lunes, 27 de junio de 2011

El desierto de los Raptors

Una dura travesía con escaso refrigerio y una mirada lejana al Oasis. Eso le espera esta temporada a los Raptors. Los movimientos del renovado Colangelo en la antesala y la noche del draft han sido tan poco vistosos como un helado en la Antártida.


En las oficinas de Toronto se fraguó en los días previos una estrategia que pasa por la búsqueda del refuerzo de la confianza en el progreso de los jóvenes, concediendo una vez más a Bargnani el mayor número de los lanzamientos. El italiano no tendrá nuevo amigo en posiciones interiores, entendiendo que el lituano Valanciunas no se desvinculará del Lietuvos hasta la temporada que viene. Y eso quiere decir que la fortaleza interior de los Raptors estará supeditada al posible paso al frente de Ed Davis y Amir Johnson. Que nadie espere que a Bargnani le entre el gusanillo de pelearse bajo el aro. Y que tampoco nadie espere temporadas "allstar" ni de Davis ni de Johnson.


Con Kleiza lesionado hasta bien entrada la temporada, la búsqueda de espacio para DeRozan, Weems y Weems también será crucial. Barbosa tendría que sentirse imporante en el equipo para ser la referencia auténtica saliendo del banquillo.


Calderón será líder fuera y dentro de la cancha, y sus pases serán algo más que ayudas para conseguir canastas. El extremeño en cierta manera se juega el mantener una posición de privilegio. Su contrato no admite dudas, pero sus piernas deben responder en esta temporada exigente de cara a los muchos observadores que tiene. No sobran bases de calidad en la liga, y aunque este draft esté plagado de "playmakers", no todos llegarán a salir del cascarón. Ahí es donde pueden asomar Jose y sus habilidades.


No se podrá hablar de playoff ni de lejos, y estaremos ante una nueva temporada de transición, recuperación de sensaciones y de progresión a la espera de que la pintura se llene el próximo curso.

El año II sin Bosh será duro. Puede que la perspectiva obligue a mover ficha en las próximas semanas.

jueves, 23 de junio de 2011

Laso el rescatador

Fue jugador de extensa trayectoria y con una carrera al alza como entrenador. Sus pasos desde el banquillo han sido cortos y efectivos. Poco a poco ha ampliado su aprendizaje en equipos de menor entidad hasta que el Real Madrid ha puesto sus ojos en él.


En Pablo Laso se ven cualidades idóneas para el proyecto de regeneración que se pretende, y pesa mucho el hecho de que haya sido jugador de la casa. Un valor que se pierde como el agua por el desagüe. Muchos han querido ver en el desarraigo de las aficiones, de los que juegan, de los que entrenan, un punto discordante y clave del progreso de los clubes. Hoy aquí y mañana allá. Hoy te pongo y mañana te quito. Hoy eres estrella y mañana estrellado.


El mercado globalizado admite movimientos hasta el extremo, y en escasas ocasiones podemos hablar por ejemplo de récords individuales en el mismo equipo. Laso parece que viene para convertirse en elemento de cohesión y vertebración de una unidad al servicio de la sección de basket, castigada en los últimos tiempos por una gestión sin rumbo definido.

Sorprende eso sí que Laso aparentemente haya pedido la continuidad de Velickovic, condenado al ostracismo más absoluto en su etapa más reciente en el club blanco.


Se pide carácter y eso le sobra a Laso. El problema viene con la repercusión que tiene cada pequeña decisión que toma cualquier entrenador del Real Madrid. El escenario es tan grande, que incluso lo que pasa entre bambalinas no lo puede tapar el telón. El entrenador del Real Madrid pasa a ser algo más. Es conversación de tertulias, corriente de opinión, objeto de crítica voraz. Sus decisiones son talladas en piedra y expuestas en la gran plaza pública.


Se enfrenta Laso a un "presupuesto de guerra". Se quiere mantener el status de equipo aspirante a todo con menos dinero, aunque me cuesta creer que se deje escapar a algún que otro jugador con cartel. A la hinchada ya no le vale. Se ha perdido mucho tiempo y se ha fichado mal. Las extrañas maniobras como la de Garbajosa también le escuecen al que se sienta en la grada.

miércoles, 22 de junio de 2011

Las opciones de Ricky Rubio

Bajo una cierta neblina desembarca Ricky Rubio en la NBA. Si hace justo dos temporadas la tinta de las plumas se agotaba al escribir de un talentoso joven, ahora se veía obligado en su presentación ante el gigante foco mediático a justificar la ausencia de brillo en su estadística actual.


"A veces las estadísticas no dicen lo bueno que eres..." Con estas palabras eludía la unión de su futuro NBA con el presente ACB. Abogaba por una apuesta por el colectivo en detrimento de una lupa individual.


No se le escapa a cualquiera que sepa de ésto que poco o casi nada tiene que ver el papel que se juega en Europa con las posibilidades amplias que ofrece el espectro NBA. La visión de Ricky sobre la cancha amplía sus capacidades con el ritmo que impone su nueva liga, más rápido, menos sometido a un corsé defensivo y que aplaude el talento ofensivo.


Algo ganado es su nivel de inglés, suficiente para iniciar un entendimiento con compañeros y cuerpo técnico, y fundamental para un jugador como él llamado a ser el constructor en pista de los nuevos Wolves.


Minnesota recibe con una sonrisa la llegada de su Mesías. Esa injusta etiqueta alguien se la puso en su día y con ella tendrá que convivir hasta que su propio rendimiento dictamine en que lugar se le puede ubicar, al frente del coche o en la parte de atrás. Las esperanzas hace tiempo que se depositaron en Ricky, y no ha habido base capaz de llenar el vacío que los ecos del draft´09 dejaron a un desnortado equipo.


Su paso por un equipo altamente competitivo como el Barça le da un bagaje que pocos en la plantilla tienen. La exigencia constante experimentada en los últimos años completa una formación cuidada y medida. Toca el turno de cumplir un sueño, y la respuesta será tan veloz como el ritmo de competición, que no le dará tiempo ni a quitarse las legañas.


Beasley, Love, Milicic o Johnson juntos de momento han logrado muy poco respeto. Excelsos en algunos casos como Love, pero poco efectivos en el cómputo global. Si Ricky encaja bien y logra mejorar las prestaciones de todos, quizá hablemos de un equipo mejorado, pero muy lejos de números óptimos. Otro asunto es el esquema de juego que se encuentre Rubio, si no se adaptan sistemas para él o la adaptación se hace complicada. No creo que le resulte difícil encajar en un modelo que tendría (en teoría) que casar con su personalidad. Por sus aptitudes le quieren supongo.


No veremos a los Wolves en los playoff con la configuración actual. Si cristaliza alguna de las operaciones que supuestamente están en marcha, tendríamos que detenernos con calma para analizar el futuro de la franquicia.

domingo, 19 de junio de 2011

Un rey sin reino. El futuro de Lebron

Una larga competición deportiva no siempre consiste en una ciencia exacta. Era de esperar que la magia del fútbol concediese todo tipo de parabienes al FC Barcelona, y que los dioses escogieran a Messi como ocupante de una silla vacía. Se cumplió con lo previsto.


En baloncesto las letras de la Historia se escriben con una letra distinta. La Liga la obtuvo también el Barça, no sin pasar antes por una complicada travesía. El Real Madrid se salió del camino varias veces pero consiguió encontrar una vieja brújula que le guió hasta un punto cerca del destino. Y a todo ésto la sorpresa se consumó con la irrupción del Bilbao Basket en la final. Irreverentes ante el destino, el equipo vasco destrozó todo tipo de previsión.


En la NBA el asunto parecía estar claro. Todo apuntaba a una final entre los todopoderosos Lakers y el enésimo equipo de ensueño encabezado por tres allstars sedientos de títulos. El arranque de temporada fue todo menos plácido para Miami Heat, y los rumores y la desconfianza se apoderaron de las primeras semanas de regular season.


En Los Angeles el puro ya se había encendido bien pronto. El problema es que en el momento más inesperado se apagó y no se halló ningún mechero que devolviese el humo e iluminase la ceniza.


Lebron James anunció en verano su nuevo equipo de forma torpe, poco respetuosa con su hasta entonces entorno deportivo, y en contra de los mismos principios que hicieron a Messi merecedor de su sillón. Un programa de televisión mostró la "decisión". Los dioses del deporte quizá en ese instante cubrieron con una manta el asiento que habían empezado a tallar a mano cuidadosamente tiempo atrás.


Los Heat no pudieron superar a un invitado que nadie esperaba en las Finales, y ahora la palabra decepción golpea el interior de Lebron como un chillido ahogado que quiere convertirse en triste aullido.

¿Cuál fue el verdadero problema en Miami? Difícil de clasificar. Ponderar los factores que intervinieron es complicado.


Con los años se ha demostrado que las uniones de estrellas no hacen exitoso al conjunto. Al recuerdo vienen aquellos Lakers con Karl Malone y Gary Payton, cansados de no tener anillos y que juntaron fuerzas en un equipazo sin títulos.


Bosh se perdió en su papel de secundario de lujo en un roster sin un líder definido. Pasó de ser cabeza de león en los Raptors para ser un complemento que cambiaba de percha constantemente. Lebron y Wade supieron entenderse por momentos, pero cuando el sudor más apretaba, James se disolvión como azucarillo en el café, y Dwayne viajó solo.


Mucho se critica a Lebron, por su supuesta falta de entrega, por su incapacidad de ser el guía o por dejarse arrastrar por una dinámica derrotista. Todo éso cuenta en su debe, y no le resultará sencillo superar ese muro que al otro lado del charco acostumbran a construir cuando una figura llamado al todo se queda en la nada. Lo que se haga en los despachos de los Heat en estos meses influirá en lo que será Lebron. Un rey aspirante o un rey sin corona desterrado.

domingo, 5 de junio de 2011

Los males del Madrid

Una buena temporada. Es un razonamiento objetivamente más que aceptable. Finalista de la Copa del Rey, cuarto en la Final Four de la Euroliga, finalista de la Liga. Son datos muy positivos, aunque la tradición del equipo dice que están incompletos, falta algún título.


Cualquier otro se miraría a este espejo con una sonrisa, o una carcajada, pero para el Real Madrid suena a temporada perdida. No se tiene en cuenta el pasado reciente, los problemas internos, la falta de conexión con la grada, y el amago de convulsión que casi hace estallar en pedazos un proyecto con más futuro que presente.


Es cierto que la presión de jugar en este equipo es grande. También es alta la exigencia al que se atreve a dar las instrucciones desde el banco.

Con Messina se buscaba un perfil de entrenador con carácter y caché suficiente para no necesitar el paso por la sartén mediática. Pocos dudarían del fichaje del más deseado. Acertado o no, Ettore lidió con los de arriba, con los de abajo y con los del medio...hasta que se cansó de hacerlo. Consideró que ya tenía los zapatos demasiado mojados para su gusto y que le apetecía sacarlos del charco para continuar su paso. Es muy probable que le veamos en algún que otro plano a la espalda de un entrenador NBA la temporada que viene.


Su sustituto bastante tenía con agarrar la manguera con una mano al tiempo que se sujetaba a la barandilla con la otra. Molin no seguirá, pero en su hoja de servicios habrá que ponerle en sello del club blanco sin remilgos. Cumplió con el cometido lo mejor que pudo. Un abrazo y hasta pronto Lele.


Mucho se habló de egoísmos, de jugadas marcadas para un solo jugador, y tipos fuera de forma durante tramos largos de la temporada. Sergio Rodríguez no fue el revulsivo ni aportó todo lo que se esperaba de él, y se echó en falta a Prigioni cuando no estuvo. Parece que el argentino no vestirá de este blanco madrileño el año que viene, y los hay que no le echarán de menos. No alcanzó un nivel óptimo de seguido y sus compañeros lo notaron.

La baja forma que atenazó a Llull se convirtió en un elemento casi agónico en el devenir del Madrid. Sus piernas no respondían y su destreza en el tiro se resintió. Espabiló demasiado tarde.


Le preguntaban hace unos días al jefe de todo ésto, al responsable de la sección, a Juan Carlos Sánchez. ¿Vendrá alguna estrella mediática para suplir a "medianías" como Tucker o Fischer? Más o menos esa era la cuestión. La respuesta es que hay posibilidades y que el Madrid estará siempre en el mercado. Claro está que ni Clay ni D´Or han sido ni determinantes ni han justificado sus fichajes.

En el horizonte tenemos el famoso "lockout" de la NBA. En el caso de que no prosperen las negociaciones entre el sindicato de jugadores y la patronal, el abanico será tan amplio que los bancos abrirán (nuevamente y con gozo) sus oficinas para financiar fichajes de relumbrón.


Es necesario un replanteamiento, pero no de objetivos. El Real Madrid siempre tendrá que pelear por los títulos. Es su ADN. Sólo si desde la directiva se decide que la sección no es viable se podrá hablar de otra cosa. Pero entonces no será el mismo equipo.

sábado, 28 de mayo de 2011

Invitado inesperado en las Finales

Como es tradicional por estas fechas, las Finales de la NBA irrumpen en el calendario deportivo. Mavericks y Heat finalmente han sorteado problemas propios y ajenos para adentrarse en la frenética carrera por el anillo.


Los dos equipos tienen algo en común esta temporada. Ha habido momentos de la regular season en los que pocos apostaban por ellos.


Miami empezó el curso más tarde que los demás. Se perdió las primeras clases y tardó en coger el ritmo. Se dudó entonces de la viabilidad del proyecto Lebron-Wade-Bosh, y comenzó una rumorología que apuntaba a un relevo en el banquillo e incluso a la enésima vuelta de Pat Riley a pie de pista. Los amigos de Spoelstra de repente se desvanecieron como el azucarillo en el café, y las declaraciones post-partido tampoco animaban a un optimismo claro.


El caso es que Miami fue remontando el vuelo hasta elevarse al segundo puesto de la Conferencia. Enemigo no deseado en playoffs, su paso por la segunda fase fue plácido. Tras deshacerse de los correosos Bulls con facilidad, se presentan con todas las credenciales en la pelea por el título.


Al otro lado los Mavericks, que como cualquier equipo de Carlisle, se mostraron fuertes al inicio. La mala suerte en forma de inoportunas lesiones hizo bajar el valor de sus opciones futuras. No pudo disfrutar en ningún momento del roster al completo, y la salud se convirtió en el principal enemigo de los de Nowitzki.


El final apretado de temporada podía haber colocado a Dallas en multitud de combinaciones en playoff. Eran muchos los que preferían a los Mavs frente a otros posibles rivales como Thunder. No eran demasiados los que auguraban un esperanzador camino. Contra pronóstico se deshizo de los principales favoritos, los Lakers, y la motivación creció exponencialmente.

Tienen mucho que ganar y poco que perder, porque nadie les había invitado al festín y están deseosos de dejar los platos limpios.

lunes, 9 de mayo de 2011

Regeneración en los Lakers

Se suele hacer leña del árbol caído. Es un dicho que ilustra lo que en este momento sucede en la voraz crítica baloncestítica. Se aplica a los Lakers y también al Real Madrid, después de sus sonados fracasos. En Los Angeles escuece más que en Madrid porque el objetivo número uno de la temporada señalaba el título, y poco hacía presagiar una derrota tan temprana.


Lo del Madrid invita a una reflexión cuanto menos. La huída de Messina con el tren en marcha poco tenía de positivo. Dejaba el italiano a su hombre de confianza al mando. Se dudaba de la falta de experiencia de Molin como primer entrenador, y aunque la caída de la Final Four duele, hay que otorgarle el mérito de guiar a un equipo sin dueño a toda una fase final de la Euroliga un puñado de años después. El planteamiento viene ahora en decidir qué es trigo y qué es paja.


El problema en Los Angeles es grave, con riesgo de pérdida de identidad si no se juegan bien las cartas ahora. Se echan encima de Gasol por no haber dado lo suficiente en la serie contra Dallas. Se critica sistemáticamente a Bynum, Odom o Artest. Se pone en tela de juicio la adecuada preparación de un Phil Jackson en su última temporada. Todo se cuestiona. Un traspaso a veces lo arregla, pero también puede terminar de estropearlo.


Siempre, y no soy ventajista porque está escrito, he considerado que uno de los males de este equipo viene en el puesto de base. Es cierto que Jackson prefiere "playmakers" de un perfil más bien medio/bajo, que le permita seleccionar las opciones de ataque de otros jugadores. El base de Jackson no ha sido nunca ni anotador ni asistente, y se ha limitado a subir la bola con suficiencia y a tirar sólo cuando fuese estrictamente necesario. Fisher es un tipo aseado en su juego, sin estridencias pero demasiado lento. La veteranía es la clave de su éxito.


La cuestión no creo que venga por la decisión de traspasar a un jugador alto, sino por reforzar la línea exterior. Esta sonora derrota debe hacer reflexionar sobre la necesidad de una regeneración desde la base. Entrenador nuevo con viejos planteamientos si se quiere, pero con visiones diferentes en la propia cancha.


La inspiración de Kobe ha salvado a los Lakers en multitud de partidos, pero tampoco es la solución concederle todo el éxito o fracaso a Bryant. Recuerdo una vez más que el mejor Jordan existió con el mejor Pippen, y el mejor B.J Armstrong, y el mejor Horace Grant. Todos mejores porque supieron, o asumieron, que sólo el colectivo vence. Esta fórmula no funcionó en Los Angeles, y aunque se pudieron superar dificultades, a la hora de la verdad su propio muro fue el que les impidió continuar en los playoffs.


Una pena una debacle como ésta. Dallas no ganará con esta autoridad en fases venideras.