martes, 22 de febrero de 2011

El impacto de Melo

No se esperó al último segundo del último día del "trade deadline". Carmelo Anthony será un "knick" en unos días. Falta la concrección técnica de ciertos detalles, lo que se suele decir en estos casos, y que se consuma el tiempo establecido para que los jugadores implicados en un traspaso puedan vestir sus nuevas camisetas.

Se deja atrás un reguero de especulaciones que iba ya para siete meses, justo cuando Melo decidió que no quería seguir en los Nuggets. Los acercamientos a los Nets eran más que una realidad, pero no fructificaban por la negativa de Anthony a jugar allí.

Como todo "trade" de entidad, una vez cristalizado tiene que pasar por el filtro de la contestación pública, del aficionado y de los medios de comunicación. Si uno repasa la esfera Internet, se puede encontrar con opiniones tan distantes como la relación entre el propietario de los Knicks y su hasta ahora director de operaciones, su general manager.

James Dolan surgió de la oscuridad mediática para convertirse en interlocutor y artífice de un intercambio que puede pasarle una costosa factura inmediata. Al ritmo que circula la NBA, lo de los pagos aplazados no se ve. Desmantelar un equipo en auge y tener en contra a la dirección deportiva no es la mejor receta en un proyecto que cambia una tranquila aceleración por una velocidad inquietante.

Los Nuggets se llevan a cuatro jugadores de los Knicks, incluidos el base Felton (con una temporada excelente a sus espaldas), el prometedor Gallinari (foco de atención de la extensa colonia italiana y atractivo para los europeos), el buen tirador Chandler y la incógnita de futuro Mozgov. Quizá demasiada carga la que pone encima de la mesa New York. A los Knicks llega un veteranísimo Billups, y los jugadores de banquillo Shelden Williams y Anthony Carter. Balkman revivirá su segunda etapa de "knick".

Paralelamente los Knicks se han hecho con el swingman de los Wolves Corey Brewer a cambio de Anthony Randolph y el voluminoso contrato del olvidado Eddy Curry.

El impacto de Melo en el Madison se verá en breve. Le ayuda en la tarea sin duda la compañía de Billups, pero habrá que ver cómo reaccionan Stoudemire y D´Antoni. El coach tendrá que reconducir la dinámica de un equipo en franca progresión para aglutinar el juego entorno a dos gallos.

En cuanto a las consecuencias inmediatas, está claro que Amar´e sufrirá la carencia de jugadores altos. El ruso Mozgov iba adquiriendo un mayor protagonismo en la rotación, e incluso disfrutaba de minutos de calidad. Ahora el juego en la pintura se queda resentido de forma muy peligrosa. Shelden Williams no ha respondido a las oportunidades que le brindaron las lesiones de los pívots en Denver a principio de curso, y su papel ha quedado en la marginalidad conforme avanzaban los meses.

La distribución del balón de Billups será más importante de lo que parece, ya que las líneas de ataque dejan de ser difusas y repartidas como hasta ahora para centrarse en dos focos. Billups será el tercer espada.

Se sustituye a un alero anotador, Wilson Chandler, por un jugador con escasas prestaciones ofensivas como Brewer. Se cambia futuro por tipos con más pasado que presente, salvo Anthony.

En verano habrá que hacer más de un retoque para acondicionar una plantilla con pocas garantías de éxito en playoff. Faltan jugadores de nivel y lo notarán. Si no hay "lockout", New York se paseará por el mercado para convencer a otro gran talento. Su futuro depende de ello.

domingo, 20 de febrero de 2011

El mercado NBA y Griffin

En unas horas las luces del Staples Center se apagarán por unos momentos para presentar a los jugadores que formarán parte de la 60 edición del partido de las estrellas.
El All-Star vuelve a Los Angeles justo cuando los Clippers pueden mostrarle al mundo a su jugador franquicia. Blake Griffin, un tipo en ebullición y con ganas de enseñarse, de acaparar miradas (no sólo las más o menos indiscretas de Rihanna) y flashes. No ha renunciado el número 1 del draft de 2009, lesionado la temporada pasada y rookie este curso, a participar en las tres jornadas a las que estaba llamado.

El viernes sufrió en el banquillo la distribución de minutos en el choque Rookies-Sophomores. Una serie de mates con marca de la casa le hicieron venirse arriba y reclamar más tiempo en pista. No obtuvo recompensa a sus plegarias y vio cómo un compañero de equipo, su máximo rival por cierto al título de "rookie del año" John Wall, levantaba el trofeo como MVP del partido. Él lo quería, por eso jugó.

La segunda jornada le tocaba vestirse de corto para afrontar el concurso de mates. Mucho se esperaba de esta edición, sobre todo después de que el año pasado la decepción tiñese de oscuro el tan celebrado certamen. Se apuntaba a un resurgir con la presencia de Griffin junto a otros jugadores jóvenes y atléticos.

Griffin en esta ocasión sí pudo vencer en un concurso en el que de nuevo unas controvertidas puntuaciones dejaron fuera planteamientos originales como los de Ibaka. Parecía todo programado para que el 32 de los Clippers ganase en el Staples. No solamente él ganaba, se supone que la NBA tiene una nueva cara con la que vender su producto.

A la liga se le da muy bien ésto de exportar su marca, de ajustarse a los tiempos, de modernizarse, de llegar a todos con chispeantes imágenes. Los mates de Griffin han rellenado muchos minutos en las teles de todo el mundo, y el que haya ganado les viene muy bien. No resto mérito a los mates de Griffin (el del coche tiene su mérito), pero sí que eché en falta un pelín más de justicia en ciertas puntuaciones.

Esta noche Blake aborda su estreno en los grandes como "all-star", y estoy impaciente por ver si es objeto del clásico boicot que los veteranos suelen poner en práctica a los nuevos que vienen pasados de vueltas o con ansias de triunfo en su primera cita.

lunes, 14 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (IV)

La Copa encara su última jornada, la decisiva. Hemos visto mucho baloncesto desde el jueves, y hemos saboreado lo bueno que deja la mezcla de cánticos, colores y de unas aficiones que no abandonan su entusiasmo a pesar de que sus equipos se han marchado ya.

Cerca de los accesos se respira el ambiente a final. Las medidas se seguridad no parecen reforzadas. No tiene pinta de que vaya a existir incidente alguno. La tranquilidad ha sido la tónica dominante en los días pasados. Los cafres reservan sus energías para otro deporte.


En algo más de media hora arranca el Real Madrid-Regal Barcelona.

Final


Salto inicial y los primeros compases resuenan en mi cabeza. El Real Madrid da la sensación de no haber salido del vestuario. El Barça enchufa el cargador de su máquina a la red y en esta ocasión es Anderson el encargado de abrir la distancia en el marcador.


Los de Messina necesitan un libertador como el comer y es cuando surge Tomic. Un tipo blando para muchos, diamante por pulir para otros, jugador irregular en el cómputo global.
Antes de que los azulgrana lleguen a una diferencia insalvable, el croata espabila y se merienda a todo el que se empareja con él. Ni Lorbek, ni Vázquez, ni Perovic ni Ndong. El primer cuarto es de Ante. Los catalanes igualan a los blancos con el afán anotador de Anderson, que encesta más de la mitad de los puntos de su equipo. Navarro está desconocido y Rubio vive un bache mental que le persigue hace tiempo. Es demasiado joven para soportar tanta presión año tras año, y la exigencia es total.


Alan Anderson se levanta una y otra vez con acierto, y el Madrid defiende su fortín como nunca. El problema es que al otro lado de la cancha se muestra falto de ideas y fallón. Llull es como un naúgrago a la deriva, y ni resuelve en ataque, ni es eficaz cuando Messina le da los galones de base. Mal partido para el de Mahón.


A Navarro le cuesta también engancharse al partido y sufre cada vez que encara la canasta. Ni los tiros lejanos ni sus "bombas" funcionan hoy. Sada sin embargo se manifiesta como un director de orquesta perfecto. Manda, ordena, anota y no suelta a su par. Gran parte de las opciones del Barça pasan por la cabeza del infravalorado base catalán.


Superado el primer cuarto de ensueño de Tomic, la zona blanca entra en un bache del que no es capaz de recuperarse. Reyes y Fischer son superados por la batería de hombres altos de Pascual. D´or no se quita la etiqueta de jugador gris. Para qué habrán fichado a Begic, me pregunto.


El empuje de Suárez, al que le cuesta horrores anotar desde el poste, y las ayudas de Mirotic y Prigioni establecen el equilibrio en el marcador. Al descanso empate a 30. Se avecina un final de infarto.


En el descanso le toca el turno a la final del concurso de triples de aficionados. Un chaval de Madrid, Amancio, derrota con suficiencia al representante malagueño, Nando. Me gustan este tipo de concursos.


La segunda parte empieza con el Barça elevando su intensidad, intentando zafarse de un entramado defensivo que mantiene con vida al Madrid. Fischer y sus largos brazos sirven esta vez de escudo y permiten a su equipo respirar. Sería buen asunto que D´or buscase el aro al otro lado.


Sergio Rodríguez suple a Prigioni, cansado y cargado de faltas. El "Chacho" se pone serio y anota cuatro puntos consecutivos. La réplica la pone Sada, que francamente es el verdadero líder del equipo catalán. Con Ricky fuera de circulación, Víctor es el MVP en la sombra. No todo es anotar, hay que poner el alma en la cancha.


Ettore se desespera en el banquillo pero sus jugadores no dan más de sí. Nadie puede frenar a Morris, que lanza triples como si estuviese en su sillón con el mando a distancia. Felipe resopla y pide un esfuerzo adicional porque el partido se escapa.


El Barça hace lo que quiere. Ya sea desde la línea de tres puntos o por medio de alley-oops, el caso es que la resistencia blanca va agotándose. Tucker desespera a la hinchada con sus amagos y el balón, sencillamente, no entra. Los azulgrana se van.


En los últimos minutos el tanteo hace imposible la remontada, a pesar de un último arreón blanco que se queda ahí. El Barcelona es de nuevo campeón de la Copa.
Ricky corta la red y los jugadores desfilan para estrechar las manos institucionales y poder levantar el merecido trofeo.


Se termina la Copa del Rey. A casa. Hasta el año que viene.

domingo, 13 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (III)


Tercera jornada de baloncesto de alta tensión que ya se nota en los aledaños del Palacio de los Deportes, en la llamada Zona Lúdica, y en los ojerosos aficionados que se acercan a Madrid a seguir a sus respectivos equipos. A algunos la noche sí que les confunde.

El fin de semana favorece un cambio de horario, y se adelanta sesenta minutos el inicio de las semifinales. Llegamos a nuestro asiento y a disfrutar de dos choques potentes. En primer lugar veremos el Real Madrid-Power Electronics Valencia.

Primer partido

Messina presenta un quinteto sorprendente, con Velickovic en pista y Suárez en el banquillo. Un experimento que no funciona. A Nole los demonios de su interior se le aparecen con cada bronca de Ettore. Por momentos parece un junior debutando. La paciencia se agota con la tercera pérdida de balón y el italiano devuelve a Carlos Suárez a su sitio natural.
La reacción de Messina llega quizá un poco tarde, y en ese tiempo el Valencia consigue adelantarse de manera significativa en el marcador. La caraja de los blancos es importante.

Rafa Martínez ve el aro enorme desde la larga distancia y rellena su casillero de anotación constantemente. Sólo las faltas y sus protestas pueden frenar al buen tirador del conjunto valenciano. Claver hace un mate de concurso y la afición "taronja" se enciende. La charanga suena como nunca en este campeonato. Messina pide tiempo muerto.

Un triple de Suárez y un par de acciones de mérito de Sergio Rodríguez levantan al graderío madrileño. Se frena en seco el despegue valenciano. Javtokas no es el mismo del día anterior y la eficacia brilla por su ausencia. Sólo ha metido tiros en el calentamiento. Ahora es Pesic el que detiene el partido.

La defensa da alas al P.E que destierra de nuevo a un Madrid en el que Tomic y Fischer son un estorbo en el ataque. Lo de D´Or es para mirárselo. Ni mira al aro estando solo ni sabe qué hacer con el balón cuando nadie le presiona.
No es hasta el último cuarto cuando el Madrid se adelanta. Entre Llull, Tucker (que de repente aprende a defender) y el talentoso Mirotic suman lo suficiente para dejar en el asiento trasero al conjunto valenciano.

De Colo y de nuevo Rafa Martínez tiran del carro para descartar de momento la victoria blanca. El francés debería jugar más minutos, señor Pesic.

En este cuarto Sergio Rodríguez compensa pérdidas de balón absurdas con un toque mágico que sube la adrenalina de los presentes y motiva a sus compañeros. Él y Suárez son los que finalmente enseñan el camino de la final. Nos hemos divertido.

El descanso lo aprovechamos para bajar a pie de cancha a ver las prácticas de tiro del Barça, hacer un puñado de fotos y proponer el diseño de las futuras zapatillas de Kobe. Su marca sabe lo que hacer para entretener al aficionado aburrido. Nos dicen que después de la final sortearán las "zapas" de Navarro y Llull. Personalmente me gustan más las de Juanqui.

Vuelta al asiento. Espera el apasionante Regal Barcelona-Caja Laboral.


Segundo partido

Un partido que suena a final. El Barça deja fuera de la convocatoria a Mickeal. El ex de Vitoria lo tiene complicado con el ramillete de extracomunitarios que presenta su equipo. La dinámica de Pascual hoy le deja vestido de calle.

El choque tiene futuro hasta que Navarro decide acabar con él. Juan Carlos juega como quiere, y anota desde donde quiere. Sabe asistir y ser complementario. Si está sano es imparable, y Dusko lo sabe.
No es necesaria la zurda de Ingles, porque el que asume la anotación aparte de Navarro es Anderson, que justifica que Pascual se haya decantado por él en lugar del eficaz Mickeal.

El primer cuarto roza lo indecente en cuanto a anotación, con los equipos apretando fuerte en defensa y calculando mal sus tiros a canasta.

Los de Baskonia se suben a la espalda de Barac, que olvida sus problemas con el juego de pies y anota con facilidad. En el Barça Ricky y Sada se turnan en la dirección, y no dejan pensar demasiado a Marcelinho, que no puede ni oler la canasta. Las líneas de pase se cierran y el ataque vasco se nubla. Ivanovic pide tiempo muerto. No se puede con el banquillo profundo catalán.

Las "bombas" de Navarro martillean una y otra vez a Caja Laboral, que se apoya en los aparecidos Bjelica y Logan. Sin los problemas de faltas de la jornada anterior, Ricky puede soltarse e incluso se apunta a lo de meter canastas.

El Barça se va poco a poco e inexplicablemente Ivanovic sienta a Barac y no lo devuelve a la cancha. Si alguien me lo explica, yo lo entenderé, pero sigo ojiplático.
Los grandes del cuadro azulgrana se comen a Batista, Sow y a cualquiera que ronde la pintura. Morris se suelta y lanza puñales desde la línea de tres. Asunto resuelto. Real Madrid y Barcelona se verán en la final.

Lo mejor del partido es sin duda la afición del Caja Laboral. No han dejado de animar en todo el encuentro, y una vez que todos se marchan al vestuario y el pabellón se vacía, sus cánticos obligan al equipo baskonista a salir a saludar. Emocionante y bello a la vez. Gestos como éste engrandecen el deporte. Gracias.

sábado, 12 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (II)

Después de una intensa jornada inaugural, turno para el derbi vasco y el catalán. Para no tener más problemas, esta vez preferimos acudir sin bocadillo. Todo fue más rápido al conocer nuestra ubicación en la grada.

Al encontrar nuestro asiento, los amigos granadinos nos comentan que en la zona del Bilbao Basket reparten camisetas negras. Como estamos tan cerquita nos acercamos y una chica simpática nos entrega dos de la talla XL. Hay que crear ambiente. En unos minutos, Caja Laboral-Bilbao Basket.

Primer partido

Los aficionados del Baskonia pueblan una gran parte del graderío, y aportan sus cánticos acompañados de una charanga que ofrece un plus al partido. Los bilbaínos, menor en número, suman entusiasmo y buen humor.

Ivanovic plantea el encuentro sin modificar su tradicional esquema. Los jugadores van entrando y saliendo en función de la intensidad que se requiere y de las faltas. Este capítulo es un lastre para Oleson, que apenas puede disfrutar de tiempo en cancha. Se desespera en el banquillo. Batista, San Emeterio y Huertas son los artífices del despegue del Caja Laboral. El Bilbao mantiene sus opciones en la lejanía gracias a los puntos de los ex madridistas Mumbrú y Hervelle.

Dusko se muestra tranquilo dentro de su hiperactividad y Katsikaris en cuclillas intenta ver qué falla en su equipo, que se desangra por momentos con un boquete en la pintura que es aprovechado una y otra vez por los de Vitoria. Si antes el uruguayo Batista ve el hueco, ahora es el gigantón Barac, que más allá de ciertos problemas de coordinación en su juego de pies, es letal.

El partido se escapa y Marcelinho le sigue ganando a su par, un Aaron Jackson muy por debajo de su estadística.

Y a todo esto despierta Teletovic, que estaba pasando completamente desapercibido y con un 0 en su casilla de anotación. Tres triples y asunto arreglado. Parece muy complicada la remontada y en la grada ya se huele a derrota del Bilbao Basket.

El final del tercer cuarto termina con un triple desde su casa en el último segundo del griego Vasileadis, que ruge marcando territorio. Los árbitros analizan la secuencia en vídeo. Triple legal.
Kostas hace suyo el ataque bilbaíno y asombra a cualquier espectador con una verdadera lección de tiro. Hace posible el milagro. BBasket se pone por delante.

Caja Laboral supera el desconcierto generado por el buen hacer del griego y se centra en lograr una victoria trabajada. Los de Katsikaris se van de la Copa con la cabeza muy alta tras poner contra las cuerdas a uno de los favoritos. Vasileadis de momento es el jugador más valioso con 31 puntos.

50 minutos y ya calientan Regal Barcelona y DKV Joventut. Navarro saluda y Ricky se hace fotos en el túnel de vestuarios.

Segundo partido

Ahora mismo pocos equipos pueden toser al Barça. En una competición como la Copa todo es posible, aunque no fue el día del Joventut. Desde que el árbitro Redondo echó el balón al aire la superioridad de los chicos de Xavi Pascual se hizo evidente.
La zurda de Ingles dinamita la zona prevista por Pepu, que ve impotente cómo se escapa su rival. El ex del Granada es un anotador lustroso con riesgo de caer en el personalismo. En el Barça sólo se admite en ocasiones puntuales.
La profundidad del banco azulgrana acaba poco a poco con las aspiraciones de la Penya. Trías le pone ganas ante su antiguo equipo, pero quizá la excesiva dependencia de McDonald hace imposible una decente selección de tiros. Todos los balones pasan por el pívot, que carece de recursos para igualar las prestaciones de un acertadísimo Ndong. El bueno de Will se juega más balones de los que merece. Se echa en falta otro tipo de jugada más elaborada. Pepu, tienes que pensar.

Descanso en el medio tiempo y exhibición de los jugadores del Fundosa. El baloncesto en silla de ruedas también es un espectáculo. Ovación merecida.

Pascual rota constantemente el equipo y la frescura, claridad de ideas y ausencia de egoísmos cimentan el triunfo. Sólo una serie consecutiva de canastas del talentoso Franch recupera el ímpetu verdinegro, que acerca distancias y se coloca a 5 puntos. En ese momento si no es Ingles es Lakovic el que impide más proximidad en el marcador. La "Bomba" ni aparece. No es necesario.

El problema para el Joventut es la cantidad de jugadores que el Barça puede poner en pista sin despeinarse. Las faltas dificultaron el concurso de Ricky Rubio, que apenas asomó el pie por detrás de la puerta.

Finalmente 86-66, una diferencia menos ajustada de lo que realmente se vio en el partido. El Barça y el Caja Laboral jugarán una vibrante semifinal.

viernes, 11 de febrero de 2011

Diario de la Copa del Rey (I)

Cuarenta minutos en metro nos separan del Palacio de los Deportes de Madrid, sede de una competición que da prestigio al baloncesto nacional, y que es una muestra de sana convivencia entre distintas aficiones. Una vez allí toca paseo por los alrededores, donde las carpas de los patrocinadores ACB ofrecen actividades con un denominador común. Todas cuentan con una canasta.

Los niños disfrutan del entretenimiento mientras que nos cruzamos con aficionados con camisetas negras, amarillas, rojas, blancas, azulgranas, verdes y moradas. Los abonos surten efecto y se notará el colorido en la grada. Una oportunidad para todos de ver buen baloncesto.

Al intentar acceder al recinto nos llevamos una pequeña sorpresa. No se puede entrar con bocadillos ni con botellas de plástico de cierto tamaño. Lo de la botella lo imaginaba, pero lo del bocata no lo esperaba. Hay grupos que utilizan las cercanías del recinto para apurar el pan juntado con chorizo, queso o jamón, y otros que sacan de bolsas de establecimientos de comida cercanos sus sandwiches. Tenemos tiempo suficiente.

Vaciados de carga "prohibida" entramos y buscamos nuestro asiento. Esquinado pero con una visibilidad excelente. Gracias Silvia. A nuestro lado dos hermanos que vienen de Granada y que viajan a los lugares donde huela a basket. La Copa es el destino perfecto.

El partido que abre la competición es Blancos de Rueda Valladolid-Power Electronics Valencia.


Primer partido

Los pucelanos ya habían obtenido su premio. El llegar a la Copa hace justicia a una temporada hasta ahora de ensueño. La hinchada morada, a nuestra derecha, grita más que una apagada afición "taronja", que aguarda su momento para más adelante.

El balón vuela y los primeros minutos reflejan un tanteo igualado, con una aguerrida defensa pucelana. Mucha pelea bajo la zona.

Los puntos de Claver sostienen a los valencianos, mientras que los argentinos del Blancos de Rueda aglutinan las opciones de ataque vallisoletanas. Las tres faltas de Eulis Báez suponen un lastre difícil de superar, como se verá posteriormente.
Stanic dirige con pundonor a los morados y el francés De Colo da muestras de su clase, sustituyendo a un Omar Cook timorato a la hora del lanzamiento pero que asistió a sus compañeros con eficacia.

Por la defensa empieza todo, y el juego interior construye o despedaza una victoria. Barnes y Slaughter no pueden frenar los minutos de gloria del lituano Javtokas, que se mueve en zapatillas y albornoz por la zona pucelana. En forma y centrado este chico es una amenaza en la pintura. No siempre ha sido así.

Los puntos van cayendo del lado naranja y sólo unos tímidos intentos liderados por Diego García hacernsoñar a los de Porfirio Fisac en una remontada que no se produjo. Los escorzos y gesticulaciones del entrenador del equipo de Valladolid no sirven para motivar a los suyos. La diferencia de tanteo es insalvable y los minutos que restan se convierten en una losa. Hay que terminar con dignidad.
Gran partido de Víctor Claver, impetuoso encarando el aro y generoso con sus compañeros. Buen líder. 60-83 y Blancos de Rueda enfila la A-6 de vuelta a casa.

Ante nosostros casi una hora de espera que aprovechamos para caminar y cruzarnos con Walter Szczerbiak, Clifford Luyk, Ferrán Martínez o Emiliano. Clásicos donde los haya.

Y cerca de los servicios contemplo una confraternización de la que muchos políticos podían tomar ejemplo. Gente vestida con distintos colores haciendo cola en los lavabos pacíficamente, desafiando las medidas de seguridad que separan aficiones, y citándose después del partido para tapear por Madrid. Lo dicho, un ejemplo.


Segundo partido

Minutos antes del inicio del Real Madrid-Gran Canaria 2014 la hinchada amarilla chilla su simpático "Pío-pío". Los canarios habían seguido en silencio el primer partido. La afición blanca, aletargada. Responderán más tarde.
Un recuerdo desde la grada para el lesionado Savané es el preludio de un gran choque. Cumplió con las mejores expectativas.

Arranca el segundo encuentro con igualdad. Los jugadores canarios aportan una intensidad al juego que les hace ponerse por delante. Wallace, Spencer y sobre todo Carroll suman puntos. La dirección deportiva del "Granca" funciona y ficha muy bien.

Messina mueve el banco buscando unas respuestas que no terminan de salir. Velickovic no toca la tecla que el italiano quiere y le sienta a los tres minutos. Mal asunto. Fischer se pierde en las protestas a los árbitros y su dominio bajo canasta simplemente no existe. El voluntarioso Wallace le come la tostada una y otra vez.
Los canarios se crecen al ritmo de las canastas de Carroll. ¿Se irá el chico de las zapatillas azules a un grande el año que viene?

La dispersión de la grada parece confundir a algún jugador madrileño, que no encuentra su sitio. Salvo un par de acciones defensivas, Tucker no suda en exceso.
Al Real Madrid le mantiene la anotación del talentoso y energético Llull, que logra despertar a la zona del graderío ocupada por los aficionados el equipo blanco.

De pronto, sucede algo que cambia el sentido del partido. Una serie de acertadas acciones defensivas de Tomic con su eco en la zona contraria y la aparición de Mirotic redirigen el rumbo del encuentro.
Con los dos equipos parejos la cosa está entre el incansable Carroll y un Sergio Rodríguez que toma el mando de las operaciones. El "Chacho" se convertirá en la clave con sus puntos para crear una distancia en el marcador que los de Pedro Martínez no pueden neutralizar.

Excelente choque digno de una ronda superior. El Real Madrid se enfrentará el sábado al Power Electronics Valencia.

martes, 8 de febrero de 2011

La cabeza de Rudy

Recuerdo una serie de televisión que se llamaba "La cabeza de Herman" y que pasaron en La 2 hace unos cuantos años. El argumento versaba sobre la diferencia de criterio que escenificaban los habitantes del cerebro del susodicho Herman, y que orientaban el sentido de sus acciones.
Cuatro personajes que representaban distintas maneras de afrontar las situaciones que al chico se le iban presentando. No siempre Herman hacía caso de la opción más razonable.

En muchas ocasiones a uno le gustaría tener acceso a la sala de control de la masa gris y mantener una pequeña charla con el jefe de máquinas o con el grupo de individuos que mueven los hilos. Difícil tarea para ellos.

Si el planteamiento de la ficción se hiciese realidad, sería muy interesante ver qué se cuece en la cabeza de un tipo antes de verle actuar. Y entrando de lleno en el contenido del blog, muchos se preguntan ahora qué pasa por la cabeza de Rudy. No demasiado atrás en el tiempo nos encontrábamos a un jugador desmotivado, ojeroso, y con intenciones claras de dejar a vista de retrovisor su etapa NBA. Primero era su agente el que hacía pública la decisión de Rudy de no volver a pisar el Rose Garden y de retomar su fructífera carrera europea.

Sin posibilidad de salir de Portland vía traspaso, fue el propio RFernández el que manifestó después sus deseos en público. Mal asunto, estas cosas no gustan en la NBA. Sanción al canto para el catalán por todo el torrente de palabras que corrieron como el nuevo Ferrari de Alonso por los mentideros y despachos de clubes en Europa.

Los grandes equipos de Euroliga modificaron sus agendas de fichajes para hacerle un hueco a un jugador de primer nivel, capaz de desnivelar encuentros y de ser un fichaje de auténtico lujo.

Cerrada también esa alternativa y siendo renovado por los Blazers, a Rudy no le quedó otra que respirar profundamente y afrontar una nueva temporada a las órdenes de McMillan.
Empezó mal, con escasos minutos y un protagonismo nulo, y para un jugador que vive de sus sensaciones en la cancha, significaba entrar en una dinámica peligrosa.

En este punto los habitantes de la cabeza de Rudy habrían pasado de pintarse en la cara señales de guerra a un enfrentamiento fratricida al más alto nivel.

La vida da vueltas, no deja de girar y tampoco de sorprender. Una nueva oportunidad se presentó ante los ojos de Rudy en forma de lesiones. Con una "injury list" a rebosar, a McMillan no le quedó más remedio que acudir al talento del número 5, con el trasero caliente de estar sentado en el banquillo.

Y Rudy regresó, eso sí de forma un tanto irregular, pero lo hizo. Cierto es que su estancia en pista ha retrocedido en cuanto a promedio se refiere, al igual que sucede con su anotación, pero las sensaciones son otras. Por fin se siente importante. Por fin ha sido el jugador clave en más de un partido aislado, y de una vez por todas se le empieza a ver como algo más que un triplista con poco más que ofrecer.

Anota, asiste, rebotea, roba balones e incluso ha llegado a desempeñar las labores de base en un partido. Impensable en el mes de noviembre.

Sin la estrella Roy en cancha, RFernández se convierte según el partido en la tercera o cuarta muñeca de la franquicia, y es mucho hablando de alguien que tenía puesto el cartel de "pasaba por aquí".

Tiene libertad en la pista y es feliz. Con eso de momento es bastante para él. Veremos si sus actuaciones le abren las puertas del mercado y los que le tienen anotado en la libreta llaman a la puerta de los Blazers.