en su anterior etapa no fue un jugador oscuro, pero en este momento cuenta con mejor conexión cerebro-manos.

Por lo demás, y fuera de la pelea por el puesto de base, la cosa ofrece sus dudas. En esta pretemporada se ha querido repartir muy equitativamente el pastel de los minutos en pista, aunque sería extraño que Barbosa no gozase de la condición de titular. El saltarín DeRozan está entrando en el cinco en detrimento del bueno de Leandrinho.

Julian Wright tendrá su última oportunidad para ser chico del calendario entre los fans. Apuntaba a estrella y de momento es un mero relleno de banquillo y su tiempo de agota.

Es en la zona donde la salsa es más espesa. Bargnani debe dar otro paso al frente y espera ser escoltado por el fornido e impulsivo Evans, tan buen bregador como poco mordedor en ataque. Un toque de clase se verá saliendo presumiblemente del banco. David Andersen es mejor que la mayoría de "cincos" que pueblan la NBA sin verdadero nivel, y tiene que vivir con la etiqueta de pívot blanco, lo que se traduce en trabajo sin brillo.

Pocas opciones de entrar en play-off. Si todos reman en la misma dirección y Kleiza y DeRozan son sólidos, quizá puedan ver de reojo el octavo puesto.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Kobe y el trash-talk

Tierras lejanas, inicio de pretemporada, falta de forma y relajación. Con todos estos elementos se presentó un poco retocado ganador de la NBA.

La motivación viene por la cantidad de miradas y la responsabilidad de llevar el nombre asociado de "campeón del mundo". Aunque esta consideración se establece por aquellos lares de manera unilateral, es cierto que admite poca duda. Nadie fuera de la exigente liga puede contrarrestar el alto nivel de los Lakers. Salvo un equipo de la calidad del Barça en circunstancias como las planteadas.

El arranque de la temporada es bastante liviano en sus primeras semanas, con entrenamientos para recuperar el tono que en muchos casos siguen al partido de estreno. El ejemplo es que el calendario ofrece hasta 12 partidos diarios tras solamente una semana de entrenos.

Sin más que una mirada de soslayo a las pesas, los chicos de Phil Jackson cumplen con el trámite impuesto por Stern de pasearse por puntos clave del mercado NBA fuera de los Estados Unidos. La presencia de Pau en Los Angeles obliga a rescatar el pasado de Gasol para elegir contendiente. Otros viajarán todavía más lejos para enseñar las bondades de un baloncesto con posibilidad (y necesidad) de crecimiento.

Los jugadores del Barça rinden a las mil maravillas y obligan a Kobe a esforzarse más de lo inicialmente previsto. Aquí el compromiso de Pau está fuera de toda duda.

Y tenemos que introducir un elemento importante en el juego sucio NBA. El "trash-talk" se espolvoreó hace años y gente de distinto pelaje y calidad se encargó de hacerlo suyo. Distracción, cabreo y opción de descentrar. Con estas premisas la eficacia del lenguaje basura se expande como una plaga. También crece como recurso en la defensa de un jugador en mejor forma. Este es el caso que nos ocupa.

Kobe se ve sorprendido por el nivel de juego de un desconocido para él Pete Mickeal. Un tipo que, con aspiraciones justificadas de ser NBA, se queda fuera de la fiesta. Dallas le invita a participar después de seleccionarle en el draft hace diez años, pero rompe la tarjeta. Sueños rotos y a buscarse la vida.

La maleta de Mickeal guarda enseguida uniformes de equipos de ligas menores y a lucir pegatinas de distintos países. El pasaporte de Pete se sella en lugares tan insólitos como Filipinas.

Su talento anotador le hace aterrizar en Lugo, donde se convierte en ídolo. Pocos alicientes en un equipo acostumbrado a la derrota y acepta un nuevo rol, el que le ofrecen en Vitoria. Chaval, tendrás que mirar menos a canasta y ser uno más. Anotarás cuando haga falta. Firma y se recicla.

Mickeal encaja a la percepción y sus pasos siguientes le llevan a Barcelona. El trabajo le recompensa con un papel importante en el mejor equipo europeo del momento.

Con poco que demostrar tiene que aguantar las "sobradas" de Kobe, se pica y gana. Después de sufrir, sudar y machacarse durante años no acepta la palmadita en la espalda de Bryant, y por eso el desafío es algo más que una victoria. Una reivindicación para alguien que soñó con ser uno más en la NBA.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Lebron: Un problema de racismo o publicitario

Ser sectario va aparejado a un extremismo incomprendido salvo para el que asiente el discurso. El racismo es un hecho no superado, comprendido pero no asumido en una parte de la sociedad anclada en unas ideas tan caducas como el colonialismo.

Cuando es un dirigente político el que encabeza este tipo de historia, el asunto se hace enorme y se nos cubre de información más o menos interesada. ¿Y qué pasa cuando es un deportista de élite el que asoma el pie por detrás de la puerta?

Se supone que la sociedad entiende que la opinión del deportista se ciñe a los cuatro tópicos de la rueda de prensa posterior al entrenamiento o al partido. Pocos son los considerados por su ágil verbo o su capacidad de análisis. Muchas veces no se quiere ver que hoy en día el espejo para las generaciones más jóvenes son los que visten un determinado calzado o lucen aquellas ropas atractivas. Su valoración puntual de temas de calado se convierte en referencia por falta de costumbre.

Lebron James se pone delante de un micrófono deja entrever que su huída al sur, a Miami, obedece a criterios no sólo deportivos y que tanto las críticas como la falta de popularidad sobrevenida con su decisión tienen ciertos matices "raciales".

Claro, ésto lo dice en horario de máxima audiencia y las alarmas se encienden. Es difícil meterse dentro de la masa gris de Lebron, pero si de verdad lo piensa, creo que no ha calculado la dimensión de sus palabras.

En un mundo lleno de mentiras, de trucos publicitarias y estrategias de mercado de dudosa calificación moral, una argumentación así cae a plomo. Quizá la ausencia de focos durante unas semanas haya magnificado las ideas en el interior de la cabeza de James, y aunque no se tengan demasiado en cuenta sí merecen una reflexión.

¿Con qué objeto alguien que está acostumbrado a vender su talento, sus pies, sus manos y hasta sus sueños realiza una declaración de este calado? Entre todos se debe luchar para que los pensamientos rancios, antiguos e inhumanos como el racismo queden en el destierro, pero pongo en duda que Lebron quiera ser el abanderado de la causa. O quizá sí. Si es así, tendría que dar más recorrido a sus palabras.

martes, 21 de septiembre de 2010

La indefinición y Rudy

Con Rich Cho intentando poner un poco de orden en el gallinero y McMillan desperezándose y quitándose las últimas legañas, la pretemporada de los Blazers va encontrando una calma no demasiado estable.

Rudy se ha incorporado con ansia de enseñarse después de semanas de dudas y declaraciones sinceras poco correctas de cara a su actual hinchada. Un amago de lesión y una palmadita en la espalda del bueno de Nate han sido las primeras notas del diario de la nueva temporada para el mallorquín.

No se apagan las brasas del traspaso, que se removieron a concienca en época estival. Ahora cobra fuerza el rumor que le sitúa en España, donde tanto Madrid como Barça se lo rifan. Los dos grandes de nuestro baloncesto preparan la chequera aunque no está nada claro, al menos para el que escribe, que Rudy quiera huir.

El castigo al insurgente se paga caro en la NBA, sobre todo si no eres nacido en el país de las barras y estrellas. Carmelo puede poner condiciones, imponer silencios sobre su futuro, tachando pretendientes, tensionando a los dirigentes de los Nuggets y de media liga y se queda tan tranquilo. Rudy simplemente tiene que caminar descalzo sobre las brasas como penitencia.

El crédito uno se lo gana en pista con sudor, y en el exterior con una buena imagen. Pau tuvo que esperar años hasta que el reconocimiento fuera mayoritario. La sombra acompañó siempe a Gasol y terminó de desvanecerse en el momento en el que trinufó como laker.

Me consta que Toronto rinde tributo a Calderón, pero un base extranjero no goza de especial predicamento en determinados lugares. Un fallo de Calde se mira con una lupa más grande.

El talento de Rudy es innegable, y si bien es cierto que tendría hueco y mayor importancia en el roster de casi todos los equipos, la "herencia McMillan" le reserva un papel secundario como excelso triplista. Poco que ver con sus verdaderas capacidades.

Lo que toca ahora es entrenar fuerte, jugar duro y esperar a que Cho se decida por alguna de las ofertas que todavía están en vigor encima de su mesa. El fichaje de Wesley Matthews y el progreso de Bayless no ayudan, y el futuro de RF pasa por empezar de 0 en otro lugar. Eso sí, si le dejan.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La ingratitud de los medios

El reloj biológico me dice que ya ha empezado la liga de fútbol y que cualquier destello de deporte "alternativo" será tratado en la televisión a modo de pequeña reseña pintoresca.

Se habla del aumento de la oferta deportiva, de más horas de espacio, pero en el fondo seguimos anclados en la misma vieja historia. El entrenamiento de turno de los tres equipos con derecho de pernada en la tele, la rueda de prensa con los tópicos de siempre y las preguntas "punzantes" a los entrenadores con quite para el titular. Y ya está.

El baloncesto se estrella en el Mundial y ya desaparece cualquier atisbo de noticia. Si los nuestros hubiesen vuelto con el oro después de un gran partido ante los Estados Unidos de Durant, estaríamos hablando del recibimiento, homenajes, entrevistas y toda clase de embalajes de reconocimiento.

Mucho se podría estar debatiendo en los foros abiertos con los nuevos canales sobre el futuro de la selección, con propuestas, analistas y un seguimiento de lo que creo se acerca al desmembramiento interno. ¿Quién será el arquitecto del nuevo rascacielos en la zona asolada? Lo tendremos que saber por la prensa especializada, que no es mucha pero por lo general, rigurosa y de fiar.

Si Scariolo sigue, si el follón quizá desencandene una fuga de jugadores de cara a las próximas citas no es tan importante como el que a Cristiano Ronaldo le vayan a dar una "hostia" en el próximo partido. ¿Qué se sabe de Jose Calderón? ¿Podrá empezar en plenitud la temporada con los Raptors? Tendremos que acudir a los reductos de siempre para poder enterarnos.

La declaración de intenciones de la nueva tele MarcaTv, de informar y no quedarse en la mera retransmisión está muy bien, sólo espero que no se deje llevar por la corriente contaminada del río del fútbol, que sólo deja que naden los peces de siempre. Hacen falta abrir más caminos para que el deporte no se quede sólo en la Olimpiada, Europeo o Mundial de turno. Es un paso el haber retransmitido el Mundial. Mucha suerte y que dure.

martes, 14 de septiembre de 2010

Repaso a la ÑBA

Lejos del horno mediático en el que se sumió la participación de la selección española, se puede hacer una lectura más sosegada de lo que muchos llaman fracaso.

En el recuerdo, y las hemerotecas, quedan las poses fatalistas tras el anuncio de Pau Gasol de renunciar al Mundial para dedicarse al reposo veraniego. Pocos pusieron en duda la decisión del laker, cargado de partidos y con una exigencia deportiva muy a tener en cuenta. Ahora ya hay quien pone el foco sobre la ausencia de Pau.

Debemos anotar en negrita la lesión de José Manuel Calderón, llamado a ser el líder en pista. Ricky ha tenido que cargar con un peso demasiado grande para el todavía bisoño base. No era su momento. Ni ha funcionado Rubio ni el sustituto de Calde ha sido el más afortunado. Sigo pensando que el tren de la selección se largó sin retorno hace ya tiempo dejando en tierra a Raúl López. La ventaja de conocer al dedillo los deseos de Scariolo no ha sido un valor suficiente.

La mala forma de Llull también ha sido un condicionante extremo para el rendimiento de la segunda unidad, que ha dado el paso al frente solamente en situaciones puntuales. Convertir en especialista con minutos contados a Felipe tampoco ha sido un acierto. Mumbrú puede asumir ese papel, pero para el bravo Reyes es síntoma de desconfianza.

En el transcurso del campeonato Rudy se desquició, con su futuro profesional NBA en el aire, por la cercanía de McMillan, por su errático inicio, todo se hizo trizas en la cabeza del mallorquín. Pero se encontró, como hacen las grandes figuras. Encontró su sitio, recuperó las buenas sensaciones y desterró por unas horas los fantasmas que le atormentan. Si un tipo gris como Batum juega más que tú en Portland, ¿no merezco yo arrancar algún minuto más? La respuesta como siempre en la cancha.

El hueco de Pau tenía que cubrirlo en gran medida su hermano pequeño. El esfuerzo de Marc no se vio acompañado por sus compañeros sobre todo al inicio, y entonces serpenteó con una vulgaridad que está a años luz de su verdadero nivel. Necesita que todos en el barco remen para que su trabajo a veces oscuro y otras reluciente despliegue toda su intensidad. El relevo en el "cinco" apunta maneras, aunque Vázquez debería adquirir mayor protagonismo en ataque y mantener la calma en defensa. Buen dúo interior que ha estado muy por debajo de lo que puede dar.

Garbajosa ha escrito su último capítulo como jugador de la selección. Homenaje y a casa con el deber cumplido después una década en una brillante hoja de servicios.

Y Navarro. La vida sería otra sin Navarro, sin su coraje, su liderazgo, su desparpajo y su valía cuando el agua te llega al pecho. Si fuese nacido en los Balcanes su juego no habría admitido ningún fruncimiento del ceño al otro lado del charco.

Creo que sería bueno un relevo en el banquillo, pero por lo que parece las voces y las instrucciones desde el borde de la pista tendrán el mismo protagonista.

domingo, 5 de septiembre de 2010

La nueva oportunidad de la ÑBA

Ventajistas metidos en la piel de comentaristas, pesimistas reconvertidos en fans apasionados al calor de las victorias y enemigos temporales de la selección enfudados ahora en armadura de cruzado. Todos ellos ahora cambian un discurso que era muy diferente hace unos días.

Muchos pensaban que España no iba a tener un camino de rosas después de la baja conocida de Pau y la inesperada de Calderón, y otros se subían al carro de la final sin saber que en este tipo de equipos es el ritmo de la competición el que engrasa las tuercas oxidadas.

Nunca he sido un seguidor especial de Scariolo, por su histrionismo del pasado ni por sus métodos en pista. Es un buen entrenador, quizá con mérito suficiente para dirigir a un exitoso grupo, y la victoria en el Eurobasket le dio crédito para afrontar el Mundial.

Sin embargo creo que ha estado lento de reflejos en ciertas ocasiones clave y esos errores, junto por supuesto a los cometidos en pista por los jugadores, han colaborado a crear un clima de ansiedad que ha agarrotado el juego hasta el sufrimiento casi extremo. Personalmente hubiese optado por Sergio Rodríguez para sustituir al "todavía" Raptor, por su experiencia NBA que también le ha obligado a acostumbrarse a jugar estático y lento.

Al rescate Navarro y Gasol, y a tener en cuenta la paulatina resurrección de Llull, tan fundamental en las eliminatorias como las toallas en el banquillo.

Ahora ya contamos con un tapete y unas fichas nuevas, y la partida da la tranquilidad de que no nos encontraríamos con el rival más peligroso hasta la final. Sobre Estados Unidos me reservo mi comentario para más adelante.